Los funcionarios de la UE se suben el sueldo casi un 4% en plena crisis

Bruselas ha resuelto subir el sueldo y las pensiones el año próximo a sus funcionarios a pesar de que la Unión Europea (UE) atraviesa la peor crisis económica de las últimas décadas. La Comisión Europea (CE) anunció este jueves una subida salarial del 3,7% para sus 38.000 funcionarios en toda la Unión. La propuesta contrasta con los reveses económicos que atraviesa el continente y los planes de austeridad, las expectativas de inflación del 0,1% para el 2009 y que la gran mayoría de Estados miembros, entre ellos España, tienen procedimientos abiertos por déficit excesivo. A falta del visto bueno por parte de los países miembros, algunas capitales europeas han mostrado su descontento, y proponen congelar la medida dada la situación actual.

 

Los salarios de los trabajadores de las instituciones europeas oscilan entre los 2.630 y los 16.000 euros mensuales según su grado y antigüedad, por lo que la propuesta tendría un coste medio estimado algo superior a un total de 150 millones de euros anual. Sin embargo, la noticia contrasta con la línea de otros países como Grecia, Irlanda, Hungría, Estonia, los Estados bálticos, Letonia y Lituania (a los que no se tiene en cuenta para este baremo) y que ya han solicitado una congelación de pagos a sus funcionarios.

Al contrario que los eurofuncionarios, la población europea se enfrenta a las peores consecuencias de la crisis económica, la pérdida del empleo, recortes y congelaciones salariales. En cuanto a la inflación prevista para 2009, la CE estima que se situará en el 0,1% para el conjunto de la Unión y en un 0,3% en la eurozona. Además, la gran mayoría de los países miembros tienen abiertos procedimientos por déficit excesivo. Bruselas ha concedido a España, al igual que a Alemania y Francia, una prórroga hasta 2013 para corregirlo debido a las dificultades actuales.

A día de hoy, un total de 15 capitales europeas, entre ellas París, Londres, Berlín, Ámsterdam y Viena, han mostrado su desacuerdo a una subida salarial superior a la que se produjo el año pasado, que fue inferior a la que se ha propuesto para el 2010. Holanda ya ha anunciado que se va a oponer a que se materialice esta medida cuando tenga que votarla el mes que viene en el Consejo de Ministros de la Unión.

Por su parte, el Ejecutivo comunitario defiende que se basa en un método “objetivo” calculado en función de una combinación entre el coste de la vida en Bruselas y la evolución de los salarios del funcionariado de ocho Estados miembros. Entre ellos figuran varios miembros consolidados como España (4,3%), Alemania (3,1%), Francia (3,8%), Reino Unido (0,3%), Bélgica (4,4%), Italia (2,4%), Luxemburgo (4,5%) y Holanda (2,3%).

“Este método de cálculo fue adoptado por los Estados miembros y son ellos los que en último recurso aprobarán nuestras propuestas”, explicó a la prensa Valerie Rampi, portavoz de la Comisión para cuestiones administrativas. Pero sobre todo, Rampi ha insistido en que ésta no es una propuesta de la CE sino que se trata del dispositivo habitual con el que se actualizan los salarios de los funcionarios públicos europeos, el Estatuto general del funcionario de la UE. También señaló que la revisión se produce en base a las estadísticas de Eurostat de 2008.

El coste de los altos cargos

 

El caso de la remuneración de los comisarios europeos es una herida abierta desde hace tiempo. Una vez que abandonan el cargo, está previsto que reciban una indemnización del 65% de su sueldo precedente durante tres años. El sueldo actual para un comisario es cercano a los 20.000 euros mensuales, sin sumar las prestaciones.

En el caso de los presidentes de las tres instituciones, Comisión, Parlamento y Consejo, es decir, José Manuel Durão Barroso, Jerzy Buzek y Herman Van Rompuy, recibirán una paga de 304.000 euros anuales más complementos por representación y residencia. Así, la prensa internacional comenta que el nuevo presidente del Consejo europeo, Herman Van Rompuy, cobrará más que el presidente de EEUU, unos 25.000 euros mensuales sin contar las prestaciones.