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Ucrania frente al "muro de fuego" ruso: ¿puede Kiev ganar una guerra de artillería?
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Bajo la lluvia de proyectiles

Ucrania frente al "muro de fuego" ruso: ¿puede Kiev ganar una guerra de artillería?

La falta de piezas de artillería y de munición para estas afecta ya a las tropas ucranianas. Ucrania es capaz de realizar entre 5.000 y 6.000 disparos al día, 10 veces menos que las tropas del Kremlin, más escasas de infantería

Foto: Artillería ucraniana. (EFE)
Artillería ucraniana. (EFE)

A la morgue de Dnipro llegan los fragmentos de los cuerpos ya en bolsas identificadas, listas para procesar, organizar y entregar a sus familias. No hay cifras oficiales, pero el presidente Volodímir Zelenski coloca las bajas mortales del Ejército ucraniano en el frente del este, donde se concentra la ofensiva rusa, en más de un centenar cada día.

La mayoría de los muertos llegan a la morgue de Dnipro, donde los forenses hacen turnos dobles, o triples, sin días libres, en las apenas cinco mesas con las que cuentan para trabajar. "Hoy ves menos gente porque es día de enterramiento", dice Serhiy Savchenko, vicedirector de la morgue del Hospital Mechnykova en Dnipro. Los cuerpos que no son identificados, o aquellos de los que no se conoce familia o no son reclamados, acaban en un cementerio a las afueras de la ciudad, donde los túmulos frescos del día se alinean junto a las fosas abiertas y preparadas para la siguiente tanda, entre banderas ucranianas, coronas de flores u ofrendas votivas. Las fechas de los carteles recogen la historia de las pérdidas del Ejército ucraniano, que aumentan exponencialmente con la entrada en la nueva etapa de la guerra: la de la artillería, y en la que Ucrania se queda sin munición.

placeholder Tumba de un soldado fallecido en el frente. (Alicia Alamillos)
Tumba de un soldado fallecido en el frente. (Alicia Alamillos)

"Es agotador. Caen cada dos por tres. Por cada ronda que mandamos nos disparan 10. Recibimos y a veces no podemos ni responder porque no tenemos", cuenta en una cafetería de Pokrovsk (Donetsk), llena de militares, Sasha (nombre falso), soldado ucraniano desplegado en algún lugar del frente del este, entre Donetsk y Lugansk, donde Moscú está centrando su ofensiva. En un cambio de rumbo del Kremlin, el Ejército ruso está centrando sus esfuerzos en unos pocos objetivos concretos, con Severodonetsk, capital administrativa y una de las últimas ciudades todavía controladas por Ucrania en la región de Lugansk, como el principal objetivo. La estrategia, por el momento, está dando mucho mejor resultado que la de atacar múltiples frentes. Pero, más allá del cambio de estrategia, gran parte del motivo de la posición ventajosa rusa se debe a aquello que Stalin definió en su momento como "la diosa de la guerra", la artillería.

En las vastas estepas del este ucraniano, los obuses y cañones reinan. Miles de proyectiles de gran calibre llueven día tras día sobre las posiciones ucranianas.

placeholder Una de las tumbas recientes en el cementerio de Dnipro. (Alicia Alamillos)
Una de las tumbas recientes en el cementerio de Dnipro. (Alicia Alamillos)

En entrevista con el medio alemán 'Der Spiegel', un comandante ucraniano en el frente oriental denominó la actual estrategia rusa como un "muro de fuego": lanzan una avalancha de rondas de artillería antes de cada breve ataque terrestre de las tropas. En este escenario, no hay espacio para las tácticas ucranianas —móviles y rápidas— que tantas humillantes bajas provocaron a Rusia durante los primeros compases de la guerra. Lo único que cuenta es quién tiene más armamento pesado y munición.

"Tenemos que aguantar, controlamos todavía algunas posiciones ventajosas [Lysychansk, sobre una colina y al otro lado del río que la separa de Severodonetsk]. Pero estamos cayendo mucho", pondera Sasha. "Lo bueno —aventura— es que, por mucho que ellos tengan la artillería, no tienen los suficientes hombres [tropas] para avanzar tanto como podrían, no pueden conquistar y asegurar con hombres lo que 'barren' primero con artillería", sostiene. "Tenemos que aguantar", repite.

