Así es el Sandrider, el coche con el que Dacia quiere dar la sorpresa en el próximo Dakar

Aún faltan varios meses para ver competir al Sandrider, el coche con el que Dacia quiere dar la sorpresa en el Dakar de 2025. En concreto, su puesta de largo será en el Rally de Marruecos, prueba del Campeonato Mundial de Rally-Raid (W2RC), que se disputará del 5 al 11 de octubre de este año. Carrera que servirá para la puesta a punto del coche con el que Sébastien Loeb, Cristina Gutiérrez y Nasser Al-Attiyah correrán el raid más duro del mundo. Y antes de que todo esto suceda, El Confidencial ya ha tenido ocasión de ver en persona el Sandrider, eso sí, aún parado, en un evento organizado por la marca rumana, que nos ha permitido conocer de primera mano las características de su nueva creación.

Inspirado en el prototipo Manifesto de Dacia, el Sandrider será homologado en la categoría reina Ultimate T1+ del próximo Dakar. Está impulsado por combustible sintético producido por la petrolera saudí Aramco y ha sido desarrollado por la marca rumana desde cero, con la ayuda de Prodrive, empresa británica especializada en deportes de motor. Con Arabia Saudí como escenario, Dacia competirá con otras marcas como Toyota o Ford, ahora con Carlos Sainz y Nani Roma en sus filas, para levantar el Tuareg en la primera participación de su historia.

En dimensiones, el Sandrider mide 4.140 milímetros de largo por 2.290 de ancho y 1.180 de alto, con una distancia entre ejes de 3.000 milímetros. Respecto a su diseño, in situ pudimos observar como los diseñadores de Dacia han apostado por lo esencial, ya que el coche presenta los paneles de carrocería necesarios, sin piezas decorativas, ni superfluas. Se ha mostrado especial hincapié en la eficiencia aerodinámica, con un capó delantero corto e inclinado, que desaparece del campo de visión de piloto y copiloto. También se ha hecho uso de una pintura antirreflectante en la parte superior del salpicadero, con una técnica que procede de la aviación, para optimizar la visibilidad de los ocupantes.

Para lidiar con las exigencias máximas del Dakar, se ha llevado a cabo un refuerzo global del vehículo, con una carrocería de fibra de carbono, suspensión con doble triangulación y 350 milímetros de recorrido, y la última generación de neumáticos BF Goodrich de 37 pulgadas, con llantas de aluminio de 17 pulgadas. Además, el Sandrider equipa un innovador sistema eléctrico de alta tensión que permite mantener todos los accesorios a bordo a su potencia óptima, "incluso en las condiciones más difíciles", aseguran desde la marca.

Por el momento, no hemos tenido ocasión de subirnos a bordo, pero Dacia afirma que en el diseño y desarrollo del Sandrider se han centrado en las necesidades y limitaciones de piloto y copiloto. Por ello, el coche cuenta con un cuadro de instrumentos modular que permite a cada tripulación adaptar la ergonomía y la disposición de determinados elementos, según sus preferencias. Al mismo tiempo, se han montado unos asientos Sabelt, que están tapizados con tejidos específicos antibacterianos y reguladores de la humedad.

Por otro lado, los ocupantes pueden acceder rápidamente a las herramientas de a bordo, sin tener que manipular una caja. Además, las tuercas de las ruedas se pueden colocar en una zona magnética integrada en la carrocería en caso de pinchazo y así evitar perderlas en la arena. Esta última idea nace por la experiencia de un piloto de Dacia, del cual no se ha revelado su identidad. Otro aspecto a destacar, es que para limitar el aumento de temperatura en el habitáculo, los ingenieros han utilizado un pigmento antirrayos infrarrojos incluido en el carbono del vehículo. Un proceso que ha sido objeto de una solicitud de patente.

Se mueve con combustible sintético

Como decíamos, el Sandrider está equipado con un motor que utiliza combustible sintético suministrado por Aramco. Este se produce combinando hidrógeno renovable con CO2 capturado, lo que proporciona un producto con bajo contenido de carbono compatible con los motores actuales. El coche de Dacia cuenta con un motor V6 biturbo de 3.0 litros e inyección directa, que desarrolla una potencia de 360 CV a 5.000 rpm y un par máximo de 539 Nm a 4.250 rpm. Respecto a la caja de cambios, la unidad de potencia está asociada a una transmisión secuencial de seis velocidades.

Entre sus características principales, se ha trabajado especialmente en la ligereza para reducir el consumo de combustible. Según la marca, el peso total del coche se ha bajado en aproximadamente 15 kilogramos respecto a prototipos equiparables utilizando un chasis tubular más ligero, el mencionado carbono en la carrocería, eliminando elementos decorativos y optando por un motor más compacto y ligero. Además, para optimizar la tracción y el comportamiento, la distribución del peso entre la parte delantera y trasera se ha incrementado significativamente en el tren delantero.

En cuanto a la aerodinámica, si se compara de nuevo con prototipos equiparables, se ha logrado una reducción del 10% de la resistencia y del 40% de la sustentación. Un punto donde se hace especial hincapié es en el trabajo realizado en las entradas de aire, que permiten la refrigeración del motor.