El Ibex presenta credenciales ante el heredero de Arabia Saudí

Encuentro entre el príncipe heredero de Arabia Saudí y 19 grandes compañías españolas. Mohamed bin Salman, inmerso en una gira mundial para captar inversores que le ha llevado a EEUU, Francia y España, se reunió ayer en Madrid con los máximos responsables de compañías de servicios, infraestructuras y energía, como Acciona (José Manuel Entrecanales), Sacyr (Manuel Manrique), Técnicas Reunidas (Juan Lladó), Abengoa (Gonzalo Urquijo), Indra (Fernando Abril Martorell),​ AENA (Jaime García-Legaz) y El Corte Inglés (Dimas Gimeno), entre otros, durante un almuerzo en su honor ofrecido por los Reyes en el histórico Salón de Columnas del Palacio Real.

En el almuerzo con Bin Salman, artífice del Plan Visión 2030 para diversificar una economía dependiente de la exportación de crudo, también estuvo presente una amplia representación del Gobierno, encabezada por Rajoy y de la que formaban parte la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, y otros seis ministros. Pese al carácter ceremonial de este tipo de citas diplomáticas, con besamanos incluido, el almuerzo se cerró sin discursos. El Rey compartió mesa principal con el príncipe saudí, con quien evidenció buena capacidad de entendimiento. El resto de los casi 200 asistentes estuvo repartido de manera que se facilitara el 'networking', aprovechando la buena sintonía que se percibía en esta cumbre con el séquito saudí.

La estancia en Madrid del príncipe heredero, quien se alojó en el Palacio de El Pardo aunque no se trataba de una visita de Estado, ha incluido la firma de un acuerdo de cooperación clave para las aspiraciones de Navantia, cuyo presidente, Esteban García Vilasánchez, estuvo presente en el almuerzo. Tras dos años de negociaciones, la compañía aspira a cerrar la construcción y venta de cinco corbetas de tipo Avante 2200 por valor de unos 2.000 millones de euros, así como la construcción de una base naval en Arabia Saudí. A dichos convenios, claves para la viabilidad a medio plazo de los astilleros de San Fernando (Cádiz) y Ferrol (A Coruña), donde se construirían las corbetas, se sumaría un acuerdo sobre adiestramiento entre las armadas de los dos países para el manejo de los buques.

La operación destaca entre los 121 proyectos conjuntos que mantienen España y Arabia Saudí junto con la construcción del metro de Riad, a cargo de un consorcio liderado por FCC, por 6.000 millones; el contrato con Técnicas Reunidas para modernizar una refinería, por 1.400 millones, y el mayor concurso logrado en el extranjero por empresas españolas, presupuestado en 6.736 millones de euros, el contrato de un consorcio formado por 12 compañías españolas que se adjudicó en 2011 la construcción de una línea ferroviaria de alta velocidad que unirá las ciudades de Medina, Yeda y La Meca.

Al termino del almuerzo, la cita culminó con un café abierto. En ese momento, el Rey aprovechó la ocasión para presentar a los empresarios y directivos presentes al príncipe Bin Salman, promotor a sus 32 años de un amplio espectro de reformas sociales y religiosas que acompañan al programa Visión 2030. De dichas reformas debe emerger una "nueva Arabia Saudí", ahora que la opinión pública occidental tiene una visión cada vez más negativa del reino, hasta el punto de amenazar con complicar las relaciones políticas y empresariales con sus aliados.

Abrir Arabia Saudí al mundo... y a su dinero

Las reformas sociales se abren paso en un Reino que también se prepara para atravesar dificultades económicas. La Casa Saud ha sido duramente golpeada por la caída global de los precios del petróleo desde 2015, la tasa de paro aumentó el pasado año hasta el 12,8%, el Reino introdujo el 1 de enero el IVA (al 5%) por primera vez en su historia y ha emprendido la eliminación gradual de ciertos subsidios.

¿Son las reformas un modo de combatir la amenaza de un declive económico? Lo cierto es que Riad avanza rápidamente en la ampliación de derechos para lograr "una sociedad más competitiva", según fuentes diplomáticas saudíes. Gracias a un decreto real, las mujeres podrán conducir a partir de junio por primera vez desde 1990, una decisión enormemente simbólica que incrementará su participación en el mercado laboral —Uber y Careem, por ejemplo, prevén contratar a 10.000 conductoras—. También podrán entrar en el ejército —en puestos de mantenimiento de la seguridad en cuatro provincias (Riad, La Meca, Al Quassin y Medina) siempre que cumplan varios requisitos— y asistir a eventos deportivos.

El programa del príncipe heredero para abrir Arabia Saudí al mundo moderno incluye la promesa de que en el país "solo se aceptará un islam moderado". El islam saudí y ciertas corrientes como los Hermanos Musulmanes incluyen en sus políticas aspectos del mundo moderno como la tecnología y los avances científicos o bienes materiales de lujo aplicados a un modo de vida inspirado en los primeros años del islam (aplicación de la sharía, la vestimenta, el papel de la religión en la política, la estructura tribal de la sociedad...). En esta línea, fue significativo el reproche al puritano 'establishment' religioso que lanzó recientemente el príncipe Bin Salman, al subrayar que "el 70% de la población saudí es menor de 30 años... No permitiremos que el 30% restante los retenga".