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Un ultimátum, 45.000 millones y una cena para impulsar las negociaciones del Brexit
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SUBE LA MORAL EN LA UE

Un ultimátum, 45.000 millones y una cena para impulsar las negociaciones del Brexit

Algo se mueve en el frente del Brexit. Ocho meses después de que se pusiera en marcha la cuenta atrás, Londres da muestras de haber reaccionado al ultimátum de los socios europeos

Foto: Varias personas participan en una protesta proeuropea junto al Parlamento del Reino Unido en Londres. (EFE)
Varias personas participan en una protesta proeuropea junto al Parlamento del Reino Unido en Londres. (EFE)

Parece que, al fin, algo se mueve en el frente del Brexit. Casi ocho meses después de que se pusiera en marcha la cuenta atrás para la salida de Reino Unido de la Unión Europea, Londres da muestras de haber reaccionado al ultimátum de los socios europeos.

Lo dijo el negociador europeo, Michel Barnier, y se lo repitió en persona el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, a la propia Theresa May el pasado viernes: Reino Unido tiene dos semanas para dar muestras tangibles de su voluntad de llegar a un acuerdo.Los europeos quieren avances tangibles en tres temas cruciales del acuerdo de “divorcio”: los derechos de los ciudadanos, la frontera con Irlanda y la “factura del Brexit”.

May ha recogido el guante. En los pasillos de Bruselas, se habla ya de la cifra que la premier británica ha puesto discretamente sobre la mesa para saldar las cuentas británicas con sus socios, una vez que abandonen el club comunitario: 40.000 millones de libras (unos 45.100 millones de euros).

Esta suma es aún inferior a la horquilla de entre 60.000 y 100.000 millones de euros que se estima al otro lado del Canal de La Mancha que Londres debe desembolsar para compensar los gastos comunitarios que se había comprometido ya a asumir. Pero es la muestra más rotunda de voluntad negociadora hecha hasta la fecha por Reino Unido.

Foto: La primera ministra británica, Theresa May, durante el Lord Mayor's Banquet, en Guildhall, Londres. (Reuters)

Sube la moral en la UE

Los ánimos en Bruselas están mejorando. Después de meses en los que los británicos han arrastrado los pies en la cuestión de la factura, se lee la oferta como un buen movimiento que puede impulsar las negociaciones.

El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, se ha mostrado prudente y no ha entrado a valorar la cantidad, pero tampoco ha dudado en bromear al respecto: “No estoy lo suficientemente loco como para dar una respuesta inmediata a su pregunta”, ha dicho.

Sí ha confirmado que mantendrá una cena con May el lunes cuatro de diciembre, en la que se pondrán las cartas sobre la mesa y la situación se “someterá a nuestra meditación”, ha dicho Juncker. La premier prevé hablar antes on Tusk para trasladarle oficialmente su oferta.

Foto: Philip Hammond presentando los presupuestos en la Cámara de los Comunes, el 22 de noviembre de 2017. (Reuters)

Londres busca el acuerdo comercial

El objetivo de Londres es lograr que los socios europeos den su visto bueno al inicio de las negociaciones sobre el futuro acuerdo que regulará las negociaciones entre la UE y el Reino Unido, una vez que el Brexit se materialice el 29 de marzo de 2019. El objetivo es que esto suceda en la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno que se celebra el 14 y 15 de diciembre.

Antes, se prevé que se celebre una nueva ronda negociadora entre ambas partes, tras seis en las que apenas se han logrado progresos. Aún no hay fecha acordada. Pero, tal y como avisó Barnier, éste no piensa recomendar el inicio de las negociaciones sobre el futuro acuerdo UE-Reino Unido si no se ha logrado antes “suficiente progreso” en los tres pilares del acuerdo de divorcio.

Más presión para evitar un salto sin red

Pero a la UE no le interesa tampoco acorralar a May, puesto que su caída podría dar rienda suelta a los socios más euroescépticos y crear una mayor inestabilidad política. Con la fecha de la salida de Reino Unido cada vez más cerca, un acuerdo de divorcio que no arranca y un complejo pacto comercial por crear de la nada, nadie quiere elevar la tensión.

Según se acerca el 29 de marzo de 2019, crece el temor a que el Brexit se convierta en un salto al vacío. Y, como muestra la experiencia de la crisis, en la Unión Europea las cuestiones más complejas solo se resuelven cuando la presión obliga a los líderes a reconciliar posturas antagónicas. Cuestión de supervivencia.

Parece que, al fin, algo se mueve en el frente del Brexit. Casi ocho meses después de que se pusiera en marcha la cuenta atrás para la salida de Reino Unido de la Unión Europea, Londres da muestras de haber reaccionado al ultimátum de los socios europeos.

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