El paso de peatones que no se acaba nunca en Cangas de Morrazo es la conversación del café de esta mañana en el pueblo. Inexplicable, desmesurado, faraónico, larga lista de adjetivos como sus 40 metros de largo. Las redes se ceban con él. La primera broma es evidente: entrenando en la pista de atletismo. Alusiones a Los Beatles, cómo no, y al deporte. Hay quien lo ha puesto en el mapa turístico. Dice el Ayuntamiento que lo hace para reivindicar la zona como peatonal porque no pueden hacer un puente.