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Aranceles, bases y avisperos geopolíticos: la incómoda agenda España-EEUU
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Aranceles, bases y avisperos geopolíticos: la incómoda agenda España-EEUU

La agenda bilateral España-EEUU es un campo de minas sembrado durante los cuatro años de la Administración Trump que ahora toca intentar desactivar

Foto: Joe Biden, durante su discurso de investidura en Washington DC. (EFE)
Joe Biden, durante su discurso de investidura en Washington DC. (EFE)
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Estos días, se habla mucho de Joe Biden en los pasillos de la Moncloa. Hay cierto entusiasmo en el Gobierno de Pedro Sánchez por el fin de la era Trump en Estados Unidos. Pero el optimismo político de puertas para afuera viene acompañado de buenas dosis de cautela pragmática en los despachos. Media docena de analistas, fuentes gubernamentales y diplomáticas desgranan para El Confidencial una agenda compleja, multilateral y repleta de asuntos delicados. Un campo de minas sembrado durante los cuatro años de la Administración Trump que ahora toca intentar desactivar.

A favor de España está la propia figura de Biden. El 46º inquilino del despacho oval conoce bien nuestro país, que visitó en mayo de 2010 como vicepresidente de Barack Obama. En esa oportunidad, el exsenador por Delaware se encargó de restablecer cierta sintonía política con Madrid, que había caído bajo mínimos con la decisión del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero de retirar las tropas españolas de Irak nada más asumir el cargo en 2004. No es una mera cuestión de formas.

placeholder El entonces vicepresidente estadounidense, Joe Biden, y el entonces presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, durante la visita del primero a España. (EFE)
El entonces vicepresidente estadounidense, Joe Biden, y el entonces presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, durante la visita del primero a España. (EFE)

“En una reunión con el presidente Obama durante las negociaciones para el acuerdo de libre comercio entre Estados Unidos y Europa, el vicepresidente Biden era capaz de mencionar con detalle a los líderes empresariales y tecnológicos españoles del momento, como Grupo Santander, Iberdrola o Abengoa”, recuerda Juan Verde, quien presenció la escena como subsecretario comercial para Europa en la Administración demócrata. “Es uno de los líderes que más se preparan las reuniones: analiza, lee, consulta. Tiene una clara comprensión de la realidad europea y sin duda será el presidente más europeísta que ha tenido Estados Unidos”, agrega Verde, quien formó parte del equipo de campaña del candidato.

Pero esto no significa que podamos volver a 2016 automáticamente. “La mayoría de los europeos celebraron la victoria de Joe Biden, pero no creen que Estados Unidos pueda volver como el gran líder global”, comentaban Ivan Krastev y Mark Leonard en una publicación del European Council on Foreign Relations (ECFR) publicada esta semana. En la investigación del 'think tank', en la que han realizado decenas de encuestas en varios países europeos, demuestran que la posición de muchos lugares del continente sobre Washington ha cambiado de forma drástica tras la presidencia de Trump. “La mayoría de los europeos en Estados miembros clave piensa que el sistema político de EEUU está roto y que Europa no puede depender de EEUU para defenderse”.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante la presentación de Plan de Recuperación Económica con los fondos de la UE. (EFE)

En apenas 12 meses, la pandemia y los últimos estertores del trumpismo han cambiado radicalmente las fichas en el tablero geopolítico y España no ha caído en una posición fácil. Estas son las claves estratégicas:

1. Todo pasa por Bruselas

Empecemos por lo básico. “Trump ha sido un ferviente enemigo de los dos ejes sobre los que gira la política exterior de España: Unión Europea y Alianza Atlántica. Ojalá volvamos a reconocer a Estados Unidos en su proyección internacional”, explica Pedro Rodríguez, profesor asociado de Relaciones Internacionales en la Universidad Pontificia Comillas-Icade y excorresponsal en Estados Unidos. Esto sintetiza las positivas expectativas con las que se recibe a Biden en Madrid y la mayoría de las capitales europeas. “Pase lo que pase, las cosas para España con Joe Biden van a ir a mejor”, resume una de las fuentes gubernamentales.

Hay cierta confianza en que esto se materialice en “unas nuevas relaciones transatlánticas, bilaterales y de cooperación”, como explicó la ministra de Exteriores, Arancha González Laya, en la reciente Conferencia de Embajadores. Con un pero: "No debemos, o, más bien, no podemos, dar por sentado que las cosas serán como antes. Hay que repensar y, sobre todo, dotar de un nuevo objetivo estratégico compartido la relación transatlántica", agregó Laya.

Arancha González Laya: "No debemos, o, más bien, no podemos, dar por sentado que las cosas serán como antes"

Pero esta 'reconciliación' diplomática será en bloque, no bilateral, por lo que el primer desafío para el Gobierno será lograr ubicar sus prioridades en lo alto de la lista comunitaria. “Todo se va a dar en la relación trasatlántica, no va a existir una relación bilateral fuera de ese marco”, explica Verde sobre cómo encarará la Casa Blanca su relación con la Unión Europea pos-Brexit.

