Nuevo Mercedes SL de aluminio

En primavera llegará al mercado español el nuevo SL, un coche que mantiene la tradición de un modelo lanzado al mercado en el año 1952 y que desde entonces es una referencia en el segmento de los vehículos roadster. El nuevo modelo ofrece la máxima tecnología pero al mismo tiempo tiene una estética que recuerda a las primeras generaciones del SL. (Vea el álbum)

Esta sexta generación del SL supone un notable paso adelante en tecnología, sobre todo porque es el primer que Mercedes fabrica en serie casi íntegramente en aluminio. Con ello se reduce su peso en hasta 140 kilógramos con respecto al disponible hasta la fecha.

Casi toda la carrocería está fabricada en este material pero hay piezas, como los montantes delanteros, que incluyen tubos de acero o el protector del depósito de combustible que ha sido fabricado en un material aún más ligero, el magnesio.

Esta reducción de peso permite un comportamiento más ágil y dinámico según anuncia la propia marca. Pero igualmente contribuye a un notable descenso del consumo de carburante, que llega hasta un 30% con respecto al anterior SL.

Lo que más me llama la atención del nuevo modelo es que tiene un frontal que recuerda mucho más a los clásicos SL que la anterior generación disponible hasta la fecha. Su rejilla redondeada en sus extremos y la gran estrella en el centro le dan ese aire retro que creo que le queda muy bien a este modelo.

Las mejoras más importantes en el nuevo SL son, la primera de todas ellas, su carrocería de aluminio que, como comentaba antes, permite una carrocería 110 kilos más ligera que la del actual. Otro aspecto muy innovador es su techo, que hereda la nueva tecnología estrenada en el nuevo SLK.

El nuevo SL ofrece tres opciones de techo, uno pintado en el color de la carrocería, otro de cristal, y uno tercero con el denominado Magic Sky Control que permite aclarar o bien oscurecer el cristal en función de los gustos del conductor y mediante una simple presión sobre una tecla.

En cualquier caso, el mecanismo de plegado y desplegado del techo se ha optimizado y ahora se emplea una estructura de magnesio mucho más ligera. Con ello el tiempo de la operación completa se reduce por debajo de los 20 segundos.

Otras innovaciones son el sistema de limpiaparabrisas que bajo el nombre de Magic Vision Control esconde un sistema inteligente que regula el momento en el que debe salir el líquido del limpiaparabrisas a través de varios chorros diferentes para optimizar la visión en los momentos más delicados.

Y también nuevo es el denominado Frontbass. En este caso se trata de un sistema que utiliza los huecos que deja la construcción de aluminio de la carrocería para utilizarlos en el equipo de sonido. Así, el hueco existente delante del espacio para los pies lo emplea como caja de resonancia para los altavoces de graves. El resultado es una reproducción nítida de los tonos graves, comparable a la de un auditorio, incluso circulando a cielo abierto. Además, este sistema permite ahorrar espacio de montaje en las puertas.

Y para terminar, sus motores, que inicialmente serán un V6 y un V8 de gasolina. El nuevo motor V8 del SL 500 rinde 435 caballos con una cilindrada de 4,6 litros. Esto supone un aumento del 12% en potencia frente a su predecesor, a pesar de la reducción de la cilindrada en unos 0,8 litros. El consumo disminuye hasta un 22%.

Por su parte, el nuevo V6 del SL 350 proporciona 306 caballos, mientras que su consumo homologado es de 6,8 litros, lo que supone un ahorro de casi un 30% respecto a su predecesor.

Ambas variantes de motorización están equipadas con una función de parada y arranque. El cambio automático 7G-TRONIC PLUS optimizado contribuye también a reducir el consumo. Pero la reducción del consumo no conlleva una pérdida de deportividad. El SL 350 acelera en 5,9 segundos de cero a 100 km/h, tres décimas antes que su antecesor, mientras que en el SL500 la cifra es de 4,6 segundos, ocho décimas de segundo menos que el que se vende actualmente.