Caracas vivió este martes su primer gran cacerolazo del año contra el Gobierno venezolano, intermitente y no homogéneo en todas las zonas de la capital, tras el anuncio hecho horas antes por la empresa estadounidense AT&T de que cerrará su negocio de televisión DIRECTV.

El ruido de las cacerolas fue particularmente intenso durante unos 20 minutos en el sector de Chacao, una zona tradicionalmente acomodada de Caracas y gran bastión opositor, en el que muchos vecinos se asomaron a las ventanas, y se escucharon petardos y gritos contra el presidente Nicolás Maduro.