El OIEA insiste en posibles daños en el blindaje del reactor 3 de Fukushima

El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) volvió a referirse este sábado a su "preocupación" ante la posibilidad de que haya una fisura en la vasija de contención del reactor 3 de la central nuclear japonesa de Fukushima, y que podría ser el origen de los altos niveles de radiactividad detectados.

En un comunicado emitido este sábado en Viena, Graham Andrew, asesor científico del OIEA, aseguró que "ha habido lecturas de radiación elevada en las unidades 1 y 3" y reconoció que "la probabilidad de daños en la integridad del contenedor de la unidad 3 es motivo de preocupación".

Este reactor es uno de los que más preocupan a los gestores de la emergencia nuclear en la planta de Fukushima, ya que su combustible nuclear incluye plutonio, mucho más contaminante que el uranio. Así, Andrew indicó que la situación en la planta de Fukushima Daiichi "sigue siendo muy grave".

Tres operarios que trabajaban en las labores de refrigeración del reactor número 3 sufrieron fuertes dosis de radiación en los pies, al entrar en contacto con agua altamente contaminada.

Altas dosis de radiación

El OIEA informó de que la empresa que opera la planta, Tepco, ha medido dosis de hasta 400 milisievert en la superficie del agua acumulada en el edificio que alberga la turbina del reactor 3, un nivel que puede provocar daños a la salud si se recibe en un intervalo corto. En total, 17 miembros de los equipos de emergencia han sido sometidos a niveles de radiación de entre 100 y 180 milisievert.

Respecto al estado de los reactores, Andrew explicó que se está vertiendo agua dulce, y no de mar, en las vasijas de contención de los reactores 1, 2 y 3, dentro de los esfuerzos para reducir la temperatura de los reactores.

El empleo hasta ahora de toneladas de agua marina podría tener un efecto adverso en los esfuerzos de enfriar los reactores, ya que al cristalizar, la sal puede formar una costra que impida la circulación del agua y formar capas que provoquen el aumento de la temperatura en puntos concretos del reactor.