Probamos la Triumph Tiger 900 Rally Pro, la apuesta británica entre las 'maxitrail'

En ese camino sin retorno que han abordado todos los fabricantes adentrándose en el terreno off road con sus modelos maxitrail, la británica Triumph Tiger 900 Rally Pro representa, seguramente, la esencia del equilibrio. No ofrece nada muy diferente del resto de su creciente competencia, como un motor con una potencia similar, un peso parecido o unas dimensiones casi comunes; y, sin embargo, esta noble tricilíndrica británica es una moto que satisface a cualquiera, y a la que difícilmente se le puede poner algún pero.

Su motor de 888 cc y 108 CV de potencia a 9.500 rpm, con un par motor de 90 Nm a 6.850 rpm, ha sido actualizado y revitalizado, permitiendo ahora que no decaiga a alto régimen, sin perder ni una sola de las virtudes del motor tricilíndrico, como es su excelente respuesta a bajo y medio régimen. Es un motor con una entrega de potencia suave, pero consistente, de un tacto más que agradable, que se siente en la nula percepción de vibraciones.

Triumph ha mejorado la ergonomía, con un asiento que se puede regular en dos alturas para adaptarlo a las necesidades del usuario, con lo que no hay problemas de talla para llegar perfectamente con los dos pies al suelo, por lo que el uso urbano de la Tiger no va a suponer ningún engorro. Se ha modificado la carrocería, e incorporado silent blocks en los anclajes del manillar para reducir las vibraciones. También se ha montado una nueva pantalla, más envolvente, que se ajusta en altura 50 mm.

Otra de las virtudes de esta moto es su elevado nivel de equipamiento. Monta de serie un quickshifter que funciona en ambos sentidos, y ABS de actuación en curva. Y también dispone de puños y asientos calefactables (obviamente, no hicimos uso de ellos en estos días…), asistente de cambio y modos de conducción. Todo un conjunto de elementos que la convierten, por su nivel de equipamiento, en una de las motos más interesantes del mercado, con una relación entre precio y equipamiento incomparable.

También ha mejorado su instrumentación, que ha sido totalmente actualizada, con mejor apariencia y una lectura óptima de su completa información, además de disfrutar de conectividad y todas sus ventajas.

Su PVP es de 17.195 euros, que puede que no sea el más barato del segmento: la KTM 990 Adventure o la BMW F 900 GS tienen un precio base más bajo, pero para lograr el nivel de equipamiento de la Tiger tienen que cargarse de diversos paquetes de accesorios y terminan superando el coste de la moto británica.

En marcha

La primera sensación que tienes al subirte en la Tiger es que han hecho la moto a tu medida. Mi 1,76 de estatura puede considerarse una talla media, y me siento realmente a gusto sobre la Tiger. La posición de conducción es agradable. Empleo la posición baja del asiento y el manillar me cae a la medida exacta. Además, tienes una sensación de fluidez extraordinaria, una apariencia de suavidad y confort que no desdibuja su comportamiento en marcha.

Sus 228 kilos de peso con el depósito de 20 litros de capacidad lleno no hacen que se perciba como una moto pesada. Al contrario, se mueve con comodidad, y esa sensación liviana que te da al subir a ella no impide que la respuesta de las suspensiones no sea firme. Es una moto agradable de conducir. Aunque la medida de la llanta delantera es 21 pulgadas, ideal para el uso campestre, no supone ninguna merma en la conducción por carretera.

Su distancia entre ejes es más corta que la de otras motos de su categoría, y eso se nota en carretera de curvas, donde se mueve con agilidad y precisión, a pesar de sus largos recorridos de suspensión, con 240 mm de recorrido en ambos ejes. Eso le sirve para disfrutar de una amplia distancia libre al suelo, lo que te permite adentrarte en pistas y caminos con mucha confianza; y aunque el peso sigue estando ahí, porque 228 kilos son 228 kilos, no se siente realmente torpe en zonas de paso más complicado. Quizás la suavidad de su tacto ayuda a sentirse más confiado y a gusto. Si fuera una moto mucho más rígida, seguramente la sensación sería distinta y mermaría nuestra confianza, pero te puedes adentrar en los caminos (como siempre digo, teniendo presente que una maxitrail no es una moto de enduro) con total seguridad.

Cuenta con reglaje de las suspensiones, que se pueden ajustar en compresión y extensión en la horquilla, y dispone de un reglaje electrónico de precarga y extensión en el amortiguador trasero, es de lo más acertado, y tiene una excelente respuesta en carretera. No es necesario enredar demasiado en este terreno, y jugando con los diferentes modos de conducción encuentras la respuesta más adecuada para cada momento. Además, el ABS se puede desconectar para su uso off road, lo cual es otra ventaja.

Si tuviera que definir a la Triumph Tiger 900 Rally Pro diría que es una moto efectiva, que se adapta perfectamente al usuario (y no al revés, lo que no siempre resulta fácil) y hace sencillo su uso. Te bajas de ella con la sensación de que has encontrado tu media naranja.

Ficha técnica: Triumph Tiger 900 Rally Pro

Motor: Tricilíndrico en línea, DOHC, 4 válvulas, refrigeración líquida.

Cilindrada: 888 c.c.

Potencia máxima: 108 CV a 9.500 rpm.

Par máximo: 90 Nm a 6.850 rpm.

Distancia entre ejes: 1.551 mm.

Altura de asiento: 860/880 mm.

Peso: 228 kg (llena).

Frenos: ABS de doble canal desconectable y de accionamiento en curva, 2 discos de 320 mm delante con pinzas de 4 pistones de anclaje radial, un disco trasero de 255 mm.

Neumáticos: 90/90-21 delante y 150/70-17 detrás.

Depósito de combustible: 20 litros.