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La UE impondrá aranceles variables desde julio a los coches chinos, pero solo a los eléctricos
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Pagarán del 17,4% al 38,1%, según la marca

La UE impondrá aranceles variables desde julio a los coches chinos, pero solo a los eléctricos

La Comisión Europea ha comunicado a los fabricantes chinos que venden coches eléctricos en la UE que sus vehículos pagarán aranceles de importación, y que el porcentaje dependerá de su colaboración con la investigación sobre subsidios ilegales

Foto: Un barco portacoches de BYD llega a un puerto europeo. (BYD)
Un barco portacoches de BYD llega a un puerto europeo. (BYD)

Aranceles sí, aranceles no, proteccionismo sí, proteccionismo no... Desde que el presidente Joe Biden decidiera aplicar en Estados Unidos a finales del 2022 una serie de medidas antiinflacionistas que incluían aranceles del 25% a los vehículos eléctricos no fabricados en Norteamérica (Canadá, EE.UU. y Méjico), el debate en el seno de la Unión Europea sobre la conveniencia o no de seguir ese mismo camino o uno similar fue subiendo de intensidad. En un primer momento, la UE solía criticar la medida de Washington porque no solo afectaba a los productos fabricados en China, que la Administración americana quería frenar para poner a salvo su industria local y su empleo, sino también, por ejemplo, a los vehículos de fabricantes europeos no ensamblados en algunos de esos tres países, lo que restaba competitividad a los coches eléctricos procedentes del viejo continente al otro lado del Atlántico, donde el mercado potencial es atrayente.

placeholder En el caso de coches eléctricos de BYD, como el Atto 3, el nuevo arancel sería del 17,4%.
En el caso de coches eléctricos de BYD, como el Atto 3, el nuevo arancel sería del 17,4%.

Sin embargo, de la crítica europea al proteccionismo de Biden se fue evolucionando durante el pasado año a ciertos movimientos en Bruselas que permitieron presagiar a los analistas económicos y a los expertos en comercio internacional que la UE, aparentemente contraria a la idea, podría estar preparando alguna medida de apoyo a la industria del automóvil europea, a base de poner trabas a la llegada a nuestro continente de vehículos fabricados en China, ante la sospecha de que algunas marcas del gigante asiático disfrutaban de ayudas o subvenciones del Estado chino que les permitían vender sus coches en España, Francia, Alemamia, Italia y el resto de países comunitarios a precios más bajos, lo que supondría un ataque a la libre competencia y podría minar la viabilidad comercial y financiera de las marcas tradicionales, sometidas a una serie de reglas del juego muy estrictas.

placeholder SAIC, fabricante de los modelos MG, soportaría el arancel más alto contemplado: un 38,1%.
SAIC, fabricante de los modelos MG, soportaría el arancel más alto contemplado: un 38,1%.

Y las sospechas arrecieron, semanas atrás, cuando Washington anunció que elevaría aún más los aranceles a los productos enviados desde China a Estados Unidos, pues los vehículos procedentes del país asiático ya no estarían sometidos a un arancel del 25%, sino del 100%: cuatro veces más. Fue entonces cuando muchos dieron por hecho que la Unión Europea cambiaría por fin de rumbo e impondría esos aranceles que una parte de la industria del automóvil reclamaba para ralentizar lo que algunos consideraban una competencia sin igualdad de condiciones. Es decir, no se solicitaban medidas proteccionistas, sino medidas que aseguraran que también los fabricantes chinos estaban compitiendo bajo las mismas reglas del juego.

Y llegó la respuesta de la UE

Así las cosas, y pocos días después de celebrarse las elecciones al Parlamento Europeo, cuyos resultados han supuesto un cierto terremoto político en algunos países, la UE ha empezado a dar forma a esas medidas que muchos demandaban, y que la Comisión Europea fundamenta en los resultados de su investigación sobre las presuntas subvenciones de Pekín a su industria nacional, y que varían de unas empresas a otras. De ahí que en el comunicado publicado ayer por la Dirección General de Comercio del organismo europeo se anunciasen aranceles diferentes en función de la marca, y con aplicación a partir del mes de julio.

En concreto, la Comisión informa a los fabricantes de automóviles chinos que "de conformidad con el Reglamento (UE) 2016/1037 del Parlamento Europeo y del Consejo del 8 de junio de 2016 sobre la protección contra las importaciones subvencionadas procedentes de países que no son miembros de la Unión Europea, y en relación a la investigación antisubvenciones relativa a importaciones de nuevos vehículos eléctricos de pasajeros con batería, se informa de los deberes provisionales propuestos para todos los productores exportadores, para los que se hizo un cálculo individual". En ese sentido, la carta de la Comisión Europea explica que el producto objeto de los nuevos derechos compensatorios provisionales, o aranceles, son los vehículos eléctricos de batería y nuevos, y de hasta nueve plazas, conductor incluido; excluyéndose de la medida los vehículos de las categorías L6 y L7 (cuadriciclos), y las motocicletas, independientemente del número de ruedas, propulsadas únicamente por uno o varios motores eléctricos, incluso si están dotadas de un kotor de combustión que actúa como Range Extender, o prolongador de la autonomía.

placeholder El Dacia Spring se fabrica en China y es eléctrico, pero la marca rumana prefiere tener más información.
El Dacia Spring se fabrica en China y es eléctrico, pero la marca rumana prefiere tener más información.

