Bultaco Albero, urbana híbrida de dos ruedas

Desde que Bultaco Motors presentó el modelo Brinco en mayo de 2015, la compañía ha ido creciendo y asentándose en un segmento del mercado poco explotado hasta el momento. La movilidad eléctrica en moto sigue en pañales a día de hoy, con la mayoría de los modelos existentes destinados a surtir flotas. Una tendencia que no sigue Bultaco, cuyo objetivo es el cliente final, un usuario premium que busca un producto de gran calidad, de ahí que muestren su satisfacción por el buen resultado obtenido por la Brinco, con más de 2.000 unidades vendidas en 24 meses.

Con este buen sabor de boca se concibió un modelo de uso específico para ciudad, siguiendo la misma filosofía: diversión y respeto por el medio ambiente. Así surgió la Bultaco Albero, una 'moto-bike', como al fabricante le gusta denominarla. Dispone de un motor eléctrico de alto rendimiento con pedaleo independiente. Hasta este momento, su opción urbana estaba ocupada por la Brinco S, pero con la llegada de la Albero, aquella deja de existir.

La Bultaco Albero responde a una estrategia de negocio en la que el fabricante se ha marcado unos objetivos ambiciosos para el horizonte 2021: hacer crecer la compañía, aumentar su red hasta los 2.000 puntos de venta, desarrollar una inversión de 50 millones de euros, y poner en el mercado cuatro modelos eléctricos.

El primero de ellos es la Albero, de orientación urbana. Posteriormente llegarán, hasta 2021, tres modelos más: para un rango de uso urbano más amplio, entre 5 y 30 kilómetros; para una uso metropolitano entre 30 y 50 kilómetros; y finalmente, el más ambicioso, que abarcaría largas distancias, entre 50 y 500 kilómetros. De momento, el primer objetivo se ha alcanzado: es la Bultaco Albero.

Sorprende desde el inicio

He de confesar que llegaba con aire algo escéptico a esta presentación, indudablemente influido por lo que soy: un periodista que prueba motos. Pero esto no es sólo una moto: es una 'moto-bike' eléctrica, que encaja perfectamente en lo que podemos considerar un vehículo híbrido, y el hecho de que tuviera pedales me descolocaba. Como se trataba del primero de estas características al que me iba a subir, también llegué sin referencias, evitando la a veces injusta costumbre de comparar modelos. Y creo que cuando se trata de un modelo nuevo es mejor enfrentarse a él así.

De entrada, me ha sorprendido gratamente. Su estética y acabados son impecables. La Albero tiene un motor eléctrico de flujo radial instalado en la rueda trasera, con una potencia de 2 kW y un par máximo de 60 Nm, lo que le permite alcanzar fácilmente los 45 km/h. Cuenta con dos versiones en función de su homologación: 4.5, con permiso de circulación AM o B, y matriculación y seguro obligatorios; y la 2.5, limitada a 25 km/h, con la que estas obligaciones dependerán de la normativa local que se aplique.

Posee tres mapas de conducción: Sport, donde entrega 2 kW de potencia, Tour (turístico) con 1,5 kW de potencia, y Eco, donde rinde 0,8 kW. Lógicamente, en función del mapa que se emplee se alcanzará una autonomía determinada. Si se utiliza sólo el mapa Sport, se podrán recorrer 50 kilómetros, mientras que usando siempre el Eco la autonomía se duplica, garantizando hasta 100 kilómetros de batería. Además, la parte de bicicleta tiene un cambio de nueve velocidades y un 'overdrive' que actúa como desmultiplicador.

