Alpine desarrolla el prototipo Alpenglow Hy4, un superdeportivo de hidrógeno de 340 CV

En el Salón del Automóvil de París de 2022, Alpine presentaba el prototipo Alpenglow Hy4, que simbolizaba los estudios iniciados por la marca sobre el motor térmico de hidrógeno para automóviles deportivos y de carreras. Un concept-car que también mostraba futuros rasgos de diseño e innovación de la marca. Sin embargo, la firma gala ha seguido trabajando y desarrollando este superdeportivo hasta revelar un prototipo funcional el pasado 10 de mayo. El principal motivo es que Alpine apuesta por el hidrógeno como una tecnología con alto potencial para la competición en el futuro, ya sea en la resistencia o incluso en la Fórmula 1.

"En nuestro enfoque de participación activa en la descarbonización del motorsport consideramos que la solución del motor de combustión interna de hidrógeno es muy prometedora. Sabemos que el hidrógeno será un paso esencial en la descarbonización de las próximas generaciones de coches de resistencia y podría llegar también a la Fórmula 1 al evolucionar a un almacenamiento en forma líquida para ganar compacidad y rendimiento. Alpenglow es el ejemplo perfecto de esto y un verdadero laboratorio tecnológico sobre ruedas para el desarrollo de los motores de hidrógeno del futuro", explica Bruno Farmin, director de Alpine Motorsport.

Así es el Alpenglow Hy4

El prototipo utiliza un chasis de carbono de la categoría LMP3. Bajo el capó se encuentra un motor de cuatro cilindros en línea turboalimentado de 2.0 litros con una potencia de 340 CV. Este se alimenta de hidrógeno con inyección directa a 40 bares de presión e inyección de agua para reducir las emisiones de NOx. Puede alcanzar un régimen máximo de 7.000 revoluciones por minutos y está acoplado a una caja de cambios secuencial de carreras con embrague centrífugo. Sus prestaciones son comparables a las de su equivalente de gasolina, con una velocidad máxima próxima a 270 km/h.

Alpine afirma que el desarrollo de este tipo de motor ha requerido de un trabajo especial, ya que el hidrógeno se inyecta en forma de gas, de modo que complica la creación de una mezcla homogénea si se compara con la gasolina, donde se inyecta en forma de gotas. El hidrógeno tiene la capacidad de quemarse a tasas de concentración mucho más variadas, entre un 4% y un 76%, con mezclas pobres o ricas. Trabajos de adaptación y desarrollo en el motor, que han servido de experiencia a los ingenieros de Alpine Racing de cara a una segunda versión rodante que se presentará antes de finales de 2024.

Los tres depósitos del Alpenglow Hy4 almacenan el hidrógeno en forma gaseosa (2,1 kilogramos cada uno) a alta presión: 700 bares. Están repartidos en los pontones laterales y en la parte trasera del cockpit y se han instalado en compartimentos ventilados y estancos. Además, un regulador de presión permite pasar de 700 a 200 bares antes de bajar a 40 bares en inyección directa en la cámara de combustión.

En su desarrollo, se ha prestado especial atención a la seguridad. De hecho, los depósitos están certificados bajo el Reglamento 134 (norma europea de homologación), se han instalado válvulas para una rápida evacuación del combustible en caso de incendio, se ha implementado un procedimiento de arranque estricto con numerosos controles y un sistema codificado por colores que alerta al piloto y a los servicios de emergencia, según el grado de urgencia de cada tipo de incidente.

Ahora, Alpine ha dado más detalles sobre las proporciones del superdeportivo, aunque ha habido cambios en él. Y es que la cabina se ha ampliado para alojar dos asientos, ya que antes era un monoplaza, y se le ha otorgado una mayor altura a la vez que se conserva la ubicación de los depósitos que siguen alojados en los pontones laterales y detrás de la cabina. Las vías se han ampliado a 2,10 metros para una anchura total de 2,15. Su longitud es de 5,20 metros y la altura de 1,10.

La marca francesa destaca aspectos estéticos y aerodinámicos del Alpenglow Hy4. Por ejemplo, la parte delantera ha sido diseñada para evocar un cometa, o la trasera, que simboliza el hidrógeno y el vapor de agua que emite su combustión. Para ser más eficiente aerodinámicamente, el splitter delantero ha sido rediseñado para permitir una gran entrada de aire que recorre la cabina y se vuelve más fina en la zaga, al igual que el difusor trasero. Además, se han integrado nuevas tomas de aire para alimentar los radiadores de aceite y de agua, con una forma más cercana a la de los coches de competición. Incluso, la parte trasera de tipo long tail evoca al Alpine A220 de finales de los años 60, según el fabricante.

Para acceder al prototipo es necesario abrir sus puertas de tipo tijera, y que piloto y pasajero se deslicen sobre los pontones laterales para llegar así a los asientos deportivos baquets. El conductor tiene ante él un triángulo que cumple varias funciones visuales, y que incluso puede cambiar de color para evocar, por ejemplo, el nivel de fuerzas G en tiempo real, el régimen del motor o dar información sobre el cambio de marchas.

El salpicadero está formado por un travesaño tubular de color magenta parcialmente oculto por un perfil en forma de ala de avión. El botón de arranque también luce en este tono, con botones que provienen del Alpine A110 y el volante de los coches de carreras de la marca. En el habitáculo destacan materiales como la fibra de carbono, el aluminio o los revestimientos de alcantara decorados con patrones impresos en 3D. Por último, se han integrado ubicaciones específicas para colocar minicámaras de acción para inmortalizar el sonido y la imagen de las vueltas en pista del Alpenglow Hy4.