Al volante del Hyundai Santa Fe, un SUV híbrido de siete plazas con un diseño rompedor

El Santa Fe llegó al mercado por primera vez en el año 2000, y entre sus cuatro generaciones, Hyundai ha vendido ya 41.200 unidades en nuestro país. Ahora, la marca coreana inicia la comercialización de la quinta generación de su modelo SUV más grande a la venta en Europa, con un cambio radical respecto a su predecesor y acompañado de multitud de argumentos de peso. Por ejemplo, un diseño diferente a lo que estamos acostumbrados en Hyundai, un interior con mucha tecnología y espacio para siete pasajeros repartidos en tres filas, y dos mecánicas electrificadas: un híbrido convencional (HEV), que ya hemos tenido ocasión de conducir, y un híbrido enchufable (PHEV). Y esto quiere decir que el diésel dice adiós, porque no se ofrecerá una mecánica de este tipo en la quinta generación.

Es cierto que referirse a la estética de un coche es algo muy subjetivo, pero la imagen del nuevo Santa Fe debe ser calificada de rompedora, con un aspecto robusto y líneas cuadrangulares que, probablemente, no dejen indiferente a nadie. "Su desarrollo comenzó en plena pandemia, y Hyundai se basó en el contacto con la naturaleza, de ahí su gran espacio exterior e interior", nos explica el español Eduardo Ramírez, nombrado recientemente jefe de Diseño de Hyundai Design Europe. De hecho, el Santa Fe parece enorme en directo, pero en realidad es prácticamente igual a su antecesor. En cifras, mide 4.830 milímetros de largo, 1.900 de ancho y 1.770 de alto, mientras la anterior generación medía 4.785 milímetros de longitud, 1.900 de anchura y 1.685 de altura. Para ponerlo en contexto, por ejemplo, un Renault Espace mide 4.722 milímetros de largo, 1.843 de ancho y 1.645 de alto; de forma que la diferencia con el SUV francés no es abismal

En el frontal destaca una línea a nivel del capó muy elevada y unos faros delanteros en forma de H. En el lateral vemos una línea del techo plana, volúmenes generosos en los guardabarros, robustos espacios para las ruedas y llantas de aleación que pueden ser de 18 o 20 pulgadas, según la motorización. Y en la parte posterior, sin duda, llama la atención su enorme portón, más ancho que en su predecesor, junto a unos grupos ópticos traseros que también tienen forma de H. Hay 10 colores disponibles, cinco de ellos nuevos: Ocado Green, Terracotta Orange, Cyber Sage, Earthy Brass y Pebble Blue.

Dentro, mucho espacio y tecnología

El interior del nuevo Santa Fe se caracteriza por la presencia de mucha tecnología. Incorpora una primicia en la marca, la pantalla panorámica curva, que combina en un panel digital de 12,3 pulgadas el sistema de infoentretenimiento y la pantalla central, con conectividad inalámbrica a Android Auto y Apple CarPlay. Por debajo se ubica otra pantalla de 6,6 pulgadas para controlar la climatización. Y más abajo hay diferentes botones para manejar funciones del coche, como los modos de conducción o el control de descenso. La bandeja central es de grandes dimensiones, y en ella hay un doble sistema de recarga inalámbrica de 15 vatios para teléfonos móviles y dos portabebidas. Encima de la guantera, en el lado del pasajero, destaca la presencia de un compartimiento esterilizador por rayos ultravioletas, ya que, como decíamos, el desarrollo del coche se produjo durante la pandemia. Y la marca ha decidido mantener ese sistema.

Disponible con tapicería de tela, cuero y cuero Napa en función del acabado seleccionado, el Santa Fe dispone de hasta siete asientos (2+3+2), pero las dos plazas traseras se pueden abatir para que quede un suelo plano. La distancia entre ejes ha aumentado, pues en esta nueva generación llega a 2.815 milímetros, cuando en su predecesor era de 2.765 mm. Y en lo que respecta a su capacidad de carga, con cinco plazas el maletero es de 725 litros, y puede llegar a 1.942 si se abate la segunda fila.

En las filas primera y segunda hay un amplio espacio en todos los sentidos, ya sea el sitio restante para colocar las piernas o la distancia de la cabeza hasta el techo. En nuestra prueba también montarnos en la tercera fila, y ahí pueden viajar dos adultos, si tomamos como referencia a una persona de 1,70 metros. Eso sí, es cierto que en esta tercera fila las piernas no pueden ir igual de estiradas, pero se puede viajar sin inconvenientes, siempre y cuando no estemos ante un trayecto de muchas horas. A modo de ejemplo, en la segunda fila hay 1.075 milímetros de espacio para las piernas, y en la tercera, solo 761. Y debido al diseño del SUV coreano, sin caída del techo en la parte posterior, hay el mismo espacio para la cabeza en la segunda fila y en la tercera. Además, en esta última fila, hay a cada lado una rejilla de ventilación, un botón para activar o desactivar el aire acondicionado, un puerto de salida USB y una toma de 220 voltios.