Que la invasión de Ucrania se haya transformado en una guerra de artillería no es un fenómeno sorprendente. "Cuando los frentes se estabilizan, la artillería siempre acaba convirtiéndose en la rama dominante de los ejércitos combatientes", explica Mark Cancian, excoronel de la Marina estadounidense y asesor en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales de Washington, en entrevista con El Confidencial. En un frente estático en el que hay pocos movimientos, resulta mucho más sencillo tanto encontrar objetivos como desplegar armamento pesado que requiere de tiempo y reconocimiento del terreno para estar operativo. "Esto es lo que ocurrió en ambas guerras mundiales y, muy destacadamente, en la guerra de Corea", recuerda el experto.

placeholder Cementerio militar de Dnipro. (Alicia Alamillos)
Cementerio militar de Dnipro. (Alicia Alamillos)

Las Fuerzas Armadas ucranianas, por sí mismas, no cuentan con armamento que pueda competir con el ruso en términos de alcance y letalidad, lo que las ha colocado en una difícil situación estratégica. Ucrania efectúa unos 5.000-6.000 disparos de artillería diarios. Rusia, 10 veces más.

Este masivo desequilibrio ha sido reiterado hasta el agotamiento por parte del Gobierno ucraniano como argumento para pedir a sus aliados occidentales envíos urgentes de armas pesadas. Recientemente, Mykhailo Podolyak, asesor clave de Zelenski, puso sobre la mesa a la vista de todos las necesidades del Ejército ucraniano: 1.000 'howitzers' (obuses), 500 tanques y 1.000 drones, entre un amplio abanico de material militar. "Siendo directos, para poner fin a la guerra necesitamos paridad en armas pesadas", sentenció en Twitter.

"La principal limitación del Ejército ucraniano no son las armas en sí, sino su capacidad de absorberlas", indica Cancian

Aunque la cantidad solicitada está lejos de verse cumplida, los últimos llamamientos ucranianos parecen estar dando resultado. La semana pasada, tanto Estados Unidos como Reino Unido anunciaron que enviarán municiones y sistemas de cohetes guiados "de última generación" a Ucrania. Sin embargo, el problema va más allá del suministro de armamento.

"La principal limitación del Ejército ucraniano no son las armas en sí, sino su capacidad de absorberlas", indica Cancian. Estas armas pesadas modernas requieren de una cantidad de entrenamiento y personal especializado para aprender a operarlas y mantenerlas. "Como referencia, cuando EEUU agrega algún armamento pesado nuevo a su Ejército, tarda múltiples meses en adaptar al personal militar para su utilización. Se puede acelerar el proceso si uno está dispuesto a aceptar riesgos, pero sigue siendo un proceso largo", agrega el experto.

¿Luz al final del túnel?

El problema del entrenamiento necesario es uno clásico para la OTAN. Cada país envía un tipo de armamento distinto, lo que obliga al Ejército que lo recibe a capacitarse en varios sistemas diferentes, uno tras otro. Sin embargo, detrás de esta complicación también reside una gran ventaja que puede suponer la luz al final del túnel para las fuerzas ucranianas: la munición estandarizada.

Toda la artillería de la OTAN, independientemente de quién la produzca, dispara un tipo de munición de 155 milímetros que cualquier otra fuerza de la Alianza puede utilizar. Ucrania ahora mismo atraviesa una escasez de munición, pero eso se debe al tipo de armamento que emplea. "El problema que tienen ahora mismo los ucranianos es que su artillería es mayoritariamente soviética. Pero ¿de dónde van a sacar munición de ese tipo? No pueden comprarla en Rusia, obviamente. Tampoco en China. Quitando esos dos, Estados Unidos ha comprado literalmente el suministro mundial de municiones de artillería estándar soviéticas que quedaban para dársela a Ucrania, pero sigue sin ser suficiente", asegura Cancian.

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Sin embargo, conforme las armas pesadas de la OTAN sustituyan a las soviéticas, es probable que el problema ucraniano de la munición desaparezca por completo. Más de una docena de países son capaces de producir estos proyectiles a una escala masiva y suministrarlos con rapidez. Mientras tanto, Rusia acabará, tarde o temprano, enfrentándose al mismo problema de todos los países que van en solitario a una guerra: gastar su munición por encima del ritmo al que puede producirla.

Desde esta perspectiva, el actual desequilibrio entre la capacidad de artillería entre Moscú y Kiev cuenta con una fecha de caducidad. "En cuanto tengan este equipo de la OTAN y hayan aprendido a utilizarlo, van a ser capaces de mantener una campaña de artillería similar a la rusa de forma casi indefinida", vaticina Cancian. "Ucrania alcanzará la paridad con Rusia", sentencia.

A la morgue de Dnipro llegan los fragmentos de los cuerpos ya en bolsas identificadas, listas para procesar, organizar y entregar a sus familias. No hay cifras oficiales, pero el presidente Volodímir Zelenski coloca las bajas mortales del Ejército ucraniano en el frente del este, donde se concentra la ofensiva rusa, en más de un centenar cada día.

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