El renovado Opel Grandland ya está en los concesionarios, a partir de 22.900 euros

Poco a poco, el frontal 'Opel Vizor', elemento principal del nuevo aire de familia en la gama de la casa alemana, se va extendiendo a todos sus modelos. Lo vimos ya en la actualización del Crossland, fabricado en Figueruelas, y también es seña de identidad en la nueva generación del Mokka, un SUV elaborado ya a partir de la plataforma CMP, compartida con el Corsa y con otros modelos del grupo Stellantis como los Peugeot 208 y 2008, el DS 3 Crossback o el Citroën C4. Además, el cuadriciclo Rocks-e, hermano del Citroën Ami y para el que todavía no hay fecha de comercialización en España, tiene también cierta influencia 'Opel Vizor' en su parte delantera, y esa nueva definición estilística afecta también a la próxima generación del Astra, a la venta desde comienzos del próximo año, y llega ahora al Grandland, el SUV grande de la marca. O, mejor dicho, llegó en junio pero es ahora cuando podemos ver ese actualizado Grandland en los concesionarios españoles, en los que desembarca con precios desde 22.900 euros, o desde 30.200 si se trata de las versiones Hybrid de tecnología PHEV, siempre que apliquemos el Plan Moves.

El Opel Grandland 2021 no varía de dimensiones, con 4,48 metros de largo por 1,86 de ancho y 1,61 de alto, y lo mismo es extensible a su capacidad de maletero, con 514 litros con las cinco plazas en uso y un máximo de 1.652 si abatimos la segunda fila, aunque el volumen se reduce apreciablemente en las variantes híbridas enchufables de etiqueta Cero, que para equipajes ofrecen entre 390 y 1.528 litros, según la configuración de asientos.

Pero repasemos con más detalle todo lo que cambia. Y empezando por fuera, protagonismo para el ya citado frontal 'Opel Vizor', que en este caso se combina con la última generación de la iluminación IntelliLux LED Pixel (procedente del Insignia), en el que cada faro cuenta con 84 diodos para adaptar el haz de luz a las condiciones de la carretera y del tráfico sin deslumbrar al resto de usuarios. Además, los paragolpes y los paneles laterales de la carrocería van en el color de la carrocería y aparecen unos nuevos protectores de los bajos en negro y plata de alto brillo, mientras que la zaga se actualiza al situarse en el centro del portón tanto el nombre del modelo como el logotipo del rayo, simbolo de Opel.

Y dentro también hay novedades de calado, destacando el puesto de conducción con Pure Panel, formado por dos pantallas digitales panorámicas (la instrumentación, frente al conductor, y el sistema de infoentreteniemiento, en el centro del tablero) que aparentan ser una sola unidad. Aunque el tamaño de dichas pantallas dependerá de la versión, pues en los acabados básicos ambas son de 7 pulgadas, mientras que en las superiores la instrumentación es de 12 pulgadas y el monitor central es de 10. Asimismo, el Grandland 2021 ofrece los asientos delanteros ergonómicos con certificación AGR (Aktion Gesunder Rücken, o campaña de espaldas saludables), dotados de múltiples ajustes y disponibles con tapicería de Alcantara, calefacción y ventilación interna. El sistema de infoentretenimiento es compatible con Apple Carplay y Android Auto, e incluye el sistema Multimedia Navi Pro con información del tráfico en tiempo real, y en la dotación encontramos también cargador inalámbrico para el smartphone y servicio telemático OpelConnect con llamada de emergencia y asistencia en carretera. Y ahora el portón posterior es de tipo 'manos libres', pues se abre o cierra tras un movimiento del pie bajo el paragolpes.

A tope en seguridad activa

En el capítulo de la seguridad, el equipamiento del SUV de Opel sube enteros, pues el Grandland se convierte en el primer modelo de la marca con visión nocturna Nigth Vision, sistema que detecta peatones y animales en la oscuridad a una distancia de hasta 100 metros, avisando al conductor de su presencia. También incorpora el asistente de posición en carretera, que utiliza una cámara y sensores de radar, y combina varias ayudas de conducción: el control de crucero adaptativo, que mantiene la distancia con el vehículo que nos precede en función de la velocidad seleccionada, y el sistema de mantenimiento activo de carril, que sitúa automáticamente nuestro coche en el centro del carril. Y gracias a la función 'Stop & Go', el Grandland reanuda la marcha de forma autónoma tras una parada si esta es corta. Además, también están disponibles la cámara delantera y trasera, el asistente de aparcamiento automático o el aviso de peligros en los puntos ciegos laterales, y en la dotación de serie, incluso del nivel de acabado básico, aparecen ayudas como la alerta de colisión frontal con frenado automático de emergencia y detección de peatones, el asistente de mantenimiento de carril (el que evita que nos salgamos del mismo, no el que nos centra), el reconocimiento de señales de tráfico, la alerta de somnolencia o el control de crucero con limitador de velocidad.

En la parte mecánica, si preferimos motores tradicionales podremos elegir entre el diésel 1.5 de cuatro cilindros con 130 CV de potencia, 300 Nm de par máximo y cambio automático de ocho marchas (a partir de 4,9 l/100 km de media WLTP) y, ya en gasolina, el tricilíndrico 1.2 Turbo con inyección directa, 130 CV y 230 Nm, para el que se ofrecen dos tipos de cambio: manual de seis velocidades (gasto medio de 5,9 l/100 km) y automático de ocho (6,1 l/100 km).

Pero si queremos una etiqueta ecológica, como todavía no hay ninguna versión en la gama con el sello Eco deberemos dar el salto a las variantes híbridas enchufables, con etiqueta Cero y de las que hay dos niveles de potencia: Grandland Hybrid, con 224 CV, 360 Nm y tracción solo en el eje delantero (ahí lleva tanto el motor 1.6 Turbo de gasolina, con sus 180 CV, como el motor eléctrico, de 110 CV), y Grandland Hybrid4, con 300 CV, 520 Nm y tracción en ambos ejes (en el tren delantero lleva el 1.6 Turbo de gasolina, en este caso con 200 CV, y el motor eléctrico de 110 CV, mientras que en el trasero monta un segundo motor eléctrico, éste con 113 CV). Pero las dos versiones PHEV comparten la batería de iones de litio de 13,2 kWh, que da para cubrir, según el ciclo combinado WLTP, hasta 65 kilómetros en modo eléctrico con el Hybrid4 y hasta 64 con el Hybrid. Y la recarga completa de la batería lleva aproximadamente 2 horas si usamos un poste tipo wallbox de 7,4 kW.

Los Grandland híbridos enchufables se diferencian bastante más en materia de prestaciones. No cuando circulamos en modo eléctrico, pues ambos alcanzan una velocidad punta de 135 km/h sin emisiones, pero sí en cuanto a cifras absolutas, pues el Hybrid de 224 CV acelera de 0 a 100 km/h en 8,9 segundos y homologa 225 km/h (tiene programas de conducción Eléctrico, Híbrido y Sport), mientras que el Hybrid4 de 300 CV alcanza los 100 km/h desde parado en solo 6,1 segundos y homologa 235 km/h de velocidad máxima (en este caso hay programas de conducción Eléctrico, Híbrido, Sport y AWD).