El tiroteo nº 377 del año en EEUU deja 26 muertos en una iglesia de Texas
El incidente ha dejado además 24 heridos. El tirador murió poco después en una persecución, pero aún se ignora si fue abatido por las autoridades o si él mismo se quitó la vida
La mañana de este domingo (hora local), un hombre armado irrumpió en una iglesia baptista en Sutherland Springs, a 45 kilómetros al sureste de San Antonio (Texas), y abrió fuego contra los feligreses, matando a 26 de ellos e hiriendo a otros 24. El asaltante falleció poco después en una persecución, pero por el momento no se sabe si fue abatido o si se suicidó. Es el tiroteo masivo número 377 en lo que llevamos de año.
El portavoz del Departamento de Seguridad Pública de Texas, Freeman Martin, indicó este domingo que las víctimas mortales tienen entre cinco y 72 años, según ha recogido la cadena de televisión 'CNN'. Por otra parte, fuentes oficiales citadas por el diario 'The New York Times' han identificado al atacante como Davin P. Kelly, de 26 años, quien fue hallado muerto en el interior de su vehículo. Por el momento se desconoce si fue tiroteado o si se quitó la vida.
Martin agregó además que el atacante entró en la iglesia y abrió fuego contra los presentes y que uno de ellos disparó contra él cuando se dio la vuelta para abandonar el edificio. Tras ello, el atacante tiró su arma y salió corriendo, llegando a su vehículo, con el que se estrelló poco después. Una persona que trabaja en una gasolinera cercana explicó a su vez que escuchó las primeras ráfagas de disparos sobre las 11.15 horas y después vio a clientes de la gasolinera y fieles de la iglesia correr para refugiarse. "Duró unos 15 segundos. Grité ¡Abajo! ¡Entrad dentro! y nos escondimos todos", relató la mujer, de 49 años, en declaraciones a 'ABC News'. Una vez dentro del edificio de la gasolinera, cerraron la puerta y unos minutos después llegaron los servicios de emergencia. "Había agentes atendiendo a los heridos y haciéndoles preguntas", ha explicado.
Condenas al ataque
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que se encuentra de viaje en Japón, siguió desde allí la última hora del ataque a esta iglesia baptista. "Que Dios esté con el pueblo de Sutherland Springs, Texas. El FBI y las agencias de la ley [seguridad] están sobre el terreno. Estoy siguiendo la situación desde Japón", escribió Trump en su cuenta oficial de Twitter.
May God be w/ the people of Sutherland Springs, Texas. The FBI & law enforcement are on the scene. I am monitoring the situation from Japan.
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) November 5, 2017
Poco después, el gobernador de Texas, Greg Abbott, también escribió un mensaje en su cuenta de Twitter condenando el ataque. "Nuestras plegarias están con todos los que fueron perjudicados por este acto malvado. Nuestro agradecimiento a las autoridades por su respuesta", manifestó el gobernador.
Our prayers are with all who were harmed by this evil act. Our thanks to law enforcement for their response. More details from DPS soon. https://t.co/KMCRmOPkiM
— Greg Abbott (@GregAbbott_TX) 5 de noviembre de 2017
Este tiroteo es ya, por número de víctimas, el cuarto más sangriento de la historia de EEUU. A principios de octubre, otro tirador abrió fuego contra los asistentes a un concierto en Las Vegas, matando a más de medio centenar e hiriendo a más de cuatrocientos, en el peor incidente de este tipo jamás ocurrido en el país.
La mañana de este domingo (hora local), un hombre armado irrumpió en una iglesia baptista en Sutherland Springs, a 45 kilómetros al sureste de San Antonio (Texas), y abrió fuego contra los feligreses, matando a 26 de ellos e hiriendo a otros 24. El asaltante falleció poco después en una persecución, pero por el momento no se sabe si fue abatido o si se suicidó. Es el tiroteo masivo número 377 en lo que llevamos de año.