Bentley se despide de su poderoso motor W12 debido a su estrategia de electrificación

A consecuencia de la electrificación, los fabricantes de coches está preparando la mayor transformación de su gama a lo largo de su historia, y eso lleva ímplicito cambios en sus modelos y motorizaciones. El último ejemplo llega desde Inglaterra, ya que Bentley ha anunciado que pone punto y final a la producción de su conocido y poderoso motor W12, que montan sus modelos Bentayga, Continental GT y Flying Spur. Introducido por primera vez en el Continental GT en 2003, la marca británica ha producido más de 100.000 motores a mano de este propulsor biturbo de 6.0 litros y 12 cilindros después de más de 20 años.

Ahora, este motor W12 se sustituirá por un sistema de propulsión híbrido (Ultra High Performance Hybrid), que combina un potente motor de combustión V8 con un motor eléctrico, y que ya hemos probado en el nuevo Continental GT. Esta unidad desarrolla 782 CV, un par motor de 1.000 Nm, y una aceleración de cero a 100 km/h y 335 km/h de velocidad máxima. De hecho, Bentley asegura que esta nueva mecánica desarrollará incluso más potencia que el W12 que se jubila, combinado con una cifra de emisiones de CO2 en ciclo WLTP inferiores a 50 g/km.

De este modo, Bentley sigue dando pasos en su estrategia Beyond100, que tiene como objetivo lanzar un eléctrico puro en 2025, y a partir de ese momento un nuevo vehículo eléctrico cada año, siendo el 2030 la fecha elegida para la producción del último Bentley con motor de combustión. Desde entonces, tanto en nuestro continente como en el resto del mundo, la casa de Crewe solo venderá coches sin emisiones.

"El W12 ha desempeñado un papel tan importante en la historia de Bentley que era justo que celebráramos la jubilación del motor con las personas vinculadas a este propulsor. La introducción del motor ayudó a cambiar la imagen de la compañía casi de la noche a la mañana, por lo que pasará a la historia como un verdadero cambio de paradigma y debemos sentirnos muy orgullosos de haber diseñado, desarrollado y fabricado un icono de este tipo en Gran Bretaña durante un periodo de tiempo tan largo", explica Andreas Lehe, Miembro del Consejo de Fabricación de Bentley Motors.

Más de 20 años de vida

En esencia, este propulsor W12 son dos motores V6 de ángulo reducido que comparten un cigüeñal común, siendo un 24% más corto que un V12 convencional. Como decíamos, lanzado en 2003 en el Continental GT, desarrollaba 552 CV, que combinado con la tracción a las cuatro ruedas, alcanzaba una velocidad máxima cercana a los 320 km/h.

Con el paso de los años y la presentación del Bentayga, el primer SUV en la historia de Bentley, la marca británica hizo un rediseño completo de este motor W12, fruto de tres años de estudio, desarrollo y pruebas. Y entre todas las novedades introducidas, se probó que el propulsor funcionara con ángulos de inclinación de hasta 35 grados en cualquier dirección. Además, con el acelerador a fondo o pisado parcialmente, la desactivación de cilindros desconectaba por completo una bancada de seis cilindros para aumentar la eficiencia de consumo.

Cada uno de los 100.000 motores producidos a mano precisa unas siete horas y requiere el ensamblaque de 2.600 elementos distintos. Tras más de 20 años de vida, el W12 final, después de ser sometido a pruebas de fugas, pruebas en frío y pruebas en caliente, es capaz de propulsar un Continental GT Speed de 0 a 100 km/h en 3,6 segundos. Además, a lo largo de su vida útil, su desarrollo constante permitió aumentar la potencia en un 34% y el par motor en un 54%, al tiempo que se reducían las emisiones de CO2 en un 25%.