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Nueva Caledonia y el 'procés': "Aquí sería imposible un referéndum ilegal"
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la votación fue pactada con francia en 1998

Nueva Caledonia y el 'procés': "Aquí sería imposible un referéndum ilegal"

El soberanismo ve como un agravio el referéndum de independencia de Nueva Caledonia, obviando que el archipiélago está en la lista de territorios no autónomos de la ONU

Foto: Una mujer de etnia kanak en una manifestación en Nueva Caledonia. (Reuters)
Una mujer de etnia kanak en una manifestación en Nueva Caledonia. (Reuters)

El soberanismo catalán se ha querido reflejar estos días en el referéndum de independencia de Nueva Caledonia. Este domingo, este archipiélago de la Melanesia celebró la primera de tres votaciones acerca de si permanece como territorio francés o escoge la independencia. El 'no' a la secesión ganó por un escaso 56,4% de los votos sobre un censo de 174.154 electores, pero en Cataluña el simple hecho de la votación ha generado alborozo y a la vez agravio: sienten que la Francia jacobina es más demócrata que España por permitir la votación.

El proyecto catalán no responde al criterio de la ONU, así que su única vía es alcanzar consensos

Sin embargo, la presidenta del partido Los Republicanos Caledonios (Les Républicains Calédoniens), Sonia Backès, desmarca este caso del 'procés' catalán, y lo hace de forma taxativa: "El proyecto catalán no responde al criterio de la ONU para entrar en la lista de Territorios No Autónomos, así que su única vía a la independencia es emprender un diálogo para alcanzar consensos”. Backès, diputada en el Parlamento caledonio desde 2009, asegura que Nueva Caledonia nunca hubiera puesto las urnas de forma unilateral, y que en ese supuesto los partidos unionistas no habrían participado en la campaña. "Nos es imposible imaginar que un referéndum de independencia sea ilegal, en comparación a la posición de Cataluña. Nuestro referéndum no se opone a la Justicia francesa, ya que después de dos tratados de paz los caledonios se integraron estrictamente en la Constitución, y la pasada votación del 4 de noviembre claramente respeta la Constitución".

placeholder Vista aérea de Nóumea, capital de Nueva Caledonia.
Vista aérea de Nóumea, capital de Nueva Caledonia.

Ese pacto entre los independentistas de Nueva Caledonia y París se plasma en el Acuerdo de Nouméa de 1998, donde republicanos e independentistas reafirman el tratado de paz de 1988 que puso fin a una serie de episodios violentos que se saldaron con 70 muertos. En síntesis, el trueque fue el siguiente: París permite tres referéndums de autodeterminación en los años 2018, 2020 y 2022 y los independentistas permiten que la población de etnia francesa del archipiélago (27% del total) participe en la votación junto al resto de etnias, encabezadas por la kanak (40%). Un pacto alcanzado siempre bajo el contexto de la lista de territorios colonizados con derecho a la independencia de la ONU, que suman 17 en todo el mundo y están amparados por el Comité Especial de Descolonización. Nueva Caledonia fue incluida en esa lista en 1986.

En realidad, los episodios violentos que vivió Nueva Caledonia en los 80 se originaron por la lucha del pueblo kanak por obtener el reconocimiento y nivel de autogobierno que Cataluña tiene desde el año 1978 y que ampara la Constitución española, según indica Backès. "El acuerdo de Nouméa resuelve los problemas de Nueva Caledonia: el reconocimiento de la identidad kanak en el preámbulo del acuerdo y la transferencia de competencias excepto justicia, moneda, seguridad, defensa y relaciones internacionales, las cuales sigue gestionando Francia. El acuerdo además fija la agenda de los referéndums de independencia". Este último punto es el único que va más allá de los derechos que hoy ostenta Cataluña, y que de nuevo se explican en el contexto de territorios colonizados que, según los criterios de la ONU, no reúne Cataluña. Los dos referéndums que faltan se celebrarán siempre que el gobierno caledonio dé su visto bueno.

placeholder Enfrentamientos entre kanaks y policía francesa en una manifestación en 2003. (Reuters)
Enfrentamientos entre kanaks y policía francesa en una manifestación en 2003. (Reuters)

El movimiento kanak, liderado por la coalición Frente de Liberación Kanak y Socialista (FLNKS) ha mostrado su solidaridad con el soberanismo catalán. Su portavoz internacional, Mickael Forrest, afirmó a la Agencia Catalana de Noticias que la votación del 1 de octubre en Cataluña les dio "fuerza y coraje" y calificó como "naturales" los paralelismos entre Nueva Caledonia y Cataluña o País Vasco. Forrest hizo estas declaraciones durante un encuentro en Bruselas con Carles Puigdemont.

Más allá de la colonización que padeció Nueva Caledonia en 1853, una diferencia sustancial con Cataluña es el sustrato sociológico de los partidarios de la independencia. Mientras en Cataluña el 'procés' es un movimiento de clases medias y altas, muchas de las cuales copan los puestos burocráticos y de gestión política y cultural catalana, en Nueva Caledonia los independentistas proceden de los estratos más humildes. Los kanak han sido víctimas durante más de un siglo de políticas segregacionistas y hoy malviven en la pobreza, con altas tasas de abandono escolar, desempleo crónico y condiciones insalubres en sus hogares.

El soberanismo catalán se ha querido reflejar estos días en el referéndum de independencia de Nueva Caledonia. Este domingo, este archipiélago de la Melanesia celebró la primera de tres votaciones acerca de si permanece como territorio francés o escoge la independencia. El 'no' a la secesión ganó por un escaso 56,4% de los votos sobre un censo de 174.154 electores, pero en Cataluña el simple hecho de la votación ha generado alborozo y a la vez agravio: sienten que la Francia jacobina es más demócrata que España por permitir la votación.

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