Ecomotion Tour: reducir el consumo oficial de un coche es posible (y nosotros lo hemos hecho)

Una edición más, y ya van 15, Ayvens, empresa surgida de la fusión entre las compañías de renting ALD Automotive y Lease Plan, ha celebrado su competición Ecomotion Tour, una prueba de eficiencia que se realiza en nuestro país con tráfico abierto. El fin de la misma es que los participantes traten de reducir lo máximo posible el gasto de combustible del coche en relación al consumo oficial homologado por el fabricante. Es decir, gana quien logre el mayor porcentaje de reducción a partir de una conducción eficiente e inteligente. En esta ocasión, la prueba recorrió cerca de 400 kilómetros entre las provincias de Madrid, Guadalajara y Cuenca. Y, de nuevo, los resultados han vuelto a ser sorprendentes.

En total, participaron 22 marcas con 31 vehículos electrificados diferentes, y divididos en tres categorías. En la primera, donde se agrupaban los híbridos suaves (MHEV) e híbridos convencionales (HEV), el ganador fue el Citroën C5 Aircross, con un consumo final de 4,19 l/100 km (homologa 5,8) y una reducción del 18% respecto a su media WLTP de referencia. En la segunda categoría, de híbridos enchufables (PHEV), el triunfo fue para el DS 7, con un consumo de 13,70 kWh de energía eléctrica y 10,83 litros de carburante en el total del recorrido. Por último, en la categoría de 100% eléctricos (BEV), el triunfo fue para el MG4, con un consumo de 14,49 kWh por cada 100 kilómetros recorridos (homologa 16,5) y una reducción del 13% respecto a su media oficial en ciclo WLTP.

El Confidencial también estuvo presente en esta 15ª edición del Ecomotion Tour a los mandos de un Skoda Kodiaq 1.5 eTSI, logrando la tercera mejor marca en la categoría de híbridos suaves e híbridos convencionales, con un consumo final de 5,6 l/100 km, bien por debajo de los 6,4 l/100 km que homologa el SUV checo, de manera que nuestra reducción en el test fue del 12,5%.

Antes de centrarnos en las claves para lograr estas buenas cifras de consumo, es importante conocer en qué se basa esta prueba de eficiencia. Al comenzar la ruta, piloto y copiloto reciben un roadbook, un libro de ruta con el itinerario a seguir. Es decir, no se utiliza en ningún momento el navegador. En él también se informa sobre los kilómetros a recorrer en cada sector, el tiempo máximo para completarlo y la velocidad media recomendada para llegar de un punto a otro. Datos primordiales, ya que si cada tramo se hace muy rápidamente o muy lentamente, conlleva una penalización. Con todo ello, cada pareja de conductores, formada por un representante de la marca del coche y otro de un medio de comunicación, busca el mejor resultado.

Claves para ahorrar combustible

Es importante destacar que durante toda la prueba se cumplen las velocidades legales permitidas en la vía. Y nos referimos tanto a las máximas como a las mínimas. La mejor forma de empezar la prueba es ser inteligente, es decir, no dar acelerones ni conducir de forma brusca. Lo mejor es ser suave con el pedal acelerador, con la dirección, aprovechar las inercias del coche y anticiparse a las situaciones a las que nos vamos enfrentando en la carretera. Además, no hacer variaciones en la velocidad será un buen aliado. Por ejemplo, circular de forma constante a una velocidad de 90 km/h se reflejará luego en lograr buenos datos de gasto de combustible; mejores que si en una mitad circulamos a 93 km/h y en la otra a 87 km/h, por más que la velocidad media final sea parecida: 90 km/h.

En el itinerario, como es lógico, nos encontraremos con otros coches, ya sean de participantes en la prueba o de otros usuarios. No es recomendable, ni legal, ir pegados al vehículo que nos precede, y no solo porque debemos mantener la distancia de seguridad, tan importante para evitar accidentes, sino también porque nuestro margen de maniobra se reduce drásticamente. Y es que, además de peligrosa, una conducción brusca y sin anticipación penalizará nuestro consumo. Por el contrario, si un coche que circule por delante de nosotros frena o realiza un movimiento inesperado, al mantener una correcta distancia de seguridad, podremos gestionar nuestra reacción de una forma más eficiente. Incluso sin necesidad de frenar. Y ahorrar una frenada es ahorrar también una aceleración a continuación.

Por otro lado, es importante ir leyendo todo lo que sucede a nuestro alrededor. Por ejemplo, si estamos circulando por entornos urbanos y a lo lejos vemos un camión parado o un semáforo en rojo, es importante comenzar a actuar desde un primer momento. Por ejemplo, jugar con la inercia del coche y, si fuera necesario, ir frenando suavemente. De este modo, evitaremos un poco eficiente frenazo en el último momento. Como decíamos, otros factores claves son aprovechar las inercias del coche y conducir a vela para lograr un consumo más óptimo, porque cuanto menos aceleremos, menor gasto haremos. Por ejemplo, si en un tramo no es necesario acelerar para mantener el ritmo de marcha, no tendría sentido ir acelerando y frenando para adecuar la velocidad.

Si el coche dispone de diferentes modos de conducción, es importante aprovecharlos. En este caso, la mejor opción es optar por el programa Eco, ya que la aceleración del vehículo se vuelve menos reactiva. Si el coche tiene cambio manual, debemos apostar por marchas largas, aunque dentro de un orden, ya que si el vehículo no tiene fuerza cuando aceleramos, es recomendable bajar de marcha para no incidir tanto en el pedal del acelerador. Y si es automático, lo más indicado es seleccionar en el cambio el programa D (Drive) y dejar que la electrónica decida, porque está programada para conseguir el máximo ahorro cuando aceleramos suavemente.

Otro factor que varía el gasto de combustible es la climatización, especialmente en los meses de verano. En este caso, el mejor consejo es hacer un uso racional, es decir, mantener una temperatura adecuada dentro del habitáculo y tratar de no ordenar variaciones excesivas. Pero también hay otros componentes que pueden variar los datos de combustible, como el peso dentro del coche. Por ello, es importante llevar lo primordial y necesario, y evitar transportar cargas innecesarias.

Por último, para que todos estos consejos sean efectivos, es importante que el coche y todos sus componentes estén en buen estado. Y un elemento esencial es la salud y correcta presión de los neumáticos. Sin ir más lejos, un estudio del RACE demuestra que por cada 0,5 bares menos de presión, el consumo en ciudad de un vehículo crece un 2%, mientras que en carretera aumentaría hasta un 4%.