China es el futuro del coche eléctrico, y no solo porque la cuota de mercado de su industria del automóvil no para de crecer en Europa. De los 26 millones de coches electrificados, entre los eléctricos e híbridos enchufables, circulando en 2022 por todo el mundo, más de la mitad rodaron por calles de China: más de 13 millones, según datos de la IEA, la Agencia internacional de la Energía. En China se venden más coches eléctricos que en Europa y EEUU juntos, los otros dos mayores mercados mundiales. China, de hecho, ha superado ya su objetivo para 2025 de cantidad de coches electrificados puestos en circulación.

Pero si China parece el futuro del coche eléctrico, hay otro país que podríamos decir que todo esto ya es el pasado: Noruega, donde básicamente los coches eléctricos han dado jaque mate a los vehículos de combustión. De hecho, la versión Model Y de Tesla se ha vendido tanto allí, que el año pasado se convirtió en el coche más vendido de la historia de Noruega, batiendo las ventas del Volkswagen Beetle de 1969. En noviembre 2023, el 90% de las ventas del mercado automovilístico son coches eléctricos y eléctricos enchufables. Apenas se vendieron 266 unidades de coches de combustión. De hecho, Oslo podría llegar a ser la primera ciudad de emisiones cero del mundo. Sin embargo, el plan tiene también sus desventajas, y es que el brutal auge de los vehículos eléctricos están chocando frontalmente con los esfuerzos por rebajar el uso del automóvil y fomentar el uso del transporte público y la bicicleta, dos apuestas más limpias para reducir las emisiones, mejorar la seguridad vial y hacer ciudades más humanas.