Las lágrimas de San Lorenzo todavía estarán con nosotros hasta alrededor del 26 de agosto, pero fue este pasado fin de semana cuando alcanzaron todo su potencial para ser disfrutadas a simple vista, incluso dentro de las grandes ciudades.
Estos meteoros no son más que pequeñas partículas de polvo desprendidas de cometas o asteroides que orbitan alrededor del Sol. Al atravesar la atmósfera se desintegran formando las estelas de luz que contemplamos desde la superficie.
El nombre de Perseidas se debe a que originalmente estos cometas proceden de la constelación de Perseo. Si después de este fin de semana te has quedado con ganas de seguir investigando qué fenómenos y cuerpos celestes nos rodean, no te pierdas nuestra guía de iniciación a la observación astronómica.