El Partido Conservador de Canadá gana las elecciones, según los primeros resultados
El primer ministro canadiense, Stephen Harper, el primer líder occidental que se enfrenta a una votación desde la crisis financiera, ganó este martes la reelección con
Los conservadores, que han convencido a los votantes de que eran la mejor opción para dirigir al país durante la crisis económica, necesitarán el apoyo de la oposición para gobernar.
La participación sólo ha alcanzado el 58,3%, la más baja desde que se creó la Confederación hace 141 años. En las elecciones de 2006 votó el 64,7%; en 2004 y 2000, acudió a las urnas el 60,9% y el 61,2%, respectivamente.
"Los canadienses han votado, entregaron su veredicto y marcaron el camino que debe seguir nuestro país", ha afirmado Harper ante una multitud de partidarios en la ciudad de Calgary, Alberta.
Los resultados iniciales mostraron que los conservadores recibieron un 38% de los votos, sólo una fracción más que el 36,3% que obtuvieron en el 2006. La división de la izquierda significó que la derecha consiguió una posición mucho más firme.
Según datos iniciales de la televisión canadiense, los conservadores obtendrían 144 de los 308 escaños del Parlamento, un aumento respecto de los 127 que tenían antes de la votación, pero 11 menos de los 155 necesarios para ser mayoría.
Los liberales obtendrían 74 escaños, una baja respecto de los 95 que tenían en la pasada legislatura.
El separatista Bloc Québécois conseguiría dos cupos adicionales y alcanzaría los 50 representantes, en tanto los izquierdistas Nuevos Demócratas lograrían los 38 representantes, ocho más que los tenían. Los independientes ganarían dos escaños y los verdes ninguno.
Harper se convierte así en el segundo primer ministro canadiense, después del liberal Lester Pearson en la década de 1960, que gana un segundo Gobierno consecutivo de minoría.
En el momento de la disolución del Parlamento en septiembre, el Partido Conservador de Harper sumaba 127 diputados.
Pero sin duda el gran perdedor de estos comicios es el principal grupo de la oposición, el Partido Liberal de Stéphane Dion, que ha reconocido ya su derrota en las urnas, en medio de las especulaciones que aseguraban que pronto dejará su puesto. "Los canadienses me están pidiendo que sea el líder de la oposición y yo acepto esa responsabilidad como un honor", ha afirmado en Montreal. Harper disolvió el Parlamento en septiembre y convocó elecciones anticipadas un año antes del término de la legislatura para aprovechar su buena posición en las encuestas e intentar conseguir una mayoría parlamentaria.
Sin embargo, una serie de errores de Harper en la provincia de Québec propiciaron la caída del apoyo popular en las dos últimas semanas de la campaña.
Durante el fin de semana Harper advirtió de que otro gobierno minoritario supondrá una nueva convocatoria a las urnas en dos años.
Los conservadores, que han convencido a los votantes de que eran la mejor opción para dirigir al país durante la crisis económica, necesitarán el apoyo de la oposición para gobernar.