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"Usaremos todos los medios a nuestra disposición": cómo leer el discurso de Putin
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NUEVA AMENAZA NUCLEAR

"Usaremos todos los medios a nuestra disposición": cómo leer el discurso de Putin

En el ruido sobre la ‘movilización parcial’, ha pasado relativamente desapercibido otro anuncio clave, el del “pleno apoyo” ruso a los referéndums en Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia

Foto: El presidente ruso, Vladímir Putin, en un momento del discurso. (Kremlin)
El presidente ruso, Vladímir Putin, en un momento del discurso. (Kremlin)
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Hay quien ya lo está denominando “el cisne negro de la guerra de Ucrania”, pero lo cierto es que todo lo anunciado por Vladímir Putin en su discurso de este miércoles ha sido cualquier cosa menos imprevisible. Enfrentado a una situación insostenible a medio plazo en el frente ucraniano, el presidente ruso tenía que hacer algo, y ha optado por la opción más obvia: declarar la “movilización general parcial” en Rusia.

Tras la victoriosa ofensiva ucraniana de principios de este mes, el Ejército ruso ha estado atacando infraestructuras clave en el país vecino, incluyendo plantas hidroeléctricas y presas, pero eso no ha conseguido detener a sus enemigos, que siguen avanzando en la provincia de Járkov. Rusia está en serios problemas de reclutamiento, de munición y de armamento (Ucrania también, pero sus combatientes están mucho más motivados y los bolsillos de los países occidentales que la apoyan son más profundos), y trata de atajar lo que de otro modo será una inexorable derrota.

Foto: El presidente ruso, Vladímir Putin, en una imagen de archivo. (EFE/EPA/Kremlin/Pool/Konstantin Zavrazhin)

"Occidente quiere dividir y destruir Rusia (...) y abiertamente dice que rompieron la URSS en 1991, ahora es el momento de hacer lo mismo a Rusia", ha afirmado Putin en su discurso. Para "defender el país y su gente, usaremos todos los medios a nuestra disposición", ha continuado. Y, sin embargo, esa primera medida apenas tendría el efecto deseado. Entre los expertos militares existe un consenso casi unánime de que una movilización, incluso una total, a duras penas podrá alterar la dinámica actual.

Incluso en el mejor de los casos, los nuevos reclutas requerirían meses de entrenamiento antes de poder conformar una fuerza bélica de utilidad, algo con lo que no cabe contar dado el expediente ruso en esta guerra. Por eso, la “movilización parcial” se limitará a los reservistas rusos y a aquellos ciudadanos con experiencia militar previa. Rusia activará alrededor de 300.000 reservistas, según ha clarificado el ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, quien ha asegurado que, en caso necesario, el país “puede contar con 25 millones de personas”. Además, esto impedirá que los soldados profesionales puedan negarse a servir en Ucrania, como venía ocurriendo a gran escala dado el carácter voluntario de lo que hasta ahora era una mera “operación militar especial”.

Foto: Soldados ucranianos en la provincia de Járkov. (EFE/Sergey Kozlov)
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Olha Kosova. Járkov (Ucrania) A. A. K. A. P.

Pero hay otro motivo esencial para no decretar la movilización total: el miedo al descontento entre una sociedad rusa para la que hasta ahora la guerra en Ucrania es algo bastante lejano, especialmente en las grandes capitales. La de Ucrania sigue siendo una guerra llevada a cabo en gran parte por las minorías del país, especialmente tuvanos, buriatos, daguestaníes y chechenos. Y no parece que esto vaya a cambiar. El martes por la noche, mientras se esperaba el discurso de Putin, el jefe del Comité de Defensa de la Duma (Parlamento ruso), Andrei Kartapolov, ya descartó una movilización general, pero indicó que “la ley marcial podría ser introducida en algunos lugares”.

Los temores del Kremlin parecen bien fundados. Los rumores de que el Gobierno ruso podía decretar el estado de guerra, incluyendo la prohibición de abandonar el país a todos los varones en edad militar a partir de la medianoche de ayer, dispararon la búsqueda en Google de los términos “Cómo salir de Rusia” (y también “cómo romperse un brazo”). Tras las palabras de Putin de este miércoles, todos los billetes disponibles para vuelos desde Moscú a Ereván o Estambul se vendieron en el plazo de pocos minutos. Y el anuncio de Kartapolov desató inmediatamente protestas en algunas partes de Chechenia, uno de los lugares que más “voluntarios” ha aportado para la invasión.

