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'Icing': la práctica cada vez más habitual entre los conductores y que la DGT sanciona con hasta 200 euros de multa
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MALA PRAXIS

'Icing': la práctica cada vez más habitual entre los conductores y que la DGT sanciona con hasta 200 euros de multa

La falta de conocimiento sobre la normativa y, sobre todo, la falta de civismo ha generado una nueva molestia para los conductores de vehículos eléctricos e híbridos y que puede acarrear una sanción de hasta 200 euros

Foto: 'Icing': la práctica habitual de los conductores y que la DGT sanciona con 200 euros de multa (Europa Press/Carlos Castro)
'Icing': la práctica habitual de los conductores y que la DGT sanciona con 200 euros de multa (Europa Press/Carlos Castro)

La creciente popularidad de los vehículos eléctricos e híbridos ha aumentado el número de conductores con este tipo de coches en España. Sin embargo, y a pesar de sus numerosas ventajas para el medio ambiente y sus beneficios fiscales en las grandes ciudades, estos se tienen que enfrentar a diversos problemas, como la falta de puestos de recarga o una práctica conocida como icing.

Esta mala praxis, que viene del término anglosajón ‘ICE’ (Internal Combustion Engine), se refiere a cuando los vehículos de combustión interna ocupan las plazas de aparcamiento destinadas a la recarga de coches eléctricos. Este fenómeno no solo provoca molestias, sino que también puede dejar tirados a los conductores eléctricos que dependen de estos puntos para continuar su viaje.

La invasión de estas plazas por coches de gasolina o diésel ha comenzado a ser un problema común. Las plazas reservadas para la recarga de vehículos eléctricos, identificadas por la señal R-308, son cruciales para garantizar que estos vehículos puedan mantener su autonomía y contribuir a un entorno más ecológico.

El 'icing' es una mala praxis que ocurre cuando los vehículos de gasolina o diésel ocupan las plazas de aparcamiento destinadas a la recarga de coches eléctricos

Este comportamiento incívico no solo interfiere con la recarga de vehículos eléctricos, sino que también se considera una infracción grave según la normativa de la Dirección General de Tráfico (DGT). Aunque la DGT es la entidad encargada de la regulación del tráfico en general, la aplicación de las sanciones por icing suele recaer en las autoridades municipales, dado que los puntos de recarga se encuentran dentro de las ciudades y localidades.

Sanciones y medidas legales

La DGT ha dejado claro que la práctica del icing es sancionable con una multa que puede llegar hasta los 200 euros. Según el artículo 76 de la Ley de Tráfico, estas acciones se consideran una obstrucción a la circulación, lo que justifica la categorización como infracción grave. No obstante, es importante destacar que la competencia para multar recae principalmente en la policía local, ya que los puntos de recarga están generalmente bajo jurisdicción municipal.

Además, en muchas ciudades, como Madrid, las normativas locales pueden variar, afectando tanto la cuantía de las multas como la clasificación de la infracción. Esto hace que sea crucial que los conductores estén al tanto de las reglas específicas de cada localidad para evitar multas y contribuir al buen funcionamiento de las infraestructuras de recarga.

La práctica del 'icing' es sancionable con una multa que puede llegar hasta los 200 euros

Para que una sanción sea válida, es fundamental que las plazas de recarga estén correctamente señalizadas y que se indique claramente la prohibición de aparcamiento para vehículos que no sean eléctricos. En ausencia de esta señalización adecuada, los agentes municipales podrían tener dificultades para justificar la imposición de la multa. Esto subraya la importancia de que tanto los ayuntamientos como los conductores estén informados y cumplan con la normativa vigente.

La creciente popularidad de los vehículos eléctricos e híbridos ha aumentado el número de conductores con este tipo de coches en España. Sin embargo, y a pesar de sus numerosas ventajas para el medio ambiente y sus beneficios fiscales en las grandes ciudades, estos se tienen que enfrentar a diversos problemas, como la falta de puestos de recarga o una práctica conocida como icing.

Dirección General de Tráfico (DGT)
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