¿Tienes un eléctrico o híbrido enchufable? Los daños más comunes (y cómo solucionarlos)

Los vehículos eléctricos e híbridos están en auge en España. Mientras se siguen consolidando y alcanzando cuotas mayores de mercado, lo cierto es que su presencia entre los conductores no para de crecer.

Bastan algunos datos para mostrar la evidencia. Según el informe de Anfac, en 2019 había 53.847 vehículos eléctricos en nuestro país, una cifra que resulta todavía más llamativa si tenemos en cuenta que dos años antes, en 2017, había 19.713, menos de la mitad. Además, si analizamos la manufactura de vehículos eléctricos e híbridos veremos un ascenso notable en los últimos años, pero muy especialmente en 2020.

Los riesgos: batería, cableado, asistencia...

Al igual que los vehículos tradicionales, este tipo de vehículos no está exento de posibles riesgos. En el caso de los eléctricos e híbridos, los dos mayores riesgos corren a cuenta de su autonomía. En primer lugar, aunque cada vez hay más puntos de recarga, nadie puede librar a un conductor de estar haciendo un viaje, tener que alargarlo y no encontrarlo. Adicionalmente, no todos los puntos de carga son iguales; si el punto en el que estamos tiene menos potencia de la que necesita nuestro vehículo, nos acabaremos marchando sin tener totalmente cargada la batería, que, así mismo, puede sufrir debido a una carga defectuosa. En ese caso, se perderá la autonomía del automóvil y, por lo general, encontrar un arreglo será más difícil que en los vehículos tradicionales si no cuentan con la cobertura necesaria. Para prevenir este imprevisto, es recomendable cambiarlo en el momento en el que se aprecie algún daño; por ejemplo, cuando observemos una temperatura demasiado elevada en el cargador.

En cuanto a la refrigeración, el mantenimiento es el habitual de cualquier tipo de vehículo. Teniendo en cuenta que muchas marcas se han pasado a la refrigeración líquida, los coches pueden necesitar un recambio, que debe hacerse entre los 80.000 y 120.000 kilómetros. Por otro lado, a partir de los 60.000 kilómetros, el cableado del sistema eléctrico suele empezar a sufrir un desgaste, lo que redunda en el funcionamiento del vehículo, que puede llegar a pararse por completo si dicho cableado acaba quemándose. Aparte de la incomodidad de que el vehículo deje de funcionar, la reparación puede llegar a ser muy costosa si no se realiza un mantenimiento. Desde los talleres se aconseja llevar a cabo una revisión poco después de los 50.000 kilómetros.

Por último, los accidentes o asistencia en carretera pueden llegar a ser incluso más costosos que en el caso de los vehículos tradicionales. En primer lugar, porque hay menos talleres especializados en coches eléctricos o híbridos; y, en segundo lugar, porque a la habitual asistencia en carretera se le pueden sumar otros inconvenientes como la necesidad de cargar la batería del vehículo. En este sentido, y para solucionar los posibles daños o complicaciones que les puedan surgir a los usuarios de estos vehículos, Mapfre ha lanzado Gama Cambio, un producto asegurador destinado a coches eléctricos e híbridos enchufables y motos eléctricas que ofrece una cobertura adecuada para cada uno de estos inconvenientes. En el caso de los coches híbridos y eléctricos enchufables, la póliza incluye asegurada la torre de recarga del vehículo que tengan instalada en su domicilio o aparcamiento, y estarán cubiertos contra posibles daños, incendios o robos. Además, contarán también con la cobertura en la batería y el cable de recarga, así como la RC por daños en otras estaciones de recarga. Los clientes que necesiten un coche de sustitución también podrán disponer de uno con etiqueta 0 o ECO.

El nuevo producto incluye todas las coberturas de los seguros de automóvil tradicionales, entre ellas, asistencia en carretera, con las 28 grúas híbridas y los 44 vehículos 100% eléctricos o GLP con los que Mapfre cuenta para dar servicio a estos clientes, o la posibilidad de recarga de batería 'in situ'.

Por su parte, el seguro destinado a motos eléctricas incluye cobertura de daños, robo e incendio de la batería de alta tensión, el cable de recarga y asistencia en carretera por descarga de la batería, incluyendo la posibilidad de recarga 'in situ'. Además, está incluida la responsabilidad civil por daños a otras estaciones de recarga, así como daños, robo e incendios en la torre de recarga del asegurado. Del mismo modo, los interesados podrán contratar también para su vehículo desde un seguro a terceros básico hasta uno a todo riesgo.

Y es que "el parque móvil de nuestro país se está renovando, principalmente por dos motivos, la conciencia ciudadana y la regulación de acceso a muchas ciudades para reducir la contaminación", afirma Ramón González Aznar, director de Desarrollo de Negocio de Particulares de Mapfre España. "Por ello, queremos ofrecer a nuestros clientes un producto diseñado específicamente para sus vehículos, en este caso eléctricos e híbridos enchufables", concluye.