Probamos el nuevo Renault Captur, mejorado y más barato, y con cinco mecánicas

Tras unos años en los que Renault fue muy fuerte en el segmento B del mercado, con representantes de tanto éxito como el Clio o la primera generación del Captur, que se adelantó a la mayoría de sus rivales, y el buen papel del Zoe, que se mantuvo largo tiempo como el coche eléctrico más vendido en Europa, en la firma del rombo decidieron que había más dinero en juego, y más posibilidades de sumar beneficios, si también sacaban músculo en el segmento C, vital en nuestro continente y con productos de mayor valor.

Esa apuesta por el segmento C se tradujo en la llegada de un Mégane eléctrico, pero también en la comercialización del Arkana, clave para países como el nuestro, y en la sustitución del Kadjar, un SUV que nunca alcanzó las ventas previstas, por el Austral, creado desde cero a partir de la nueva plataforma CMF-CD, que compartiría con otros dos SUV fabricados en Palencia: el nuevo Espace y el Rafale, ambos pisando ya en el segmento D por su mayor tamaño.

Pero, además, Renault acompañó esa ofensiva en el segmento C, culminada con la llegada del galardonado Scenic eléctrico, de otras decisiones que parecen estar saliendo bien: por un lado, incrementar la presencia de mecánicas híbridas en sus gamas, tras unos años en los que parecía descuidar esa tecnología en favor del eléctrico puro (Twizy, Zoe, Kangoo Z.E. y Fluence Z.E.); por otro, volcarse en el mercado de clientes particulares, donde hay más margen que en otros, como las ventas a empresas o a alquiladores.

Y una vez que Renault se ha hecho fuerte en el segmento C, la marca liderada por Luca de Meo mira de nuevo hacia abajo y centra buena parte de sus planes de expansión en el segmento B, la otra gran pata del mercado europeo, pues copa el 33% de las matriculaciones. De ahí que en los próximos dos años vayamos a ver tres nuevos eléctricos de la casa francesa en esa categoría (al Renault 5 que empieza a venderse este año le seguirá el Renault 4 en 2025 y un nuevo Twingo en 2026), y de ahí también que meses atrás se haya actualizado a fondo el Clio, reforzado con una política de precios muy agresiva, o que también el Captur sea renovado ahora, lo que se adereza con el reajuste a la baja de su factura. Es decir, que Renault quiere apostar con mucha fuerza por el segmento B-SUV, dejando hueco para que, en breve, se intercale un nuevo modelo SUV a caballo entre B y C: el Symbioz, derivado realmente del Captur y que, como este, se fabricará en Valladolid.

Al volante del actualizado Captur nos acabamos de poner, un modelo que, como el Clio, ha sido reestilizado por el equipo que dirige la valenciana Paula Fabregat, responsable de Diseño de Renault en el segmento B. Ella es, precisamente, quien nos explica los principales cambios en el exterior, que incluyen un capó delantero más plano que refuerza su aspecto SUV, una nueva parrilla frontal, faros principales Full LED rediseñados y horizontales, luces diurnas en vertical o, ya en la parte trasera, ópticas de la misma forma que antes pero modernizadas con tulipas de cristal transparente y una zona inferior, por debajo del paragolpes, de forma más geométrica. Y a todo eso se suma una nueva gama de colores de carrocería.

Modificaciones bastante evidentes que permiten diferenciar fácilmente a este renovado Captur del modelo anterior; y especialmente cuando se trata de un Captur Esprit Alpine, pues la incorporación a la gama de este nuevo acabado, que ya estaba presente en otros coches de Renault, apareja llantas de aleación específicas de 19 pulgadas y, ya en el interior, algunos detalles de personalización aquí y allá, como banderitas francesas decorando varias zonas, pespuntes especiales en la tapicería o una pieza en azul degradado sobre el salpicadero. Y si el nuevo Captur hace un uso más generalizado que antes de los materiales reciclados y reciclables, la terminación Esprit Alpine lleva al extremo esa política, pues el 26% de sus revestimientos son de tipo sostenible.