En lo que respecta a las motorizaciones, el nuevo Santa Fe se ofrece como híbrido convencional (HEV) e híbrido enchufable (PHEV). El primero tiene 215 CV de potencia, fruto de combinar un motor de gasolina de 160 CV y uno eléctrico de 47,7 kW (65 CV), junto a una batería de 1,49 kWh de capacidad. Cuenta con transmisión automática de seis velocidades, tracción total 4WD y porta la etiqueta medioambiental eco de la DGT. Respecto al híbrido enchufable, su potencia total es de 253 CV, también con tracción 4WD. Y en este caso, su mecánico combina el motor térmico de 160 CV y uno eléctrico de mayor potencia, 72 kW (98 CV), equipando una batería de 13.8 kWh de capacidad que proporciona una autonomía eléctrica combinada de 54 kilómetros, según el ciclo WLTP. En este caso, le corresponde la etiqueta cero.

Sensaciones al volante

Nuestro Santa Fe de pruebas nos espera en la estación de tren de Valencia. Con él realizaremos una ruta por la capital y sus alrededores, con prioridad para carreteras comarcales y locales, pero también algo de callejeo. Gracias a las grandes dimensiones del Santa Fe, que logran llamar la atención a su paso, la primera sensación que percibes del interior es su gran espacio y alta carga tecnológica. No obstante, es fácil aclimatarse al coche porque todo parece estar bien ordenado. Además, la sensación de calidad percibida en el habitáculo es muy alta, con buenos materiales, tanto a la vista como al tacto, y estupendos ajustes. Nos colocamos el asiento, con reglajes eléctricos, así como el volante, en este caso con reglajes manuales tanto para altura como para la profundidad. El selector del cambio está ubicado en la columna de dirección, y realmente es grande, aunque en este coche no desentona. El conductor tiene ante sí la citada pantalla panorámica curva de 12,3 pulgadas y el Head-up Display sobre el parabrisas, para tener muy a la vista toda la información relativa al coche y al viaje, como indicaciones de la navegación o velocidad.

Nos ponemos en marcha y las primeras sensaciones son muy positivas. Se percibe un SUV aplomado, con una buena puesta a punto del chasis, equilibrado en líneas generales. Por ejemplo, la dirección resulta precisa, y al giro de volante te habitúas muy pronto. Tampoco sentimos balanceos de la carrocería, ni en una aceleración, ni al tomar una rotonda un poco más rápidos de lo habitual. La suspensión trabaja muy bien, y cuando recorres kilómetros con el Santa Fe lo aprecias como un coche confortable. Y con los frenos sucede lo mismo, con un buen tacto de pedal y una frenada impetuosa. De hecho, el único aspecto que cambiaríamos sería el asistente de mantenimiento de carril, demasiado intrusivo, pero es posible desconectarlo en el menú de ajustes del coche.

La mecánica híbrida con 215 CV de potencia no genera unas prestaciones espectaculares, pues esta versión del Santa Fe acelera de cero a 100 km/h en 9,8 segundos y anuncia una velocidad punta, autolimitada, de 180 km/h. Pero, a pesar de sus 2.040 kilogramos, en nuestra prueba sí nos pareció que movía con garantías el conjunto. Ya fuese en una incorporación rápida o en una salida con premura de una rotonda, nos convenció el resultado. Además, hay tres modos de conducción para variar el comportamiento y rendimiento (Eco, Sport e Individual), además de otros tres programas de todoterreno específicos: arena, barro y nieve.

Respecto al consumo, homologa 7,3 l/100 km en ciclo combinado WLTP. En un inicio, nuestro gasto se movió en torno a los ocho litros, para después ir bajando a cifras de entre 6,5 y 7,0 l/100 km. Necesitaríamos más tiempo y realizar diferentes recorridos para sacar conclusiones claras, pero creemos que este motor híbrido del Santa Fe se moverá fácilmente en torno a las cifras oficiales.

En el apartado de seguridad y asistentes a la conducción (ADAS), el Santa Fe destaca por incorporar un extenso equipamiento. Destacan el asistente a la frenada de emergencia, el sistema activo de ángulo muerto, el asistente de mantenimiento de carril, el asistente de salida segura (mantiene las puertas bloqueadas y advierte si se detecta un riesgo de colisión con un vehículo en el punto ciego), el control de crucero inteligente, el asistente de conducción en autopista (ayuda al conductor a mantener una distancia de seguridad con el vehículo que le precede y le asiste adelantando a los vehículos más lentos que circulan por delante), el monitor de ángulo muerto o el Remote Smart Parking Assist, que ayuda a los conductores a entrar y salir de las plazas de aparcamiento a distancia, ya que al pulsar el botón de la llave inteligente, el vehículo avanza o retrocede.

¿Cuánto cuesta el nuevo Santa Fe?

Antes de referirnos a sus precios, es importante explicar que el nuevo Santa Fe se comercializa con cuatro acabados: Maxx, Tecno, Style y Calligraphy. Por el momento, se desconoce si habrá también una terminación N-Line, de carácter más dinámico. La tarifa de salida la marca la versión híbrida con el acabado Maxx, desde 57.020 euros, mientras el híbrido enchufable parte de 59.820 euros. Pero a estas cifras se pueden restar varios descuentos. En primer lugar, una campaña de la marca de 2.000 euros en el híbrido y de 1.000 en el híbrido enchufable. Y otros, como 1.400 euros de rebaja extra si hay financiación. Por último, si un cliente entrega un coche a cambio, hay que restar otros 1.300 euros en el híbrido y 1.210 en el enchufable, para el que se contempla también el cargador doméstico de regalo.