Verdades y mentiras de Simón Bolívar: por qué a Maduro no le gusta la serie de Netflix

Hoy se cumplen 236 años del nacimiento de Simón Bolívar, militar y político venezolano. Él fue el fundador de las repúblicas de la Gran Colombia y Bolivia, así como también fue unas de las figuras clave de la emancipación hispanoamericana frente al Imperio español. Simón contribuyó a desarrollar y concretar de manera firme la indepoendencia de Bolivia, Colombia, Ecuador, Panamá, Perú y Venezuela. Una efeméride que Netflix no ha querido pasar por alto e hizo pública una miniserie de 60 episodios en la que se intenta hacer un relato íntimo sobre la figura del caraqueño.

Simón José Antonio de la Santísima Trinidad de Bolívar y Palacios nació en Caracas en el seno de un aristocrático matrimonio, el formado por Juan Vicente Bolívar y Ponete y María Concepción Palacios y Blanco. A los 22 años, en el monte Sarco de Roma juró y cumplió: "Qué no daría descanso ni reposo a su alma hasta romper las cadernas del opresor español". Un hecho por el que le fue concedido el título honorífico de Libertador, el cual le fue otorgado por el Cabildo de Mérida en Venezuela.

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Coincidiendo con el aniversario del nacimiento del Libertador, Netflix, en colaboración con Caracol Televisión, produjo 'Bolívar', una miniserie de 60 entregas, que se puede ver bajo demanda y que se estrenó el pasado 21 de junio en Estados Unidos y América Latina. En España ya está disponible y en Colombia se espera que Caracol Televisión la emita en abierto durante los próximos meses.

Nicolás Maduro fue uno de los primeros críticos que dio su opinión sobre la serie. El presidente venezolano, el día antes del estreno de la serie, dijo: "Las (emisoras) televisoras de la oligarquía colombiana van a inaugurar una miniserie de 'Bolívar'". Segundos más tarde, añadió: "Cuántas mentiras, difamaciones y basura pondrán en la miniserie". Finalmente alentó a sus bases a que salieran en "defensa (de Bolívar) frente a la mentira de la oligarquía colombiana".

Días más tarde, durante un acto de gobierno transmitido por la televisión estatal, Maduro se retractó y comentó: "Confieso que me puse a ver la serie Bolívar". Momentos más tarde agregó que la serie le pareció atractiva, bien producida y colorida y finalizó: "Como es Bolívar emitiremos una opinión objetiva, sincera y constructiva sobre esa serie". Maduro, sin embargo, no desaprovechó la oportunidad para cargar contra Juana Uribe, guionista de la serie, para decir de ella que estaba "manoseada y tergiversada" por el chavismo.

El historiador Omar Galíndez, uno de los comentaristas más asiduos de los foros chavistas, definió en BBC Mundo este cambio de opinión de Maduro sobre la serie en una sola frase: "Un celo excesivo de intentar cuidar la figura de Bolívar". No obstante, no se quedó ahí y también afirmó que detrás del excepticismo del presidente de Venezuela hacia la producción existe un debate que planteó el chavismo sobre el Libertador.

En líneas generales, Colombia y Venezuela han tenido siempre diferencias en torno a la figura de Bolívar, cuyo legado se suele contrastar con el de Francisco de Paula Santander, un aliado independentista que, según cuenta la historia, lo traicionó cuando sacrificó el proyecto de la Gran Colombia por el federalismo. Así, Santander es sinónimo de institucionalidad, liberalismo y federalismo, mientras que Bolívar representa el sueño continental latinoamericano centralista.

La conclusión a la que llega el historiador es que "la advertencia de Maduro (sobre la serie) se inspira en los resquemores que dejó el comportamiento histórico de las oligarquías". Unas sensaciones que provienen de hace dos siglos y que ahora, gracias a la serie de Netflix, las ha rescatado Maduro para devolverlas a la actualidad.