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Cuatro animales "callejeros" para explicar los retos de India antes de convertirse en la 'nueva' China
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Cuatro animales "callejeros" para explicar los retos de India antes de convertirse en la 'nueva' China

India está siguiendo la estela de China para convertirse en uno de los países más importantes del mundo. Pero aún falta mucho por conocer de este gigante asiático

Foto: Un hombre ordeña una vaca en una "gaushala" o refugio de vacas en el sur de Nueva Delhi. (EFE / Neeshu Shukla)
Un hombre ordeña una vaca en una "gaushala" o refugio de vacas en el sur de Nueva Delhi. (EFE / Neeshu Shukla)

India es el país más singular del globo. Posiblemente, sea la gran incógnita del siglo XXI. China se convirtió en solo 20 años en el gigante asiático, e India pretende seguir su senda. El resto del mundo mira allí, inquieto, para saber si emerge otra superpotencia. Alrededor de 1.400 millones de habitantes gestionan el caos de un continente encerrado en un país. Todo superlativo, todo inabarcable. No paran de nacer más y más personas. Los que tienen suerte nacen niños; los que no, decenas de millones, nacen ya ancianos. ¿Cómo intentar descifrar estos retos? Quizá India se puede comprender mirando a sus animales de la calle.

Foto: Plano de la ciudad de Chandigarh. (J. Brandoli)

Vagabundos con alas

"Hospital de caridad de pájaros", dice un cartel. En un templo jainista (religión de India que cree que todos los seres vivos deben ser tratados iguales), una puerta a la izquierda indica la entrada del que, según dicen, es el único hospital en el mundo con estas características: una residencia de beneficencia para aves. "Vivimos de las donaciones", explican.

Se suben unas escaleras y se entra en una sala donde en el centro hay dos hileras de jaulas con cientos de aves dentro. En uno de los pasillos hay pajareras algo más grandes donde hay rapaces y aves de mayor tamaño. El olor es fuerte, apenas corre el aire. Sobre dos mesas, dos hombres sujetan fuerte unas palomas con las manos. Les meten líquido y alimentos en la boca. "Son paralíticas. No pueden moverse", dicen.

placeholder Hospital de aves. (J. Brandoli)
Hospital de aves. (J. Brandoli)

Las sacan, las alimentan y las introducen de nuevo en sus jaulas. Los pájaros más enfermos, los que no tienen cura, morirán allí, entre los cuidados de los jainistas. Un cartel en la sala de entrada dice "nuestros pájaros deberían estar sanos y libres de enfermedades. Ellos deberían volar libres en el cielo". Al lado, otro cartel recuerda que "un valiente y misericordioso rey puso trozos de su propia carne y finalmente su entera vida a cambio de salvar una paloma".

Todo aquel recinto es una residencia de vagabundos con alas. Pájaros pobres a los que cuidan otros pobres. Fuera, en el bullicio de la Vieja Delhi, la mayoritaria pobreza camina sobre dos patas. En la calle Chandi Chowk Road, arteria principal de la parte más vieja de la ciudad, los sin techo duermen tirados sobre bancos, en la acera, en medio del bullicio de un enorme mercado que se pierde entre cientos de callejuelas.

placeholder Limpiadores de orejas. (J. Brandoli)
Limpiadores de orejas. (J. Brandoli)

Los oficios son variados. "Aquellos hombres se dedican a limpiar orejas", nos comenta Bhaskar, un amigo. Señala a unos hombres que con un palillo que sacan cera del oído de otros. Alrededor hay miles de personas con su vida hecha jirones. ¿Son toda esa gente pobre? Lo son seguramente bajo criterios de países desarrollados. La mayoría no lo son bajo criterios de la India.

La pobreza en este país de 1400 millones de habitantes tiene capas. "Desde el tren India parece un país muy pobre. Por ley, hay una zona protegida desde las vías que no pertenece a nadie. Así que allí levantan sus casas ilegalmente decenas de miles de personas. Es gente sin recursos y el Gobierno no los echa porque no tienen donde ir", explica en Chandigarh el arquitecto Pamaljeet Singh. La entrada por tren a esta ciudad, una de las ciudades más prósperas del país, es impactante. La miseria obscena fermenta junto a las vías.

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Pero la pobreza es un concepto variable al aplicarse a la realidad de cada país. El Banco Mundial califica como extrema pobreza vivir con menos de 2,15 dólares al día. ¿Vivir con 3 o 5 dólares al día no es pobreza extrema? Hay además factores sociales: tener agua, luz, recogida de basuras, educación, servicios médicos…, Todo eso forma parte de la ecuación para entender el nivel de pobreza. "Hay un 6% de población en India que vive sin acceso a agua potable y un 15% que defeca al aire libre por carencia de baños", señala la ONG Water.org.

