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El mundo, indignado y temoroso por el asesinato de la opositora paquistaní Benazir Bhutto
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El mundo, indignado y temoroso por el asesinato de la opositora paquistaní Benazir Bhutto

Numerosos líderes mundiales manifestaron ayer su consternación por el asesinato en un atentado de la líder de la oposición paquistaní Benazir Bhutto -un acto que ha

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El mundo, indignado y temoroso por el asesinato de la opositora paquistaní Benazir Bhutto

Numerosos líderes mundiales manifestaron ayer su consternación por el asesinato en un atentado de la líder de la oposición paquistaní Benazir Bhutto -un acto que ha acrecentado el espectro de una guerra civil sin tregua en el país y que podría provocar la cancelación de las próximas elecciones-, a la vez que expresaron sus temores por el destino del estado nuclear.

El presidente de EEUU, George W. Bush, condenó el atentado como un "acto cobarde" y urgió a los paquistaníes a seguir adelante con las previstas elecciones nacionales, previstas para el 8 de enero. Bhutto había prometido que si alcanzaba la victoria en los comicios permitiría la entrada de soldados estadounidenses en territorio paquistaní para combatir el terrorismo.

Asimismo, hace unos días el diario New York Times publicó una información en la que acusaba al presidente de Pakistán, Pervez Musharraf, de destinar los fondos otorgados por Estados Unidos para la lucha contra el terrorismo islamista a la compra de material militar pesado para el conflicto que mantiene con India.

La líder de la oposición fue asesinada a tiros cuando se disponía a subir en su coche, tras un mitin político de su partido en Rawalpindi. Tras los disparos, el asaltante se suicidó, según informó el consejero de Seguridad de Bhutto, Rehman Malik. La identidad del agresor no estaba aún clara, pero ciertos grupos islamistas han sido acusados de intentar asesinarla con anterioridad.

Bush urgió a los paquistaníes a honrar la memoria de Bhutto continuando con el proceso democrático y afirmó que los que la habían matado debían ser llevados ante la justicia. "Estados Unidos condena seriamente este acto cobarde por extremistas asesinos que están intentando minar la democracia de Pakistán", dijo a periodistas en su rancho de Texas.

Antes de este asesinato Pakistán ya era un motivo de preocupación mundial. El aliado de EEUU ha estado luchando para contener la violencia islamista mientras Musharraf, cuya popularidad ha descendido bruscamente, sólo decidió levantar el estado de emergencia el 15 de diciembre después de seis semanas.

Compromiso de la UE

Por su parte, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, calificó el atentado de odioso. "Francia, al igual que la Unión Europea, está particularmente comprometida con la estabilidad y la democracia en Pakistán", dijo en una carta al presidente Musharraf.

"El subcontinente ha perdido una líder excepcional que trabajó para la democracia y la reconciliación de su país", afirmó el primer ministro Manmohan Singh de India, el vecino gigante de Pakistán y un rival nuclear.

"La manera en la que se ha ido es un recuerdo de los peligros comunes que afronta nuestra región por los actos cobardes de terrorismo y de la necesidad de erradicar esta peligrosa amenaza", añadió.

Mientras, el primer ministro británico, Gordon Brown, dijo que Bhuto había arriesgado todo para intentar llevar la democracia a su país, antigua ex colonia británica. "No se debe permitir a los terroristas matar la democracia en Pakistán", señaló.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dijo que el asesinato era un "crimen atroz" y un "ataque a la estabilidad" en Pakistán.

Luto de 40 días

Numerosos líderes mundiales manifestaron ayer su consternación por el asesinato en un atentado de la líder de la oposición paquistaní Benazir Bhutto -un acto que ha acrecentado el espectro de una guerra civil sin tregua en el país y que podría provocar la cancelación de las próximas elecciones-, a la vez que expresaron sus temores por el destino del estado nuclear.

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