Las prioridades en la agenda UE-EEUU tienen cuatro planos: el sanitario (pandemia), el medioambiental (emergencia climática), el económico (guerra comercial) y el de seguridad (terrorismo y autocracias). “Estamos cómodos con esa ruta y la hacemos nuestra", explica una de las fuentes diplomáticas de alto rango. "Hay una agenda de recuperación económica prioritaria con varios ejes de acción, incluyendo el tema comercial, la competencia, empresas estatales, acero, aluminio, agro. Todo lo vamos a tratar a nivel europeo”, agrega.

2. Aranceles y tecnológicas

La lista de asuntos pendientes es extensa. Pero la mayoría de los consultados coinciden en que, más allá del nuevo entendimiento político, el primer punto son los aranceles, que han afectado a productos españoles clave como el aceite, el vino o los cítricos. “Es lo que más nos preocupa”, asegura una fuente del Gobierno, quien confirma que se han mantenido conversaciones informales con el equipo de Biden desde que ganó las elecciones.

Foto: Joe Biden, presidente electo de EEUU. (Reuters)

Son nexos todavía muy preliminares, puesto que el presidente estadounidense todavía tiene que nombrar muchos cargos y equipos después de una transición atípica y accidentada. “Estamos expectantes, pero entendemos que el presidente Biden primero deberá atender asuntos internos: la pandemia, la unificación del país y otras urgencias domésticas”, reconoce una de las consultadas. “Va a ser un cambio de página, sí. Pero a cámara lenta”, explica otra.

Verde, quien ha tenido experiencia directa en este tipo de negociaciones, confirma que cualquier movimiento no será precipitado. “Hay medidas de la Administración Trump que han afectado a España de forma desproporcionada, como los aranceles agroalimentarios, entre otras. Y existe la predisposición del Gobierno de Biden de volver a la normalidad. Pero no creo que vaya a hacer borrón y cuenta nueva. Las medidas se tomaron y va a haber un proceso de negociación para restablecer la relación, unas nuevas reglas. Se eliminarán algunos aranceles, se modificarán otros. Va a ser una negociación compleja que va a requerir de una serie de jugadas estratégicas a nivel Bruselas y nivel Madrid”, avisa el analista y ejecutivo de Atrevia.

Dolors Monserrat: "Tenemos muy claro que aquello que está regulado en la vida normal hay que regularlo en la vida digital"


El otro punto que encabeza la lista de desencuentros es el plan europeo para desmontar la ingeniería fiscal que utilizan las grandes tecnológicas como Google, Facebook o Apple para esquivar impuestos en suelo europeo. "Tenemos muy claro que aquello que está regulado en la vida normal hay que regularlo en la vida digital", afirma Dolors Monserrat, europarlamentaria del Partido Popular. "En esto, puede haber discrepancias con EEUU, pero [la presidenta de la Comisión Europea] Von der Leyen ha propuesto una reunión de trabajo para poder empezar a hablar de estos desafíos", agrega Monserrat sobre la necesidad de que estas tecnológicas paguen impuestos y sus plataformas sean reguladas.

3. Cooperación militar

El principal punto en la agenda bilateral será el de cooperación militar. El próximo mes de mayo se deben renovar los acuerdos del Pacto de Madrid sobre la presencia militar estadounidense en las bases españolas de Morón y Rota, después de que el Gobierno permitiera que el pacto se actualizara automáticamente el año pasado para dar a la nueva Administración del país norteamericano tiempo para organizar sus prioridades.

El exministro de Asuntos Exteriores Javier Solana consideró en un reciente seminario organizado por la escuela de negocios Esade que España debería “saber jugar mejor” la baza de estas bases estratégicas para EEUU, especialmente si se confirma el interés estadounidense en aumentar su presencia militar en el sur peninsular —un aumento de 600 personas y dos destructores adicionales, según informó el diario 'El País' en 2019— que el Gobierno podría utilizar en su favor.

Foto: Pedro Sánchez y Donald Trump. (EFE)
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Estas cifras superarían los límites del acuerdo vigente de 1988, el cual debería actualizarse por cuarta vez. Se trata de una tarea de doble filo. Por un lado, a Sánchez le conviene mantener e incluso incrementar la presencia de unos 10.000 militares y técnicos del país nortamericano en la zona, clave para la industria local. Por otro, una renegociación podría generar roces en la coalición de gobierno sobre la influencia militar de una potencia extranjera en un área estratégica.

"Europa tiene que mejorar sus capacidades de defensa. Cuando hablamos de autonomía estratégica, no nos referimos solo a lo sanitario o lo comercial, sino también la seguridad y la defensa europeas. Hay que mejorar esto en el marco de la OTAN, pero también de manera independiente. Esto lo tenemos claro. Está un poco en el aire el mantenimiento de las bases americanas después de mayo", apuntó la eurodiputada popular.