Quizás lo más llamativo de la medida tomada por los responsables europeos es que dichos aranceles sobre los vehículos eléctricos chinos de pasajeros dependerán del fabricante, oscilando entre el 17,4%, como mínimo, y el 38,1%, como máximo. Así, por ejemplo, el arancel provisional impuesto desde julio a los coches de BYD será del 17,4%, y el aplicado a fabricantes como Asia Euro Automobile (Taizhou), Chongqing Lifan, Fengsheng Automobile (Jiangsu), Shanxi New Energy Automobile, Zhejiang Geely Automobile y Zhejiang Haoqinq Automobile será del 20,0%. En el polo opuesto, con un arancel del 38,1%, encontramos a SAIC Maxus, SAIC Motor Corporation (MG), Nanjing Automobile, SAIC Volkswagen Automotive, SAIC GM Wuling y SAIC General Motors.

En cuanto al resto de fabricantes chinos que producen vehículos eléctricos de pasajeros con hasta nueve plazas, el arancel aplicado por la Unión Europea a las importaciones será también del 38,1%, excepción hecha de una serie de compañías que sí decidieron cooperar con la investigación, y a las que se aplicará desde julio un arancel del 21,0%: Aiways Automobile, Anhui Jianghuai Automobile, BMW Brilliance Automotive, Chery Automobile, China FAW, Chongqing Changan Automobile, Dongfeng Motor Group, Great Wall Motor, Leapmotor Automobile, Nanjing Golden Dragon Bus, NIO, Tesla (fábrica de Shanghai) y XPeng.

La reacción en España

El Confidencial se ha puesto en contacto con responsables de varias de las marcas que fabrican vehículos eléctricos en China, como Dacia, que produce en ese país el recién actualizado Spring, o Cupra, que fabrica en Anhui desde ahora su nuevo buque insignia eléctrico, el Tavascan; aunque en ambos casos prefieren aguardar a que se conozca más información sobre la medida propuesta por la Comisión Europea y cómo podría influir en la importación y comercialización en la UE de esos productos. Y hay otros muchos coches eléctricos de marca europea que proceden de factorías del país asíatico: BMW iX3, Lotus Eletre, Mini Aceman, Polestar 2, Smart #1 y #3, Volvo EX30... Sobre todos ellos, toca esperar para confirmar si estarán afectados o no por los aranceles.

placeholder El Cupra Tavascan se produce en China, pero la firma española no se pronuncia aún sobre la medida.
El Cupra Tavascan se produce en China, pero la firma española no se pronuncia aún sobre la medida.

Al respecto, desde la patronal de los fabricantes de automóviles en España, Anfac, dicen creer "que el libre comercio y justo es esencial para crear una industria automovilística europea competitiva a nivel global, al mismo tiempo que creemos que una competencia en igualdad de condiciones impulsa la innovación y las opciones paa los consumidores". En palabras de su director general, José López-Tafall, "Anfac defiende tradicionalmente la libre comoetencia en el mercado, proceda de donde proceda una mercancía, siempre que todas las transacciones se realicen respetando la legislación vigente en el comercio internacional y que se haya producido en condiciones de igualdad. Si hay alguien que incumple, debe ser penalizado por ello".

López-Tafall recuerda que "el automóvil aporta anualmente más de 18.000 millones de euros de saldo comercial positivo a la economía española, y nuestro futuro pasa por la pervivencia de un mercado global y abierto en el que desarrollar la competitividad de nuestra industria. Del mismo modo, defendemos que la Unión Europea, y especialmente España, desarrolle una política industrial fuerte que incentive la producción y fabricación de vehículos eléctricos en nuestro país, y atraiga nuevas inversiones, todo ello de modo compatible con el libre comercio y la normativa de defensa de la competencia".

En cualquier caso, desde Anfac recuerdan que la investigación de la Comisión Europea continuará durante varios meses hasta que decida si propone medidas antisubvenciones definitivas, pues la aplicación de los aranceles anunciados será temporal. Y, en todo caso, los Estados miembros de la UE deberán votar sobre esa propuesta de la Comisión.

España y Francia se han mostrado a favor de la nueva medida, mientras que Alemania, con importantes intereses comerciales en China, lidera el grupo de los países contrarios a los nuevos aranceles por temer el inicio de una guerra comercial con el gigante asiático de imprevisibles consecuencias, una tesis a la que parecen sumarse también Chequia y Eslovaquia, e incluso Italia. Por su parte, muchos expertos dan por seguras las represalias de Pekín contra los intereses económicos europeos en su país, que podrían centrarse en el sector del automóvil pero extenderse también a otros productos.

Aranceles sí, aranceles no, proteccionismo sí, proteccionismo no... Desde que el presidente Joe Biden decidiera aplicar en Estados Unidos a finales del 2022 una serie de medidas antiinflacionistas que incluían aranceles del 25% a los vehículos eléctricos no fabricados en Norteamérica (Canadá, EE.UU. y Méjico), el debate en el seno de la Unión Europea sobre la conveniencia o no de seguir ese mismo camino o uno similar fue subiendo de intensidad. En un primer momento, la UE solía criticar la medida de Washington porque no solo afectaba a los productos fabricados en China, que la Administración americana quería frenar para poner a salvo su industria local y su empleo, sino también, por ejemplo, a los vehículos de fabricantes europeos no ensamblados en algunos de esos tres países, lo que restaba competitividad a los coches eléctricos procedentes del viejo continente al otro lado del Atlántico, donde el mercado potencial es atrayente.

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