Tras dejar la presidencia del Joventut de Badalona, club al que había dedicado 39 años de su vida en las canchas y en los despachos, Jordi Villacampa decidió embarcarse con la ONG Proactiva Open Arms para ayudar a salvar vidas en el Mediterráneo, donde en 2017 ya han muerto más de 1.000 personas.
"Rescatamos una vez a 385 personas y otra a 487, y durante dos días y dos noches estuvieron con nosotros. Cuando suben a bordo están tan agradecidos, tanto… Saben que estaban muertos porque los traficantes les habían dejado a su suerte, sin gasolina, en lanchas de goma, hacinados", cuenta Villacampa.