La clave de cualquier todocamino que se precie de ello es la suspensión. El Maserati Levante incorpora un sistema neumático que combina una utilización como un buen deportivo por carretera junto con bastantes opciones de uso fuera del asfalto gracias a que con esta suspensión neumática se puede subir hasta 8,5 centímetros la carrocería desde la posición más baja para aparcar hasta la más alta, el modo 'Off-road 2'.
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