Hacía ya tiempo que los directivos del Club Casino de Madrid venían observando que los socios no acudían al restaurante del club por las noches. Pero no había señales de que el menú no fuera del gusto de la clientela habitual, ni ningún otro indicio que explicase por qué la gente empezaba a esfumarse pasadas las siete de la tarde. El secretario del club, César Campuzano, acabó dándose de bruces con la respuesta cuando invitó a unos amigos cenar y estos le respondieron con una pregunta: “¿Al Club? ¿Con la corbata?”. Lea el reportaje completo