La Policía ha detenido a 42 personas, 3 de ellas menores de edad y todas de una misma familia, que se dedicaban a realizar los llamados 'hurtos amorosos'. El método consiste en acercarse a una víctima, generalmente de avanzada edad, entretenerla un rato y terminar dándole un abrazo como excusa para robarle la cartera y las joyas. 

Los efectos que robaban, en total se calcula que por el valor de un millón de euros, se llevaban a Rumanía en compartimentos escondidos en coches de alta gama. Los detenidos llevaban un alto nivel de vida y fue eso lo que hizo sospechar a los agentes. Para la desarticulación de este clan ha sido necesaria la colaboración de la policía de varios países.