El Papa expresa "la tristeza y el arrepentimiento" de los católicos por el Holocausto judío

Benedicto XVI expresó hoy "la tristeza y el arrepentimiento" de los católicos por el holocausto judío y mostró la amistad a estos "nuestros hermanos". El Pontífice realizó estas manifestaciones a los periodistas que le acompañan a bordo del avión papal que le llevaba a Viena, primera etapa de su viaje de tres días a Austria, donde en esta primera jornada tiene previsto hacer una parada y "reflexionar" en la Juden Platz de la capital austríaca, donde se levanta el monumento que conmemora las víctimas austríacas del holocausto. Allí rendirá homenaje a los 65.000 judíos asesinados por el nazismo y a los perseguidos en 1412.

Benedicto XVI subrayó que su visita a Austria no es política sino estrictamente "una peregrinación al santuario de Mariazell", con motivo de 850 aniversario de su fundación, y que por ello no tiene previstos encuentros con las otras comunidades cristianas y otras confesiones religiosas. Pero añadió que si quería detenerse ante el monumento a las víctimas del holocausto, levantado en el centro de esta ciudad en la que a lo largo de la historia los judíos sufrieron persecuciones. "Voy a mostrar nuestra tristeza, nuestro arrepentimiento y amistad a los hermanos judíos", afirmó el Papa a los periodistas que le acompañan en el avión.

Con estas palabras, el Papa se refería al hecho de que la Iglesia católica podía haber hecho más contra el holocausto y ante los silencios de muchos católicos en aquellos años, y que fueron considerados por algunos como un gesto de pasividad en la lucha contra el nazismo. Benedicto XVI reiteró además la raíces cristianas de Europa y dijo que el santuario de Mariazell, que visitará mañana, es un símbolo de la presencia del cristianismo en el centro del Viejo Continente.

El Papa agregó que viene a Mariazell como un peregrino más y a rezar como hacen los peregrinos. "Es importante resaltar la unidad que crea la fe, la unidad entre los pueblos, que demuestran la universalidad de la Iglesia", agregó.

Crisis de la Iglesia austríaca

Benedicto XVI preguntado si considera que la Iglesia Austríaca ha superado la crisis vivida en los años 90, cuando surgieron numerosos casos de pederastia y practicas homosexuales cometidos por altos prelados de la Iglesia local, afirmó que "no diría que ha sido superada totalmente esta situación" pero expresó su confianza "de que así sea". En estos escándalos se vieron envueltos el fallecido obispo de Viena, cardenal Hans Hermann Groer, y el obispo de St.Polten, Kurt Krenn, y debido a aquellas crisis, medio millón de fieles austríacos abandonaron la Iglesia Católica.

Benedicto XVI dio las "gracias" a los religiosos y fieles que permanecieron fieles a la Iglesia en estos difíciles momentos y mostró su confianza de que esta visita pueda ayudar a mirar al futuro con confianza. El Pontífice resaltó que hay una "nueva alegría de la fe" y "un nuevo impulso de la Iglesia".

Aunque Austria es un país tradicionalmente católico, la secularización está avanzando en los últimos años y actualmente el 70% de población se declara católica. Al ser preguntado sobre que mensaje traía, Benedicto XVI insistió que los hombres tienen necesidad de Dios "ya que la vida sin Dios está vacía y el relativismo lo relativiza todo".