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'Rastreadores de covid': La hora más oscura de Estados Unidos
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'Rastreadores de covid': La hora más oscura de Estados Unidos

Pablo Pombo se sumerge en la prensa internacional y selecciona los artículos imprescindibles para estar bien informado sobre todos los aspectos de la pandemia. Una 'newsletter' diaria solo para suscriptores

Foto: Ilustración: Laura Martín.
Ilustración: Laura Martín.

Pandemia y golpe de Estado. Y desigualdad. Y un poder en manos de las grandes tecnológicas que no tiene precedentes en la historia de la humanidad. Habría que remontarse muchos años, más de un siglo, para encontrar a un presidente en situación tan compleja como la que tiene Biden por delante. El peor momento nunca vivido por la sanidad de su país. El daño sobre la fibra democrática que ha provocado Trump. La pérdida de prestigio internacional. La distancia inmoral entre la economía real y la financiera. ¿Estamos ante el ocaso de la primera potencia mundial? Es posible, aunque no está escrito. Lo único seguro es que el sueño americano se ha convertido en una pesadilla. Estados Unidos atraviesa su hora más oscura.

Lo más difícil en la historia sanitaria norteamericana

"Estados Unidos supera los 300.000 casos diarios de coronavirus, el segundo y alarmante récord de esta semana". 'Washington Post'. “La cifra equivale a la población de St. Louis, Pittsburg o Cincinati. Surge un día después de que más de 4.000 personas murieran como consecuencia del virus. Número total de fallecimientos: 367.458 (...) A principios de diciembre, cuando se superaron los 200.000 contagios diarios, Robert Redfield —director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades— advirtió de que los próximos meses serían 'los más difíciles de la historia de la salud pública en nuestra nación', debido a la tensión en un sistema sanitario que ya estaba abrumado (...). Fauci, el primer experto del país, anticipó recientemente que “las cosas podrían empeorar en las próximas semanas o, como poco, se mantendrá el nivel terrible de infecciones y muertes que Estados Unidos está sufriendo”.

Foto: Foto: Reuters.

Desigualdad

Mientras los mercados andan disparados, la pandemia ha propulsado la desigualdad en aquella sociedad. “En 2020, la peor caída de empleo desde 1939”. 'Wall Street Journal'. "Un total de 9,37 millones de empleos perdidos en Estados Unidos, superando (casi duplicando) los 5,05 millones de 2009 tras la crisis financiera mundial. Los sectores más afectados: hoteles, restauración y las industrias relacionadas. Esto aumentó el desempleo entre las minorías, los trabajadores jóvenes y menos educados. Grupos afectados desproporcionadamente por el impacto económico del coronavirus. Las tasas se dispararon en abril, más tarde, comenzaron a disminuir. Diciembre trajo otro gran aumento del desempleo".

Foto: Foto: EC

La partida de 2024 se está jugando ya

¿Por qué tanto afán en el 'impeachment' a Trump? Porque ahí puede estar la primera partida de las elecciones en 2024, someter a Trump al ostracismo conlleva abrir una etapa nueva en el Partido Republicano y preservar la democracia norteamericana. “¿Cómo llevar a cabo un 'impeachment' en 12 días?”. Dentro de este artículo del 'New York Times', hay un apartado que a mí me parece revelador: "Llevar a cabo el 'impeachment' ahora podría excluir a Trump de cualquier cargo público en el futuro".

Aunque el 'impeachment' parezca inútil cuando el presidente está a punto de dejar la Casa Blanca, lo cierto es que podría tener consecuencias reales para Trump que van más allá de la mancha en su historial. Si fuera condenado, el Senado podría votar que se le prohíba el acceso a cualquier cargo. La Constitución señala que el Senado puede considerar “la descalificación para ocupar y disfrutar cualquier cargo de honor, confianza o lucro en los Estados Unidos”

"Solo una mayoría simple de senadores tendría que aceptar la descalificación de Trump, quien está contemplando otra candidatura a la presidencia en 2024. El movimiento es atractivo no solo para los demócratas, también lo es para muchos republicanos que están considerando sus carreras personales".

Foto: Imagen: Sergio Beleña

La escena del crimen

La movilización que vimos el día de Reyes no habría sido posible sin las plataformas de redes sociales. En Washington, como en Bruselas y Beijing, está creciendo la voluntad de regular a estos actores. Es probable que esta revuelta marque un antes y un después en la necesidad de regular lo que no está regulado y supone un problema para la libertad de mercado, no pocos sectores de la economía y la supervivencia misma de la democracia. “Facebook, presionado para retener las evidencias digitales de lo ocurrido en el Capitolio”. Bloomberg. “El senador Mark Warner —presidente entrante del Comité de Inteligencia del Senado— ha solicitado a Mark Zuckerberg —CEO de Facebook— que tome las medidas necesarias para retener cualquier tipo de contenido vinculado a los acontecimientos que pudiera ser necesario para futuras acciones legales. Los textos, vídeos e imágenes publicados en su plataforma, así como los metadatos, las copias en la nube y la información de suscriptores, conforman una evidencia crítica para ayudar a llevar a estos alborotadores ante la Justicia (...) El Capitolio de los Estados Unidos es ahora una escena del crimen”.

Foto: Foto: EFE

Daño global

Siembre hay que leer a Anne Applebaum. Siempre es lúcida. “Lo que Trump y su turba han enseñado al mundo sobre Estados Unidos”. 'The Atlantic'. Este texto refleja el motivo y el alcance del descrédito global de la primera potencia —y en el fondo, del modelo democrático en sí mismo— provocado por los acontecimientos del pasado 6 de enero.

“El arma más importante que Estados Unidos jamás ha utilizado —en defensa de la democracia, en defensa de la libertad política, en defensa de los derechos universales, en defensa del Estado de derecho— ha sido el poder del ejemplo. Al final, no eran nuestras palabras, nuestras canciones, nuestra diplomacia, ni siquiera nuestro dinero o nuestro poder militar lo que de verdad importaba. Eran las cosas que habíamos logrado: dos siglos y medio de transiciones pacíficas del poder, la expansión lenta, pero masiva de nuestro modelo, las largas y aparentemente sólidas tradiciones del debate civilizado. Las imágenes de Washington difundidas en todo el mundo son mucho más dañinas para la reputación de Estados Unidos, como democracia estable, que las imágenes de los jóvenes protestando por la guerra de Vietnam, son mucho más perturbadores que los disturbios y las protestas del verano pasado [Black Lives Matter]. Los eventos del Capitolio no representan una disputa política, un desacuerdo (...) Reflejan un conflicto sobre la validez misma de la democracia. Una turba se declaró capaz de decidir quién debe ser el próximo presidente. Lo alentó Trump. También sus aliados parlamentarios y los propagandistas de la extrema derecha. Durante unas horas, prevalecieron”.

Pandemia y golpe de Estado. Y desigualdad. Y un poder en manos de las grandes tecnológicas que no tiene precedentes en la historia de la humanidad. Habría que remontarse muchos años, más de un siglo, para encontrar a un presidente en situación tan compleja como la que tiene Biden por delante. El peor momento nunca vivido por la sanidad de su país. El daño sobre la fibra democrática que ha provocado Trump. La pérdida de prestigio internacional. La distancia inmoral entre la economía real y la financiera. ¿Estamos ante el ocaso de la primera potencia mundial? Es posible, aunque no está escrito. Lo único seguro es que el sueño americano se ha convertido en una pesadilla. Estados Unidos atraviesa su hora más oscura.

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