¿Sale a cuenta tener un eléctrico o un térmico? Los comparamos

En la transición energética hacia un futuro sostenible e independiente de combustibles fósiles, ya se está empezando a dar un cambio en los hábitos de compra. Solo hace falta ver las matriculaciones de híbrido y eléctricos en los últimos años. En septiembre, por ejemplo, cuatro de cada diez vehículos matriculados en nuestro país han sido de cero o bajas emisiones, según Anfac.

Vamos a repasar a continuación los gastos que implica hacerse con un coche de combustión en la actualidad con los que tiene un eléctrico. Para ello, usaremos el Megane de combustión y el nuevo Megane E-Tech 100% eléctrico, aunque a nivel de prestaciones y equipamiento la versión eléctrica de este modelo es muy superior a su homólogo térmico.

Consumo de combustible

El punto donde los eléctricos ganan por goleada. El repunte en los precios del carburante durante los últimos meses fruto de la guerra en Ucrania ha supuesto un duro golpe para los bolsillos de los conductores en todo el país. En el momento de escribir estas líneas, el diésel se encuentra a 1,68 por litro mientras que la gasolina está a 1,62, aunque en su momento álgido llegaron a estar a 2,10 y 2,15, respectivamente.

Uno de los grandes atractivos del coche eléctrico reside en lo económico que resulta recargar las baterías. Este proceso, especialmente si se puede realizar en una toma doméstica convencional durante la noche, resulta mucho más económico. A esas horas la electricidad es más barata y como hay tiempo de sobra para cargarla, no es necesario optar por opciones rápidas, que pueden ser más costosas, ni de esperar a que la batería se agote. Por ejemplo, tomando como referencia la media de tarifa de luz a fecha de hoy, una carga completa del nuevo Megane E-Tech 100% eléctrico costaría en torno a 9,6 euros.

El único momento en el que repostar un coche eléctrico se aproxima al de uno térmico es en carretera, donde se hace imprescindible una carga rápida. Estas son las más caras (el coste de recargar la batería de 60kWh de un Megane E-Tech 100% eléctrico oscila alrededor de los 41 euros si tomamos como referencia los 0,69 €/kWh que cobra Iberdrola en sus cargadores rápidos) y no son tan inmediatas como el combustible. En este punto hay que tener en cuenta que las cargas en carretera suelen ser esporádicas, y no habituales durante el día a día, y que los 30 minutos que suele durar el proceso hasta llegar al 80% de la carga de batería se pueden emplear en estirar las piernas, ir al baño, descansar y aprovechar para tomar algo.

Y ahora dejemos la teoría y pasemos a la práctica. Un vehículo, como el Megane térmico, que hace unos 10.000 kilómetros al año, con un consumo de gasolina de unos 6 litros cada 100 kilómetros, gasta aproximadamente 972 euros al año. Su homólogo eléctrico haciendo la mayoría de la carga en casa, tendría un coste de 206,45 euros al año, según esta calculadora, lo que supondría un ahorro de 765,55 euros al año.

Mantenimiento

Los avances tecnológicos suelen tener ventajas asociadas. En el caso del coche eléctrico nos encontramos con que el mantenimiento suele ser más barato que en un vehículo de combustión. Un eléctrico no cuenta con la mayoría de líquidos que su homólogo térmico y tiene un número muy inferior de piezas: no hay caja de cambios, embrague o filtros… Esto también se traslada al motor, que tiene menos mecanismos que uno de combustión; carece de cilindros, pistones o cigüeñal. Se calcula que el ahorro en costes de mantenimiento en vehículos eléctricos está alrededor del 20% o el 30%.

Los eléctricos necesitan mantenimiento en unos pocos componentes: líquido de frenos, refrigerante, filtros del habitáculo, neumáticos, batería, amortiguadores o frenos. Y algunos casos, como los frenos, son anecdóticos, ya que el uso de sistemas de frenada regenerativa hace que las pastillas sufran mucho menos desgaste que en un vehículo tradicional.

Precio

El gran caballo de batalla psicológico contra el que tienen que luchar los eléctricos es precisamente el precio. El coste de las baterías todavía encarecen a los vehículos de cero o bajas emisiones, lo que de partida parece darle ventaja a los de combustión.

Pero hay varios puntos a tener en cuenta. El primero, las subvenciones, ya que el Gobierno bonifica a todos los conductores que se hacen con un eléctrico y que entregan un coche para achatarrar con hasta 7.000 euros. Segundo punto, el ahorro de energía. Si damos por buenos los 765,55 euros al año, y teniendo en cuenta que la vida media de un coche en España son 13,5 años, según datos oficiales, esa cifra ascendería hasta 10.335 euros de ahorro a lo largo de la vida del vehículo. Sumado a la ayuda estatal, estamos ante un abaratamiento de unos 17.335 euros.

En el caso del nuevo Megane E-Tech 100% eléctrico, con el plan MOVES III puedes ahorrarte hasta 7.000 euros, dependiendo de si entregamos un coche para achatarrar o no. Y nos faltaría por calcular ese descuento del 25%-30% en el mantenimiento que, en un periodo tan largo de tiempo, acabaría por decantar la balanza a favor de la movilidad sin humos. Además, cabe destacar que a nivel de prestaciones y equipamiento, la versión eléctrica del Megane es superior a su homólogo de gasolina, especialmente en cuanto al diseño, con una nueva cabina y una altura mayor que permite mejor habitabilidad en el interior del vehículo o su estilo crossover de líneas deportivas. Y en tecnología (retrovisor inteligente, dos pantallas digitales que suman unas 24 pulgadas, el sistema de última generación con Google integrado que se adapta al entorno y de iluminación interior Living Lights, así como una veintena de ayudas a la conducción, entre otras novedades).

¿Sale más a cuenta conducir un eléctrico? Si hacemos caso al bolsillo, y siempre mirando a largo plazo, sí. El eléctrico compensa sobre todo cuando ponemos sobre la mesa el argumento de la sostenibilidad, así como los beneficios para nuestra salud y para la del planeta en cuanto a eliminación de emisiones de gases contaminantes.

Si quieres saber más sobre el ecosistema eléctrico, puedes entrar en el blog de Renault.