Así fue el rescate de los chicos de Tailandia contado por ellos mismos
Con las camisetas de su equipo de fútbol, se presentaron ante los medios para explicar cómo fue su experiencia en la cueva. "Fue como un milagro", dijo uno de ellos
Es la única rueda de prensa que van a conceder. Con buen aspecto físico y una gran sonrisa, los 12 chicos y el entrenador que permanecieron más de dos semanas atrapados en una cueva de Tailandia han contado hoy su "odisea" tras recibir el alta médica.
Los 134 vestían la camiseta del equipo de fútbol al que pertenecen, los Jabalíes Salvajes. La comparecencia tuvo lugar en Chiang Rai, la capital de la provincia homónima situada en el norte del país. Algunos de los chicos, con edades que van desde los 11 hasta los 17 años, se mostraban más sueltos ante las cámaras que otros, aunque el que más veces habló ante las preguntas del presentador —elegido entre el centenar que presentaron los medios— fue el entrenador, Ekapol Chantawong.
El propio entrenador fue el que contó cómo quedaron atrapados en la cueva Tham Luang el 23 de junio. Entraron después de un entrenamiento para celebrar el 17 cumpleaños de uno de ellos, Peerapat Sompiangjai, pero una tormenta imprevista anegó partes de la caverna y les cortó la salida.
Cansados y débiles
Cuando se dieron cuenta que estaban atrapados, cavaron en busca de una salida de escape, pero también para encontrar lugares seguros donde dormir. Según Ekapol, bebían el agua que se filtraba por las paredes de la cueva. Uno de los chicos contó cómo conforme transcurrieron los días el hambre se acentuó y se empezaron a sentir cansados y débiles.
No obstante, cada día, animados por el entrenador, hacían algo para buscar una salida y no perder los ánimos. El 2 de julio, los buzos británicos John Volanthen y Rick Stanton les encontraron. Uno de los 'jabatos' describió hoy ese momento, después de nueve días sin alimentos y a oscuras, como "un milagro".
La búsqueda había concluido y comenzaba el rescate: los británicos intentaron levantarles la moral y les dejaron luces antes de partir para dar la buena noticia al resto de un operativo que llegó a contar con más de 1.000 personas, entre ellas expertos de Australia, Estados Unidos, China, Dinamarca, Finlandia, Israel y Japón, entre otros países.
El doctor Phak Lonhanchun, que se encontraba con ellos en el interior de la cueva, contó en la rueda de prensa que como todos los chicos presentaban las mismas condiciones físicas y no había ninguno grave, dejaron que ellos mismos decidiesen quiénes saldrían primero. Por su parte, el entrenador Ekapol reveló que decidieron que los primeros en salir fuesen aquellos que vivían más lejos.
La extracción se dividió en tres jornadas: el día 8 sacaron a cuatro, el día 9 rescataron otros cuatro y el día 10 se llevaron al resto, sedando a los chicos y transportándolos en camilla en los tramos inundados, hasta la bocana de salida.
Evitar a los medios de comunicación
Los médicos que les han cuidado tras el rescate indicaron que ya han recuperado la suficiente fuerza mental y física para regresar a sus casas. El Gobierno ha recomendado al grupo que vuelva a su vida normal y que evite convertirse en el centro de los medios de comunicación.
Los chicos adelantaron que lo primero que harán será ordenarse monjes budistas unas semanas para, de acuerdo con la tradición budista, ganar méritos en favor de Saman Kunan, el veterano buzo tailandés que falleció durante las operaciones de rescate.
Es la única rueda de prensa que van a conceder. Con buen aspecto físico y una gran sonrisa, los 12 chicos y el entrenador que permanecieron más de dos semanas atrapados en una cueva de Tailandia han contado hoy su "odisea" tras recibir el alta médica.
Los 134 vestían la camiseta del equipo de fútbol al que pertenecen, los Jabalíes Salvajes. La comparecencia tuvo lugar en Chiang Rai, la capital de la provincia homónima situada en el norte del país. Algunos de los chicos, con edades que van desde los 11 hasta los 17 años, se mostraban más sueltos ante las cámaras que otros, aunque el que más veces habló ante las preguntas del presentador —elegido entre el centenar que presentaron los medios— fue el entrenador, Ekapol Chantawong.