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Horse y su centro de I+D, donde el talento español investiga alternativas al coche eléctrico
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Cuenta con una plantilla de 715 empleados

Horse y su centro de I+D, donde el talento español investiga alternativas al coche eléctrico

Visitamos en Valladolid el centro de I+D de Horse, la 'joint venture' creada por el Grupo Renault y la china Geely, dedicada a desarrollar motores de combustión e híbridos, sin olvidar el hidrógeno o los combustibles sintéticos

Foto: Perfeccionar la hibridación es uno de los pilares de esta compañía. (Horse)
Perfeccionar la hibridación es uno de los pilares de esta compañía. (Horse)

Hace ocho meses nacía la empresa Horse, a raíz de la decisión impulsada por Luca de Meo, presidente de Renault Group, de crear distintas divisiones orientadas a objetivos concretos. Y si Ampere sería desde entonces la encargada de desarrollar nuevos modelos eléctricos, Horse estaría destinada al desarrollo e investigación de motores de combustión e híbridos, sustentada tambièn por el grupo chino Geely y, quizás a corto o medio plazo, por la petrolera saudí Aramco. No obstante, Horse se define como "un proveedor mundial de soluciones innovadoras para sistemas de propulsión", pero independiente. Es decir, el grupo Renault y sus marcas son sus principales clientes, con un acuerdo de al menos 10 años de duración, pero la empresa puede firmar contratos con cualquier otro cliente. "Somos una empresa autónoma, independiente, con activos y empleados propios", matizan.

placeholder Horse se encarga de diseñar y desarrollar todos los componentes del tren motriz.
Horse se encarga de diseñar y desarrollar todos los componentes del tren motriz.

Actualmente, Horse cuenta con 9.000 empleados en siete países diferentes, ocho plantas de fabricación en el mundo, una de ellas en Sevilla, y tres centros de I+D, uno de ellos en Valladolid, lugar hasta el que se ha trasladado El Confidencial, en la primera visita organizada para medios de comunicación desde su nacimiento. El centro en el que nos encontramos, repleto de coches de Renault y Dacia, muchos de ellos camuflados para las numerosas pruebas que realizan dentro y fuera de las instalaciones, fue fundado en 1965 como fábrica de motores de Renault. Ahora, trabajan en él 715 empleados, siendo el 65% ingenieros y el 35% restante técnicos especializados, con más de 10 años de experiencia en más del 70% de la plantilla.

La apuesta de Horse es clara: "democratizar la tecnología de motor". Es decir, ser una alternativa al coche eléctrico, pero siempre con la premisa de lograr una movilidad neutra en CO2. Para ello, la compañía trabaja en ofrecer una gama completa de tecnologías en todos los componentes (motor, caja de velocidades, sistema de hibridación y baterías), y que sus sistemas de propulsión estén preparados para todo tipos de energías, desde las presentes, como la gasolina y el diésel, hasta alternativas como los combustibles sintéticos o el hidrógeno.

placeholder En este centro trabajan 715 personas, el 65% son ingenieros y el 35% técnicos.
En este centro trabajan 715 personas, el 65% son ingenieros y el 35% técnicos.

Durante nuestra visita, los responsables de Horse nos explican cómo su hoja de ruta se basa en tres pilares fundamentales. El primero, mejorar la eficiencia de la combustión interna del motor. El segundo, perfeccionar la hibridación a través de la optimización de las baterías, de la electrónica de potencia y del motor eléctrico. Y, como tercer pilar, trabajar en los mencionados combustibles sintéticos o e-fuels. De hecho, todos los motores que Horse está desarrollando pueden moverse de igual modo con gasolina convencional que con la sintética. Eso sí, en el caso del hidrógeno, nos indican que sería necesario hacer un rediseño completo del motor para su funcionamiento con ese combustible alternativo. "Nuestro objetivo es que las toneladas equivalentes de CO2 de un motor híbrido con combustibles sintéticos sean equiparables a las de un vehículo eléctrico si no se miden únicamente los gases del escape, sino que contabilizamos todas las emisiones desde la cuna a la tumba", nos explican desde Horse.

Avances en nuevas tecnologías

En este centro vallisoletano juega un papel fundamental la investigación. Para ello se trabaja en diferentes proyectos, como el motor impulsado por hidrógeno o la tecnología Range Extender. Esta última utiliza un motor de combustión interna acoplado a un generador para producir electricidad cuando la batería se agota. De este modo, si un coche equipase esta tecnología contaría con 600 kilómetros de autonomía total, 200 de ellos procedentes de la parte eléctrica y los 400 restantes de la combustión. "Range Extender permite viajes más largos sin necesidad de recargas frecuentes. Esto reduce la ansiedad por la autonomía, ofreciendo mayor flexibilidad y confianza a los conductores en rutas extensas o áreas con infraestructura de carga limitada", explican desde Horse.

Por otro lado, como mencionábamos, los nuevos combustibles también tienen un papel prioritario en las investigaciones de la compañía. "La normativa Euro 7 establecerá límites aún más estrictos para las emisiones de vehículos, cubriendo no solo CO2 sino también NOx, partículas y otros contaminantes. Esto implica la creación de tecnologías y prácticas innovaciones, que combinadas con los e-fuels o el hidrógeno, nos permitan mejorar la eficiencia energética en el sector del transporte", detalla Horse.

Todo tipo de pruebas

En esta fábrica de Valladolid se hace un trabajo completo. O lo que es lo mismo, se lleva a cabo el diseño 3D y el desarrollo de los componentes, además de crearse modelos digitales tridimensionales antes de su fabricación física. También se utilizan modelos matemáticos y computacionales para estudiar el comportamiento bajo diversas condiciones, hasta la construcción de los prototipos. Horse se encarga de realizar la validación del producto, de su documentación, de certificar el cumplimiento de reglamentación de emisiones u otras pruebas como durabilidad o agrado de conducción. Por último, la industrialización en las fábricas es la última etapa, e implica producir grandes cantidades de productos idénticos de manera eficiente y consistente mediante automatización y estándares uniformes.

De hecho, los responsables de Horse nos explicaron durante la visita que sus coches realizan constantemente pruebas en el entorno de Navacerrada, en Madrid, y también en Sierra Nevada (Granada), donde buscan altitudes de hasta 2.500 metros y condiciones más calurosas. Aunque en determinados momentos del año se realizan viajes a Kiruna (Suecia), con temperaturas gélidas de hasta 30 grados bajo cero.

Y todo este proceso de ensayos no se hace solo con coches europeos, pues también investigan con vehículos que se comercializan o van a comercializar en otras regiones del mundo. De hecho, en las zonas de pruebas de la capital castellana pudimos ver un par de Renault Kwid, a la venta en mercados sudamericanos, pero no en Europa.

Hace ocho meses nacía la empresa Horse, a raíz de la decisión impulsada por Luca de Meo, presidente de Renault Group, de crear distintas divisiones orientadas a objetivos concretos. Y si Ampere sería desde entonces la encargada de desarrollar nuevos modelos eléctricos, Horse estaría destinada al desarrollo e investigación de motores de combustión e híbridos, sustentada tambièn por el grupo chino Geely y, quizás a corto o medio plazo, por la petrolera saudí Aramco. No obstante, Horse se define como "un proveedor mundial de soluciones innovadoras para sistemas de propulsión", pero independiente. Es decir, el grupo Renault y sus marcas son sus principales clientes, con un acuerdo de al menos 10 años de duración, pero la empresa puede firmar contratos con cualquier otro cliente. "Somos una empresa autónoma, independiente, con activos y empleados propios", matizan.

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