Así funciona el primer 'parking' autónomo de coches del mundo

aCada día se habla más del coche autónomo, el que no necesita de un conductor para desplazarse, pero para muchas personas parece que se habla de un tema del futuro que no vamos a ver en muchos años. La realidad es que está mucho más cerca de lo que pensamos, a la vuelta de la esquina. Daimler y Bosch acaban de conseguir la primera licencia para abrir un aparcamiento en el que los coches circulan solos, sin conductor.

Las dos compañías alemanas han conseguido la luz verde de las autoridades del estado alemán de Baden-Württemberg para el sistema de estacionamiento automatizado dentro del aparcamiento del Museo de Mercedes-Benz en Stuttgart. Se accede al servicio de estacionamiento con aparcacoches automatizado a través de una 'app' y no requiere conductor de seguridad. Esto lo convierte en la primera función de aparcamiento autónomo (SAE de Nivel 4) completamente automatizada y sin conductor aprobada oficialmente para su uso diario.

Ambas compañías llevan desde 2015 trabajando en el desarrollo de este aparcamiento que abre la puerta a un futuro más sencillo y práctico. Dado que aún no existe un proceso de aprobación oficial para las funciones de conducción automatizadas que no requieren conductor, las autoridades locales supervisaron el proyecto. Su objetivo era evaluar hasta qué punto era segura la operativa de la tecnología automotriz y del aparcamiento. Los desarrolladores definieron cómo el vehículo sin conductor detecta a los peatones y otros automóviles en su camino y se detiene de manera fiable cuando encuentra un obstáculo. También tomaron medidas para garantizar la activación fiable de la maniobra de estacionamiento.

El funcionamiento de este nuevo párking autónomo es sencillo. Al llegar al aparcamiento, se sale del vehículo y se envía hasta un punto dentro del aparcamiento con solo tocar la pantalla de un teléfono: el servicio de estacionamiento automatizado no tiene necesidad de un conductor. Una vez que el conductor ha salido del aparcamiento para continuar con sus asuntos, el coche se conduce de manera autónoma hasta un espacio asignado y aparca. Más tarde, cuando el conductor avisa mediante su 'smartphone' que quiere salir, el coche regresa al punto de entrega exactamente de la misma manera.

Este proceso se basa en la interacción entre la infraestructura inteligente del garaje de aparcamiento, suministrada por Bosch, y la tecnología del automóvil de Mercedes-Benz. Los sensores Bosch en el aparcamiento vigilan el carril de conducción y sus alrededores y brindan la información necesaria para que pueda guiar al vehículo. La tecnología en el automóvil convierte los comandos de la infraestructura en maniobras de conducción. De esta manera, los coches pueden incluso subir y bajar rampas para moverse entre los distintos pisos del aparcamiento. Si los sensores de la infraestructura detectan un obstáculo, el vehículo se detiene de inmediato.

Cuando el conductor avisa mediante su 'smartphone' que quiere salir, el coche regresa al punto de entrega de manera autónoma

Desde 2015

Bosch y Daimler comenzaron a desarrollar este aparcamiento sin conductor completamente automatizado en 2015. En el verano de 2017 esta solución piloto en el aparcamiento del Museo Mercedes alcanzó un hito importante: el aparcamiento automatizado en condiciones reales, con y sin conductores al volante, fue presentado al público por primera vez. Este estreno fue seguido por una fase intensiva de pruebas y puesta en marcha.

A partir de 2018, los visitantes del museo pudieron utilizar el servicio de aparcamiento, acompañados por personal de seguridad capacitado, y compartir su experiencia. Un aspecto del proyecto piloto consistió en probar los conceptos de iluminación en los vehículos. La luz turquesa informa a los transeúntes y otros usuarios de la carretera que el vehículo está en modo de conducción sin conductor.

Tras conseguir la aprobación final de las autoridades, pronto las partes interesadas en el proyecto podrán experimentar el innovador servicio de aparcamiento sin aparcacoches en las operaciones diarias dentro del aparcamiento del museo sin supervisión adicional de un conductor de seguridad que acompañe al vehículo.