California cuestiona el coche autónomo: reduce a la mitad la flota de robotaxis de Cruise

A comienzos de 2022, la compañía americana Cruise, perteneciente al fabricante General Motors, comenzó a prestar servicio al público en San Francisco, al norte de California, con una flota de robotaxis, es decir, coches 100% autónomos con el nivel 5 de conducción automatizada, el máximo en la escala, que no requiere tener un conductor al volante. Desde entonces, estos vehículos han sido noticias por tener algunos accidentes o escenas variopintas. Sin embargo, en las últimas fechas, varios sucesos de diferente índole, entre ellos un accidente, han llevado a las autoridades de California a tomar la decisión de reducir de forma inmediata un 50% la flota de Cruise para evitar nuevos incidentes. De este modo, sus vehículos seguirán operando, pero con 50 vehículos durante el día y 150 por las noches, al menos, hasta que se complete la investigación y se determine con claridad qué ha ocurrido.

Y es que esta cadena de sucesos comenzó el pasado 11 de agosto por la noche, cuando 10 robotaxis dejaron de funcionar y bloquearon una calle cerca de un festival de música en North Beach, provocando fuertes retenciones de tráfico que duraron más de 20 minutos, según revelaron atónitos los allí presentes a través de las redes sociales. Cruise no tardó en pronunciarse y afirmó que esta situación se había producido por problemas de conectividad inalámbrica de la red de telefonía, posiblemente, por la gran presencia de público en las cercanías.

Poco después, el pasado 15 de agosto, otro Chevrolet Bolt completamente eléctrico de Cruise se hizo viral al atascarse en el cemento fresco de una obra de repavimentación de la avenida Golden Gate, en San Francisco. Pese a que la obra estaba señalizada con conos y había trabajadores con banderas, el robotaxi no tuvo la capacidad de darse de cuenta del escenario y así evitar encallarse en el cemento. Afortunadamente, el coche circulaba vacío. Lejos de quedarse en una anécdota, dos días después, el 17 de agosto, otro Cruise fue noticia, esta vez por un motivo más serio, al tener un accidente contra un camión de bomberos que acudía a una emergencia. Pese a que la compañía americana ha afirmado que su vehículo redujo la velocidad, no fue suficiente para evitar el siniestro y, como resultado, el pasajero que iba dentro del robotaxi tuvo que ser trasladado al hospital aquejado de dolor de cabeza.

No obstante, Cruise emitió un comunicado con los primeros datos de la investigación que se está llevando a cabo del accidente, e indicó "varios factores que agregaron complejidad al siniestro". En primer lugar, las calles donde tuvo lugar el incidente tienen cruces ciegos, en los que no es posible ver los vehículos con anterioridad, máxime en una situación de este tipo. En un segundo término, el vehículo de emergencia circulaba en el carril contrario, al que se había movido para evitar el semáforo en rojo, y por último, que el robotaxi sí inició una maniobra de frenado, pero no fue suficiente para esquivar la colisión.

Este conjunto de sucesos ha llegado, curiosamente, cuando Cruise había recibido semanas atrás la aprobación por parte de la Comisión de Servicios Públicos de California para ampliar las operaciones comerciales en San Francisco. Sin embargo, los últimos incidentes acaecidos han llevado a las autoridades americanas a dar marcha atrás y frenar este avance de los robotaxis en la ciudad.

No obstante, Cruise se ha defendido de lo sucedido y se ha mostrado dispuesta a colaborar con las autoridades: "Más de cien personas pierden la vida cada día en las carreteras estadounidenses, y muchas otras resultan gravemente heridas. Creemos que está claro que Cruise tiene un impacto positivo en la seguridad vial general y esperamos trabajar con las instituciones para realizar mejoras y proporcionar los datos que necesitan para reforzar la seguridad y eficiencia de nuestra flota", explicaba la compañía americana.

Caso omiso a la policía

Otro coche de Cruise vivió un episodio cuanto menos anecdótico con una patrulla policial. Fue en abril de 2022, poco tiempo después de comenzar su actividad en San Francisco, cuando uno de estos robotaxis circulaba de noche con las luces apagadas. En ese momento, un coche de policía se situó detrás, activo sus luces rotatorias e hizo sonar su sirena. Señal inequívoca de dar el alto a un conductor. Pero no para un vehículo que circula sin taxista, sin viajeros y las puertas están bloqueadas.

De este modo, el taxi se detuvo en un semáforo en rojo, y cuando los agentes se situaron detrás del vehículo, y se acercaron a pie al coche, este reemprendió la marcha con decisión al ponerse la luz verde. Una situación surrealista grabada por un peatón, que mostró el desconcierto de los policías. Poco después, el Chevrolet Bolt EV autónomo de Cruise activó su intermitente derecho, se aproximó a la acera y se detuvo, esta vez con sus luces de emergencia encendidas, pero todavía con los faros apagados. El vehículo policial llegó hasta él de nuevo, y los tres oficiales volvieron a bajar del coche, todavía desconcertados por la decisión. Ante la viralización del momento, Cruise emitió un comunicado en sus redes sociales donde explicaba que estaban cooperando con la policía para resolver situaciones como la acontecida.

Y es que desde su puesta en marcha, Cruise ha sufrido diferentes incidentes, pero la cercanía de los últimos sucesos, y la presencia de un herido, ha llevado a California a tomar esta decisión inmediata. Sin embargo, con anterioridad, estos robotaxis han vivido situaciones similares, como un bloqueo del tráfico aún mayor en julio de 2022, ya que tuvo una duración de dos horas; varios coches de la compañía se vieron enredados en un tendido eléctrico tras una fuerte tormenta; o una unidad sufrió un accidente contra un autobús. En definitiva, sucesos que, al menos de momento, han frenado el avance de Cruise y del coche autónomo en California.