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Tiroteo en Texas, el 'santuario' de la Segunda Enmienda donde cualquiera puede ir armado
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nueva masacre en una escuela primaria

Tiroteo en Texas, el 'santuario' de la Segunda Enmienda donde cualquiera puede ir armado

El tiroteo en una escuela de educación primaria en Uvalde, Texas, poco después de otro incidente en un supermercado en Búfalo, reabre la controversia sobre la cultura de las armas en el país norteamericano

Foto: Dos personas en una galería de tiro en El Paso, Texas. (Reuters/Julio Cesar Chávez)
Dos personas en una galería de tiro en El Paso, Texas. (Reuters/Julio Cesar Chávez)

Políticos de todos los niveles, desde el federal hasta el local, han amenazado con quitarles las armas a los ciudadanos respetuosos de la ley. Pero no dejaremos que esto pase en Texas”. Estas fueron las palabras del gobernador del estado de la 'Amistad', Greg Abbott, cuando hace menos de un año consagraba Texas como un ‘santuario’ de la Segunda Enmienda de la Constitución estadounidense. El republicano, flanqueado por varios miembros de la Asociación Nacional del Rifle, firmó siete leyes estatales para prohibir que se aplique ninguna legislación federal de control de armas en el territorio y mantener Texas como "un bastión de la libertad" donde se puede llevar una pistola sin licencia. Pocos creen que la masacre de Uvalde vaya a cambiar las cosas.

Este martes, un joven de 18 años, identificado como Salvador Ramos, abrió fuego en una escuela primaria de esta localidad texana de 16.000 habitantes y ha causado la muerte de 21 personas —19 menores y dos adultos—. La tragedia ha devuelto el debate sobre la regulación de las armas a las portadas de los medios, un fenómeno cíclico en Estados Unidos que lleva décadas siendo una de las grietas más profundas en la sociedad norteamericana. Los acérrimos defensores de la Segunda Enmienda de la Constitución mantienen su derecho a la libertad y a la autodefensa para poder llevar una pistola —o un subfusil— al cinto; mientras sus críticos exigen limitar la tenencia y porte, porque atenta contra el derecho a la vida.

"Como nación, nos tenemos que preguntar: ¿cuándo, en nombre de Dios, vamos a ponernos firmes con el 'lobby' de las armas?", dijo el presidente Joe Biden en un discurso a la nación. "Cuántos niños pequeños, que han sido testigos de lo sucedido, ven a sus amigos morir como si estuvieran en un campo de batalla, por amor de Dios", agregó. Hasta la fecha no existe ninguna regulación federal al respecto.

Los 'santuarios' de la Segunda Enmienda o 'santuarios de armas', son los estados, condados y localidades de los Estados Unidos que han aprobado leyes para impedir que se apliquen medidas o restricciones federales al control de armas, al considerar que dichas medidas violarían el derecho a poseer y portar armas consagrado en la Constitución. Algunas de las medidas consideradas contrarias a la Enmienda serían las verificaciones de antecedentes de armas, la prohibición de cargadores de alta capacidad o la prohibición de armas de asalto, entre otras. Las leyes de Texas permiten portar pistolas sin licencia, llevar armas a los hoteles y permiten a los ciudadanos a llevar sus armas en la funda de su preferencia.

Las autoridades locales informaron que el sospechoso Salvador Ramos, de 18 años, llegó en su coche, que estrelló fuera de la escuela, y abrió fuego en torno a las 11:30 hora local en la Escuela Primaria Robb dos días antes de las vacaciones de verano. Actuó solo y fue abatido, confirmó Pete Arredondo, el jefe de policía del distrito escolar de Uvalde. El tirador tenía al menos una pistola y un rifle, aunque todavía no se sabe cómo obtuvo las armas.

Foto: Policías acordonando la zona tras el tiroteo. (Reuters)

Medios locales dijeron, citando al Departamento de Seguridad Pública de Texas, que el sospechoso llevaba un chaleco antibalas durante el incidente y que los primeros agentes sobre el terreno no pudieron neutralizarlos, por lo que tuvieron que esperar a los equipos tácticos.

Una tragedia cíclica

"No se pueden detener las balas con 'pensamientos y oraciones", dijo el grupo Marcha por nuestras vidas, formado por supervivientes del tiroteo masivo de la escuela de Parkland, Florida, de 2018. "El asesinato masivo de niños como este es solo 'normal' en América. Para honrar a aquellos que perdimos y salvar innumerables vidas, necesitamos acción. Estamos muriendo mientras esperamos", agregaron.

Esta última tragedia llega menos de dos semanas después del atentado racista en un supermercado de Búfalo, en el estado de Nueva York, en el que murieron 10 personas, y coincide con el décimo aniversario de los asesinatos de Sandy Hook —donde 20 menores de entre seis y siete años fueron asesinados en el estado de Connecticut—. Además, falta apenas una semana para la celebración anual de la Asociación Nacional del Rifle —defensores incondicionales de las armas— en Houston. Según datos de la organización suiza Small Arms Survey, existen 120 armas de fuego por cada 100 ciudadanos estadounidenses.

Foto: Recinto del concierto donde se produjo el tiroteo de Las Vegas. Al fondo, el hotel Mandalay Bay desde el que se hicieron los disparos. (Reuters)

"Los legisladores como Abbott y otros que tratan de construir una marca política agitando a los votantes de la ANR (Asociación Nacional del Rifle), tienen mucha sangre en sus manos", opinó Igor Volsky, director ejecutivo de Guns Down America, a grupo de prevención de violencia, a medios locales. "Sus ambiciones políticas y su deseo de poder son simplemente más importantes que la vida de sus ciudadanos", agregó el activista.

Y, aunque el propio gobernador del estado ha lamentado lo ocurrido, la realidad es que actualmente los texanos pueden portar armas sin ningún tipo de licencia o acreditación. No es la primera vez que Texas es el foco de estos tiroteos. En 2019 se produjo la masacre de Walmart de El Paso, donde murieron 22 personas; y en 2017, 25 personas perdieron la vida a manos de un tirador en una iglesia de Sutherland Springs.

Políticos de todos los niveles, desde el federal hasta el local, han amenazado con quitarles las armas a los ciudadanos respetuosos de la ley. Pero no dejaremos que esto pase en Texas”. Estas fueron las palabras del gobernador del estado de la 'Amistad', Greg Abbott, cuando hace menos de un año consagraba Texas como un ‘santuario’ de la Segunda Enmienda de la Constitución estadounidense. El republicano, flanqueado por varios miembros de la Asociación Nacional del Rifle, firmó siete leyes estatales para prohibir que se aplique ninguna legislación federal de control de armas en el territorio y mantener Texas como "un bastión de la libertad" donde se puede llevar una pistola sin licencia. Pocos creen que la masacre de Uvalde vaya a cambiar las cosas.

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