Conducimos el DS 7 Vauban, un coche blindado resistente al ataque de armas cortas

La industria del automóvil es tan amplia y variada, que habitualmente tenemos la oportunidad de probar diferentes modelos, con distintos tamaños y carrocerías, o motores de lo más variados, ya que pueden ser eléctricos, térmicos, de gas o, incluso, de hidrógeno. Sin embargo, conducir un coche blindado es algo mucho menos frecuente, aunque esta vez sí ha sido posible. En concreto, nos hemos trasladado hasta el circuito de Mortefontaine, cerca de París, para conocer en directo y ponernos al volante del DS 7 Vauban, un vehículo blindado con el nivel de protección VPAM 4, es decir, resistente al ataque de armas cortas.

Fabricado integramente en Francia, este SUV tan especial se ensambla en la planta de Mulhouse, donde se producen todos los DS 7, y después, a menos de 100 kilómetros, la empresa especialista Welp hace la transformación, concretamente en la población francesa de Hérimoncourt, en una antigua planta de Stellantis adquirida por Welp. Todo ello en un proceso que dura aproxidamente seis meses, y con un precio a desembolsar de 165.000 euros, sin incluir impuestos. Además, y a diferencia de otros coches blindados, para conducir el DS 7 Vauban solo se necesita el carné de conducir B, cuando en otros modelos de estas características suele exigirse un permiso de vehículo pesado y una formación especial.

No obstante, no nos equivamos si decimos que realmente nos encontramos ante un coche muy exclusivo, ya que solamente se fabrica una unidad al mes de este blindado. Y si alguien lo ha pensado, este no es el vehículo con el que se mueve el presidente de la república francesa, Emmanuel Macron, ya que los jefes de Estado o los políticos de primera línea utilizan coches con un mayor nivel de protección. De hecho, en la presentación del modelo no nos facilitaron más detalles sobre ese apartado por seguridad y confidencialidad. En concreto, este DS 7 Vauban está enfocado a otras autoridades o personalidades que requieren seguridad, pero no necesitan niveles de protección tan elevados.

La unidad que la marca francesa nos mostró tomaba como base el híbrido enchufable DS 7 E-Tense 4x4 300, pero es posible solicitar otra motorización, como la diésel. No obstante, en todos los casos la conversión realizada en el coche tan solo incrementa su peso en 164 kilogramos. A grandes rasgos, Welp utiliza en esta transformación fibras de aramidas de alta resistencia, una clase de materiales ligeros especialmente resistente a los impactos y al calor; así como fibras HPPE (polietileno de alto rendimiento), acero blindado y vidrio de seguridad. Sin embargo, su blindaje apenas es perceptible desde el exterior, un punto que Welp destaca positivamente: "es importante que nadie sepa que estamos ante un coche blindado".

Este moderado incremento de peso no afecta realmente a la parte técnica del SUV, y no hay variaciones en el chasis, el motor, los frenos, o la amortiguación DS Active Scan Suspension, controlada por cámara. Equipa los componentes convencionales del modelo francés,y tiene el mismo diámetro de giro, de 10,45 metros. Y en lo que respecta a sus prestaciones, las cifras son prácticamente iguales, pues el DS 7 Vauban acelera de cero a 100 km/h en 6,1 segundos, y el DS 7 convencional lo hace en 5,9 segundos.

DS Automobiles nos permitió conducir el coche brevemente dentro de un circuito, con tres actividades: eslalon con frenada de emergencia, velocidad constante dentro de una pista oval y un pequeño trazado con curvas serpenteantes. Una serie de ejercicios donde pudimos comprobar que, efectivamente, los 164 kilogramos adicionales no se notan en la dinámica del coche, ya que cumplió satisfactoriamente en todos los apartados, como las aceleraciones, las frenadas y los diferentes giros, ya fuesen suaves o bruscos.

Mientras, en el interior apenas hay cambios, salvo la adición de equipamiento de seguridad, como extintores automáticos, intercambiador o ventilación de circuito cerrado, entre otros. También es posible instalar una sirena, pero para ello es necesario tener una autorización previa de las autoridades pertinentes. En lo que se refiere al confort, en la conversión se pueden incorporar tomas de USB adicionales, luces de lectura u otros elementos de personalización, como colores en la carrocería, molduras interiores, bordados o portabanderas, por mencionar algunos ejemplos.

De hecho, en el puesto del conductor no percibimos ninguna modificación, pero sí hay algunas diferencias en el habitáculo. Comenzando por las puertas, que son algo más gruesas al haberse introducido nuevos materiales, al igual que los cristales, pues si en el DS 7 convencional tienen cuatro milímetros de grosor, en el DS 7 Vauban son de 22 milímetros. Además, en las plazas de la segunda fila, detrás del reposacabezas, se ha instalado otro cristal para reforzar la seguridad de los ocupantes, ya que si el coche no contase con él, en un hipotético tiroteo que se produjera con el maletero abierto, las balas podrían penetrar en el interior.