La Suzuki GSX 8S marca el nuevo rumbo de la firma japonesa

Una de las mayores críticas recibidas por Suzuki en estos últimos tiempos ha sido la escasa renovación de sus modelos y su reducido catálogo, algo que le ha llevado a perder presencia en los mercados europeos, hasta el punto de que resultaba imposible encontrar alguno de sus modelos en las listas de los más vendidos de los mercados internacionales. Conscientes de la importancia de disponer de un amplio y variado catálogo, Suzuki aborda 2023 con un despliegue de novedades sin precedentes, con el retorno con fuerza al segmento scooter, donde en otro tiempo fueron la referencia con su Burgman, y que esta primavera contará en las tiendas con los nuevos Burgman, Address y Avenis, los tres 125 con los que recuperar el terreno perdido.

Pero, además, Suzuki ha renovado su gama V-Strom, con su actualizada 1050 en dos versiones, Tech y DE, y además estrena la nueva V-Strom 800 DE y la GSX 8S, mostrando una renovación importante en su catálogo. Precisamente de la nueva GSX 8S nos vamos a ocupar hoy.

La GSX 8S es una moto completamente nueva, en la que se parte de cero. Pero no se trata de una moto nueva sin más, sino de una moto que ha de servir como referencia de diseño para Suzuki en los años venideros, un estilo y un concepto que la marca aplicará a próximos modelos. Suzuki ha creado un nuevo motor de 800, cilindrada que ya se ha establecido como la categoría media del mercado, y con la lógica economía de escala que debe contemplar todo fabricante, este propulsor equipa tanto a la GSX 8S como a la V-Strom 800 DE.

El motor es un bicilíndrico en línea de 776 cc con doble árbol de levas y cuatro válvulas por cilindro, con el cigüeñal calado a 270 grados, una configuración que se ha hecho común en los bicilíndricos en línea que les permite operar casi como un V2 en cuanto a respuesta a bajo régimen. Ofrece una potencia de 83 CV a 8.500 rpm, y un par motor de 78 Nm a 6.800 rpm. Precisamente, una de las premisas de su diseño era crear un propulsor estrecho y compacto, que ofreciera buenas cifras de par y potencia, pero que resultara accesible a todos los usuarios fuera cual fuera su nivel.

El bastidor es un chasis tubular en acero de gran rigidez, del que Suzuki asegura que cuenta con la misma rigidez que el bastidor doble viga de aluminio de la GSX-S 1000, su referencia en el segmento de las naked. La GSX 8S tiene horquilla invertida Kayaba sin reglajes y un monoamortiguador trasero regulable sólo en precarga.

Disfruta de una electrónica actualizada, con el sistema SIRS de Suzuki que incluye diferentes dispositivos de control, tres modos de conducción, control de tracción desconectable, ABS y un asistente de cambio bidireccional incluido de serie.

El equipo de frenos lo componen dos discos flotantes de 310 milímetros delante, con pinzas de cuatro pistones de anclaje radial, y un disco trasero de 240 mm con una pinza de un pistón. Monta un generoso neumático trasero de medida 180 (180/55-17) con llantas de aluminio de 17” en ambos ejes. La iluminación es full LED, y la instrumentación es una pantalla TFT de 5 pulgadas que tiene una buena y clara lectura, y que ofrece muy amplia información. Para navegar en el menú se emplean unos pulsadores en la piña izquierda del manillar, de fácil manejo, con una interfaz muy intuitiva y sencilla que facilita la tarea de los cambios en los ajustes.

Es una moto de apariencia compacta, con una distancia entre ejes de 1.465 milímetros y una altura de asiento de 810 mm que permite que cualquiera llegue bien al suelo; y el peso es de 202 kilos. Su depósito de 14 litros y un consumo medio anunciado de 4,2 litros le otorgan una autonomía de unos 380 kilómetros.

Se comercializa en tres colores, y su PVP es de 8.899 euros, un precio de lo más competitivo habida cuenta del elevado equipamiento con el que cuenta.

En marcha

El indudable atractivo del color azul de esta moto te atrapa. Resulta original en muchas de sus formas, en especial el frontal agudo que nos recuerda a la mítica Katana, aunque sus faros superpuestos provocan opiniones de todo tipo. A mí, personalmente, no es lo que más me gusta de la moto.

Tiene una ergonomía muy estudiada y la posición es cómoda, ya que no carga las muñecas ni obliga a adoptar posturas extremas, y ni siquiera con el azote del viento a velocidades más elevadas resulta incómoda. Eso sí, un asiento un poco más mullido sería bien recibido.

El motor tiene un sonido rotundo y agradable, suena a moto llena y potente, porque lo es. Sus 83 CV llegan con energía pero totalmente controlables, y además sus diferentes modos permiten ajustar la respuesta al gusto o las necesidades que se tengan en cada momento. El propulsor carece de incómodas vibraciones por lo que es muy agradable, con una buena respuesta desde bajo régimen y en cualquier rango del régimen de giro, y su cambio quickshifter es muy efectivo, tanto subiendo marchas como en reducciones, aunque en caso de bajar marchas de forma agresiva, el embrague antirrebote no impide que en algún momento se bloquee la rueda. Aunque lo habitual no es llegar a esa situación.

La comentada rigidez del bastidor de la que hace gala el fabricante queda patente en las zonas rápidas, donde la GSX 8S muestra una estabilidad extraordinaria. Esa virtud se vuelve un poco en su contra en las zonas más lentas, en garrotes y curvas muy cerradas donde una distancia entre ejes algo superior a las de otras motos de su segmento, un peso algo mayor y el generoso neumático trasero, la hacen algo más dura de manejar, aunque, por otro lado, precisamente ese neumático trasero concede una enorme seguridad y confianza a la hora de abrir gas.

Frena bien, el ABS no es nada intrusivo y las suspensiones tienen un acertado reglaje, muy deportivo, que quizás puede resultar algo duro en zonas más descarnadas, o en el adoquinado de algunas calles, pero cuando se rueda en carretera el comportamiento es impecable y transmite mucha confianza.

Es pronto para afirmar que Suzuki ha dado en el clavo con este modelo, como pudo suceder en su momento con la mítica SV 650, pero no cabe la menor duda de que si la GSX 8S está destinada a marcar un nuevo rumbo en Suzuki, este nuevo camino que ahora empieza se inicia con buen pie, porque es una moto que reúne muchos atractivos: diseño, eficiencia mecánica, diversión, y tecnología, con un equipamiento de serie que supera a muchas de sus competidoras, y un precio ajustado para todo lo que da.

Ficha técnica. Suzuki GSX 8S

Motor: Bicilíndrico en línea 4 T, DOHC, 8 válvulas, refrigeración líquida.

Cilindrada: 776 cc.

Diámetro x carrera: 83,0 x 70 mm.

Potencia: 83 CV a 8.500 rpm. Par máximo 78 Nm a 6.800 rpm.

Chasis: Tubular en acero con basculante de doble brazo en acero.

Embrague: Multidisco en aceite.

Cambio: 6 relaciones.

Suspensiones: Horquilla invertida de 41 mm, recorrido 130 mm delante; monoamortiguador detrás.

Frenos: Dos discos delanteros de 310 mm, con pinzas de cuatro pistones. Un disco trasero de 240 mm con pinza de un pistón.

Neumáticos: 120/70-17” delante y 180/55-17” detrás.

Capacidad del depósito: 16 litros.

Peso lleno: 202 kilos.