No queda ahí la cosa, porque en el habitáculo del Captur encontramos una nueva pantalla central táctil de 10,4 pulgadas, vinculada al sistema de infoentretenimiento Open R-Link y ahora con Google integrado, permitiendo acceder a muchas informaciones tras pronunciar el consiguiente “Hey Google”. Hay más de 50 aplicaciones disponibles, con funcionalidades de todo tipo, y los amantes de la buena música pueden dotar ahora su Captur con un sistema de sonido Harman/Kardon de 410 vatios con nueve altavoces. Y en la instrumentación digital, de 10,3 pulgadas, podemos visualizar también el mapa de navegación, como parte de sus posibilidades de configuración.

Cambios técnicos también

Pero no hay que pensar que la actualización del Captur se limita a una nueva imagen externa, algunas modificaciones en el interior o mejoras en el equipamiento, pues Renault ha aprovechado para retocar algunos órganos mecánicos que consideraba mejorables, como la dirección asistida, que recibe una nueva calibración para optimizar el tacto de conducción, o unos amortiguadores también nuevos.

Además, la versión E-Tech Full Hybrid, con el conocido motor híbrido autorrecargable de 145 CV, estrena un nuevo botón e-Save que permite reservar como mínimo un 40% de la energía que cabe en la batería para un uso posterior, ya sea para circular uno o dos kilómetros en modo eléctrico exactamente por donde queramos, o para que el motor eléctrico pueda apoyar al propulsor de gasolina en un próximo repecho, por ejemplo.

Pero es el único cambio técnico en esa mecánica híbrida, formada por un 1.6 de gasolina atmosférico que aporta unos 90 CV, dos motores eléctricos con tamaños y funciones diferentes, la batería de 1,2 kWh y el cambio automático multimodo de seis velocidades y 14 posibles combinaciones de funcionamiento. Sigue presumiendo de la etiqueta eco de la DGT, de sus 4,6 l/100 km de gasto medio en ciclo WLTP y de una autonomía teórica que rebasa los 1.000 kilómetros. Bien para viajes, pero bien también en la ciudad, pues la firma del rombo recuerda que, según sus pruebas, el 80% del tiempo de circulación urbana se realiza con el motor de gasolina apagado, lo que supone un ahorro de combustible del 40% en ese entorno. Y damos fe, porque esta fue la versión probada durante el test, y callejeando es factible mantener el gasto por debajo de los cuatro litros cada 100 kilómetros. En carretera, a 90 km/h de crucero, mejor pensar en 5,5 l/100 km reales, y en 6,3 l/100 km cuando rodamos por autovía a 120 km/h. Así las cosas, puede que los 4,6 litros de gasto oficial sean posibles cuando hacemos mucha ciudad, aunque para usos más interurbanos, un promedio entre cinco y seis litros parece más razonable.

Y no es el único motor de la renovada gama Captur, pues hay otras cuatro mecánicas para elegir, casi todas también con etiqueta ambiental eco. Es el caso del motor 1.0 Eco-G de 100 CV, un tricilíndrico, asociado a un cambio manual, que puede funcionar tanto con gasolina como con GLP, y lleva ahora la autonomía máxima teórica a 1.300 kilómetros, pues el depósito de gas ha pasado de los anteriores 32 litros a los 40 que caben ahora.

También con distintivo eco encontramos en la gama el motor TCe 140 MHEV, con cambio manual, y el TCe 160 MHEV, con caja automática EDC7 de doble embrague y siete marchas; mecánicas 1.3 de cuatro cilindros con turbo e hibridación suave en ambos casos. Y como acceso a la gama está el TCe 90, un 1.0 también turboalimentado y con etiqueta C, ligado a la factura más baja, pues con acabado básico Evolution su precio arranca en 21.039 euros, descuento incluido. Por comparar, el Captur E-Tech Full Hybrid 145 más asequible, también con equipamiento básico Evolution, parte de 26.665 euros; aunque no hace falta trepar tan alto en precio para hacernos con una variante de etiqueta eco, pues el Captur Eco-G 100 GLP, con nivel de acabado Evolution, parte de 22.688 euros, descuento incluido.

