Rolls-Royce pone a la venta un coche construido con partes de un meteorito real
El Phantom Tranquillity incorpora en su panel de control una pieza procedente de un meteorito que cayó en la Tierra hace más de un millón de años
En 1906 se descubrió un meteorito que había caído un millón de años atrás. Fue en Kiruna, una ciudad situada al norte de Suecia y donde el frío es el hilo conductor del día a día de sus 19.000 habitantes. Ese meteorito recibió el nombre de Munionalusta y, ahora, más de un siglo después de su descubrimiento, forma parte de uno de los coches más exclusivos del planeta.
Rolls-Royce ha incorporado fragmentos de Munionalusta a las 25 unidades de su modelo Phantom Tranquillity. Lo ha hecho de forma elegante, como lo es todo en esta marca que cuida el lujo hasta el más mínimo detalle: incorporándolo como el mando del volumen que va colocado en el centro del panel.
Para hacerlo aún más exclusivo, ese botón está recubierto de oro pulido y en el meteorito se han grabado las coordenadas del lugar exacto donde se encontró. El Phantom Tranquillity ha sido una de las novedades de la marca británica en el Salón de Ginebra, y todo en su diseño está pensando para transportarnos al espacio.
Según la firma de lujo, el concepto espacial del Tranquility responde a "celebrar la sensación de tranquilidad eufórica que uno logra dentro del automóvil" y muchas de sus partes están inspiradas en el cohete espacial British Skylark.
La base del motor es un V12 de 6.7 litros, suficiente para viajar a una velocidad máxima de 250 kilómetros por hora. Un modelo estándar de la familia Phantom cuesta a partir de los 350.000 euros, aunque Rolls-Royce no ha publicado aún sus precios para la familia Tranquility. Eso sí, se espera que los detalles únicos que contiene este vehículo eleven su precio muy por encima de esa cifra.
En 1906 se descubrió un meteorito que había caído un millón de años atrás. Fue en Kiruna, una ciudad situada al norte de Suecia y donde el frío es el hilo conductor del día a día de sus 19.000 habitantes. Ese meteorito recibió el nombre de Munionalusta y, ahora, más de un siglo después de su descubrimiento, forma parte de uno de los coches más exclusivos del planeta.