Referéndums y arsenales nucleares

En su discurso, Putin ha vuelto a repetir las habituales alegaciones contra Occidente, al que acusa de querer "debilitar, dividir y destruir Rusia". Y ha amenazado de forma no demasiado velada con recurrir al armamento nuclear. "Ante la amenaza a la integridad territorial de nuestro país, para proteger a Rusia y a nuestro pueblo, por supuesto usaremos todos los medios a nuestra disposición. Esto no es un farol", ha indicado.

Posteriormente, Putin ha hecho otro anuncio que, en el ruido sobre la ‘movilización parcial’, ha pasado relativamente desapercibido. Rusia prestará “pleno apoyo” a la celebración de referéndums en las regiones ucranianas de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia sobre su integración territorial en la Federación Rusa. Ante el rechazo de gran parte de la población local, dichos referéndums preorquestados han sido pospuestos en varias ocasiones anteriores por la dificultad de hacerlos pasar por legítimos, pero los avances ucranianos en Járkov ponen en riesgo incluso su viabilidad futura, por lo que han cobrado nueva urgencia.

Foto: El alcalde del distrito de Derhachi, Vyacheslav Zadorenko, rompe en pedazos una bandera rusa en Kozacha Lopan, Ucrania. (Reuters)

A principios de esta semana, las autoridades de ocupación decretaron que estas consultas tendrán lugar en apenas un par de días, entre el 23 y el 27 de septiembre. El grado de hasta qué punto estos referéndums son una maniobra artificial lo da el hecho de que este martes la agencia oficial rusa Ria Novosti ya publicó supuestos “porcentajes de apoyo” en estas regiones a la unión con Rusia, del 94% en Donetsk, 93% en Lugansk, 87% en Zaporiyia y 80% en Jersón, unas cifras que nadie se cree.

Y en estos dos elementos combinados está la que probablemente es la verdadera clave de la comparecencia del presidente ruso. Si estos territorios ucranianos pasan a formar parte de Rusia, estarán automáticamente protegidos por el paraguas nuclear ruso, como ha señalado repetidamente estos días la televisión estatal. Putin quiere anexionarse parte de Ucrania, y alerta a Occidente de que no se meta. Así, la estrategia inmediata de Rusia queda clara.

Ante una guerra no demasiado popular y una situación económica cada vez más acuciante, el Kremlin necesita una vía de escape. Y la única forma de hacerlo es poder presentar algún tipo de victoria tangible, como podría ser el haber logrado la “protección del Donbás” frente a la supuesta “agresión nazi” de Ucrania y sus valedores, otros de los puntos a los que ha hecho referencia Putin. Este movimiento ya ha sido denunciado por líderes internacionales de gran parte del mundo, e incrementa aún más las tensiones de cara a la Asamblea General de Naciones Unidas, donde Rusia comparecerá este fin de semana.

Pero es muy dudoso que la jugada le vaya a salir bien al Kremlin. Ucrania, por ahora, no parece intimidada, mientras que EEUU está considerando incrementar los suministros de armamento al país incorporando el envío tanques modernos que podrían jugar un papel clave en futuras ofensivas. En Rusia, mientras tanto, han empezado a moverse convocatorias en redes sociales llamando a manifestarse contra la “movilización parcial” y, en algunos casos, la guerra. Dado el actual clima represivo del país, es muy probable que estas protestas acaben siendo minoritarias, pero allí, sea como sea, el ánimo parece haber cambiado.

Hay quien ya lo está denominando “el cisne negro de la guerra de Ucrania”, pero lo cierto es que todo lo anunciado por Vladímir Putin en su discurso de este miércoles ha sido cualquier cosa menos imprevisible. Enfrentado a una situación insostenible a medio plazo en el frente ucraniano, el presidente ruso tenía que hacer algo, y ha optado por la opción más obvia: declarar la “movilización general parcial” en Rusia.

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