Sin embargo, el que definitivamente se queda fuera de la gama Captur es el motor híbrido enchufable, que dejó de ofrecerse hace unos meses porque, según la marca francesa, en este segmento la demanda de vehículos con tecnología PHEV es muy baja. Es decir, no hay ya un Captur con etiqueta cero emisiones de la DGT, aunque cuatro de los cinco motores que componen la gama gozan de etiqueta eco, y parece que eso será más importante de cara a las matriculaciones.

Probamos el híbrido de 145 CV

Pero para la presentación del renovado B-SUV de Renault disponemos solo de la versión E-Tech Full Hybrid de 145 CV, con la que cubriremos un largo recorrido, dentro de la comunidad madrileña, que nos permitirá hacer mucha ciudad y también bastante ruta interurbana: autovía, carreteras de todo tipo... Y cuando te aproximas al coche, es fácil percibir que muchas cosas han cambiado, sobre todo en el frontal o, si se trata de la nueva versión Esprit Alpine, en el lateral, donde las llantas de aleación de 19 pulgadas logran que el coche tenga un aspecto más deportivo. Impresión que se extiende al habitáculo, pues los asientos del acabado Esprit Alpine son bastante deportivos y resultan muy cómodos. Además, la nueva pantalla central confiere un aspecto más tecnológico y refinado al puesto de conducción, y rápidamente observamos en el extremo izquierdo del salpicadero los dos nuevos botones incorporados: el llamado My Safety Switch, que pulsaremos dos veces, tras encender la mecánica, para recuperar fácilmente nuestros ajustes preferidos y previamente seleccionados de los asistentes ADAS, y el de la función e-Save, que permite guardar como mínimo un 40% de la batería; aunque eso no creemos que vaya a ser muy usado normalmente porque la diferencia entre pulsarlo y no hacerlo es pequeña en la práctica.

Y durante la marcha, volveremos a comprobar que esta mecánica se adapta como un guante al Captur, garantizando consumos realmente bajos en ciudad y periferia, y aportando un nivel de prestaciones correcto para lo que pide la mayoría en este segmento de mercado: aceleración de cero a 100 km/h en 10,6 segundos y velocidad punta limitada electrónicamente a 170 km/h. Además, sí se aprecian las mejoras en la dirección asisitida, porque el coche parece más preciso en tramos de curvas o al sortear rotondas, y también la suspensión trabaja mejor que antes, conteniendo con mayor firmeza los balanceos, pero sin restar comodidad.

En todo el recorrido nos llama la atención positivamente la sensación de refinamiento general, pues incluso al circular por asfaltos rugosos o imperfectos no se escuchan vibraciones ni crujidos, y los materiales que revisten puertas o salpicadero, sin ser de primerísima calidad, parecen robustos y bien ajustados. Además, el Captur es un SUV amplio, con una carrocería de 4,24 metros de longitud por 1,80 de anchura y 1,58 de altura bien aprovechada, e incluso capacitada para asumir ciertos retos familiares. En ese sentido, nos parece un equipamiento clave su banqueta trasera corredera longitudinalmente, pues podemos variar hasta 14 centímetros su posición para disponer de más hueco para las piernas en la segunda fila, en cuyo caso el maletero tendrá un volumen de 422 litros, o más capacidad para equipaje, ya que si avanzamos por completo la segunda fila, el maletero crece a 536 litros. Eso es así para todas las versiones, excepto para la dotada de la mecánica híbrida autorrecargable de 145 CV, pues la batería de propulsión eleva el suelo de carga y reduce el volumen, de manera que el maletero homologa 326 litros con la banqueta atrás del todo y 440 litros si la avanzamos. En todo caso, amplio volumen también.