La batería, de litio-ión, compuesta de celdas Samsung, tiene una capacidad de 1,3 kWh. Es extraíble y pesa 8 kilos, y tiene un tiempo de recarga de tres horas para alcanzar el 95 por ciento de su capacidad. Bultaco le da una duración de 1.000 ciclos de carga, lo que supone un largo periodo de uso. Probablemente será más fácil que llegue antes el momento de cambiar de vehículo que el de cambiar de batería…

La ciudad es tuya

Tuvimos la oportunidad de probar a fondo la Bultaco Albero en Málaga, moviéndonos con soltura por las calles, que se convirtieron en un acertado circuito de pruebas. De salida, el moto Sport, el que más potencia ofrece, daba bastantes garantías al mezclarte con el tráfico. El empuje de su motor es notable desde el primer golpe de gas, pero lo que resultó espectacular es el uso combinado del motor y los pedales. En el momento en el que se le coge el juego al cambio de bicicleta, el pedaleo y el acelerador, permiten llevar la Albero por encima de los 50 km/h.

Callejeando por la zona peatonal, los turistas en 'segway' nos miraban con envidia. Circulando con el mapa Eco por la bulliciosa calle Larios, la Albero avanzaba sigilosa y ágilmente sin molestar a los peatones, con exquisita soltura.

Saliendo de los semáforos se dejaba el tráfico claramente detrás, y las caras de sorpresa de los automovilistas eran indescriptibles, cuando veían como la Albero se escapaba al ponerse la luz verde, pensando, tal vez, si ese que con tanta fuerza pedaleaba no sería un tal Contador de incógnito... Un ciclomotor no tiene capacidad de respuesta frente a la Bultaco, y a un scooter de 125 le cuesta bastantes metros superar el arranque inicial de la Albero. Es, sencillamente, espectacular.

Semejante rendimiento ofrece una sensación de seguridad indescriptible, porque evita que te quedes a merced del tráfico: siempre vas por delante de él. Además, las suspensiones y los frenos, adecuados y suficientes aunque con ligera tendencia a bloquear el trasero, cumplen sobradamente con su función.

Pero si llaneando el rendimiento de la Albero impresiona, cuesta arriba resulta ya extraordinario. En la subida al Castillo de Gibralfaro, con una importante pendiente, el empuje del motor asistido por el pedaleo hace que la Albero vuele. En esas acusadas rampas malagueñas volvimos a encontrarnos con caras de sorpresa, y no era para menos. Lo cierto es que la 'moto-bike' despierta el interés de andarines y curiosos, que al ver el logo de Bultaco enseguida se animan a preguntar de qué se trata.

Los 42 kilos de peso del conjunto no se acusan, y al cabo de un par de horas de rodar arriba y abajo, y casi treinta kilómetros de marcha urbana, mayoritariamente en modo Sport, el testigo de carga de la batería mostraba un consumo moderado, con lo que la autonomía anunciada parece bastante creíble, teniendo en cuenta además que no dispone de un sistema recuperador de energía. De tenerlo, las posibilidades de la Albero se incrementarían notablemente.

No cabe en duda que esta primera toma de contacto ha sido más que positiva. Será interesante profundizar en una futura prueba más a fondo, más precisa, pero las primeras sensaciones de la Albero son más que buenas. En Bultaco son conscientes del buen producto que tienen entre manos, un modelo muy específico y exclusivo, con un destinatario muy claro. Su elevado precio, nada menos que 5.800 euros, limitará su acceso, pero la Bultaco Albero no ha sido concebida para ser una superventas. En su mercado global –están presentes en 24 países– Bultaco busca vender, al menos, la mitad de lo que ha conseguido con la Brinco. La Albero es un producto muy superior a aquella, con lo que es un objetivo asequible.

Ficha técnica

Motor: Eléctrico en rueda trasera

Potencia máxima: 2 kW

Par máximo: 60 Nm

Batería: Litio-Ión 1,3 kWh /Input 58,8 V

Dimensiones: 1.849 x 695 x 1.114 mm

Distancia entre ejes: 1.189 mm

Neumáticos: 24 x 2,35” delante y detrás

Peso en orden de marcha: 42 kg

Precio: 5.800 euros.