La difícil tarea de sobrevivir a 700 metros bajo tierra

Franklin Lobos López no imaginaba que desde las alturas del pasillo de campeón de Liga con el Cobresal chileno se podría caer hasta las profundidades de una mina y quedar atrapado sin posibilidad de escapar en meses. El ex futbolista, conocido como El Mortero Mágico, comparte refugio en el yacimiento minero de San José, al norte de Chile, junto a otras 32 historias que sólo saben que deberán esperar mucho tiempo antes de poder ver otra vez la luz del sol.

El Mortero, al igual que los otros atrapados, hacía un turno de doce horas durante siete días seguidos para descansar otra semana. El reposo del ex futbolista consistía en conducir un taxi en Copiapó. Ahora, tras una existencia tan ajetreada, los mineros chilenos deberán afrontar el reto psicológico de permanecer enterrados en un pequeño agujero durante meses.