Foto: Joe Biden, en una fotografía de archivo.

4. El avispero geopolítico

Otro de los grandes cambios que se esperan con la nueva Administración Biden-Harris es la vuelta a la cooperación multilateral en asuntos globales. "Exceptuando países como Polonia o Hungría, que se alinearon con Trump, la Administración Biden ofrece una magnífica oportunidad de reparar una muy dañada relación transatlántica en una serie de asuntos esenciales. Desde Irán a Oriente Próximo, pasando por el multilateralismo, el cambio climático o la promoción de la democracia y los derechos humanos, el cambio se notará muy rápido”, afirma Ignacio Torreblanca, director del ECFR en Madrid. “Dicho esto, hay intereses que no serán coincidentes y en los que habrá discrepancias, pues EEUU es menos multilateral y más proteccionista que la UE”, agrega.

Aquí, España tiene varios asuntos delicados entre manos. El primero es Venezuela. Probablemente, Biden no será tan rígido como lo fue el magnate republicano. Pero el resultado electoral en Florida y el pulso general de los latinos en las recientes elecciones presidenciales sugieren que la mejor estrategia es mantener cierta presión. Esto contrastará con el Gobierno de Pedro Sánchez, cuya postura hacia Caracas está condicionada por sus aliados de gobierno, sostienen los analistas. Fuentes diplomáticas españolas aseguran que Madrid volverá a tratar de intensificar su actividad en este frente, "siempre dentro del marco de la UE", después de que la pandemia hiciera saltar por los aires la agenda internacional.

Foto: Emmanuel Macron y Angela Merkel. (Reuters)
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El segundo es Marruecos. No está claro si Biden puede o quiere rechazar el reconocimiento de la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental —que vino con el reconocimiento de Rabat a Israel—. En un contexto en el que Madrid es tibia en su rechazo y Francia muestra convencida su apoyo, puede que Washington apueste por no deconstruir el legado de Trump en el Magreb. "El final de la era Trump ha supuesto una especie de luna de miel entre Marruecos y EEUU. El mismo día en que el Departamento de Estado copatrocinaba la conferencia de apoyo a la autonomía del Sáhara Occidental, Trump condecoraba a Mohamed VI con la Legión del Mérito, con el grado de comandante en jefe, 'por su visión y su valentía personal de reanudar el contacto con el Estado de Israel”, recordaba Ignacio Cembrero, analista y periodista de El Confidencial, en un reciente análisis del tema, en el que concluía que "es improbable" que Biden vaya a revertir la situación actual.

Además, en otros asuntos globales, como China, existen visiones diametralmente opuestas. "La política de presión de Washington hacia China en temas tecnológicos, comerciales y de inversiones, aunque no será tan brutal, seguirá siendo más dura que la que sostiene España. Por tanto, aunque habrá un cambio total en el tono y procesos, eso no quiere decir que no haya discrepancias", señala Torreblanca.

Foto:  Tres banderas de la Unión Europea ondean frente al edificio Berlaymont, sede de la Comisión Europea en Bruselas (Bélgica). (EFE)

5. Influencia alternativa

Dado que los intereses españoles estarán supeditados a la negociación de la agenda común europea —y a las prioridades domésticas de EEUU—, el mayor desafío para el Gobierno de Sánchez será lograr abrir espacios de influencia alternativa con nuestro mayor socio comercial extracomunitario y destino clave de la inversión española. Los analistas apuntan a la oportunidad que abre el Brexit en este frente: con Reino Unido fuera de la ecuación europea, Washington necesitará un nuevo interlocutor de confianza en su renovado interés por restañar su política multilateral y España podría mejorar su perfil internacional jugando este papel.

Daniel Ureña: "El margen de maniobra de España está vinculado a su condición de puente entre Europa y Latinoamérica"

"España tiene una oportunidad estratégica para posicionarse como un socio de referencia con EEUU. El margen de maniobra de España está vinculado a su condición de puente entre Europa y Latinoamérica", apunta Daniel Ureña, director de MAS Consulting. Una de las posibles estrategias para este acercamiento es promover los vínculos históricos e idiomáticos entre ambos países. "La comunidad hispana, en auge, representa una oportunidad estratégica para España y no puede quedar fuera de la agenda española en EEUU, y la cultura, historia e idioma son herramientas clave", agrega Ureña, también presidente del 'think tank' de asuntos hispanos en EEUU The Hispanic Council.

Estos días, se habla mucho de Joe Biden en los pasillos de la Moncloa. Hay cierto entusiasmo en el Gobierno de Pedro Sánchez por el fin de la era Trump en Estados Unidos. Pero el optimismo político de puertas para afuera viene acompañado de buenas dosis de cautela pragmática en los despachos. Media docena de analistas, fuentes gubernamentales y diplomáticas desgranan para El Confidencial una agenda compleja, multilateral y repleta de asuntos delicados. Un campo de minas sembrado durante los cuatro años de la Administración Trump que ahora toca intentar desactivar.

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