En términos generales, India tiene millones de personas que viven como las aves del hospital de caridad. Porque India es un país muy rico, lleno de pobres. Esto se entiende con simples matemáticas. La India, según el Banco Mundial, es el sexto país del mundo en Producto Interior Bruto en 2021, con 3,1 trillones de dólares, adelantando a países como Francia o Canadá. Sin embargo, en renta per cápita, la renta media de un francés es de 43.518 dólares al año, la de un canadiense 52.051, mientras que la de un indio es de 2.277 dólares.

Foto: Foto: EC Diseño.
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La esperanza es que India tiene un mercado interior de cientos de millones de potenciales consumidores que le posibilita crecer al entorno anual del 8%.

Según la ONU, India ha sacado en 15 años a 415 millones de personas de la pobreza extrema que ha pasado de un 55% en 2005 a un 16% en 2021. "Aquí no hay pobreza. Esta gente tiene arroz para comer, leche de las vacas. Esta no es una zona pobre", afirma Eric Cunha, biólogo, en la aldea de Samnapur, en el estado Madhya Pradesh. A unos cientos de metros de esa conversación tropezamos a un grupo de niños que dan clases tirados en el suelo, al aire libre, sentados sobre una esterilla, con una única pizarra apoyada en un muro y junto a un pozo. Tiene ropa aceptable, comen, son niños que estudian. Efectivamente, no son pobres en India, como dice Cunha.

Manadas de perros callejeros

En la ciudad de Jabalpur, en una rotonda atestada de coches, un perro duerme plácidamente entre miles de motos y coches que pasan a su lado sobre el asfalto. Nadie la inoportuna y los vehículos se limitan a esquivarle. "Mi mujer, el primer pan que hace por la mañana primero se lo da a las vacas, luego a los perros de la calle y luego comemos la familia. En el hinduismo es sagrado cuidar a los animales", nos explica Kiran.

Foto: El primer ministro indio, Narendra Modi, recibe su segunda dosis de la vacuna contra el covid. (Reuters)

La misma imagen, la de perros callejeros cuidados o vagando por todas partes, se ve en ciudades como Agra, Delhi, Nagpur, Amritsar…

—¿Las autoridades no intenta controlar al menos con castración el crecimiento de la población de perros callejeros? No paramos de ver perras que tienen las ubres de haber parrido recientemente— preguntamos en Delhi.

—Hay algunos programas, pero en general no hay recursos y la población de perros callejeros no para de aumentar en esta ciudad— responde Rajeesh, conductor.

—¿Nunca atropellas ninguno?

—No, pasa como con las vacas. Uno conduce sabiendo que puede aparecer un animal.

placeholder Perros callejeros. (J. Brandoli)
Perros callejeros. (J. Brandoli)

El crecimiento de los perros que vagan por las calles es un gran problema en el país. Algunas cifras apuntan a un crecimiento descontrolado de estos animales con alrededor de 15 millones de ejemplares, según un censo de población hecho por el Gobierno indio en 2019.

Los problemas de esta superpoblación se multiplican. Los menos graves son el olor a orín y excrementos que hay por muchas partes. Los más graves son ataques a personas. Se calcula que 20.000 personas mueren cado año por rabia en el país por ataques de canes vagabundos, dice la Organización Mundial de la Salud. La rabia, según la OMS, es una enfermedad endémica de India, donde existen el 36% de todos los casos que se producen en el mundo. El 96% de ellos se producen por mordeduras de perro.

Las leyes cambiaron en 2001 y se hizo mucho más complicado practicar controles de especie por parte de los municipios. Una elección político-ética que ha generado que haya decenas de miles de perros abandonados y mal nutridos por todas partes.

Foto: Un lingote de oro. (EFE/Manuel Bruque)

El crecimiento poblacional de perros que acaban mal viviendo en las calles tiene su espejo en el crecimiento de población humana. El gran desafío al que se enfrenta India es el de su población. A inicios del siglo XVIII, en India había 137 millones de habitantes. Es en la segunda mitad del siglo XX cuando el crecimiento se dispara y se pasa de menos de 500 millones de habitantes a 1000 millones. En los próximos años, India superará a China y alcanzará los 1500 millones de habitantes. Algunos estudios, incluso, afirman que ese sorpasso ya se ha producido.

Los intentos en las últimas décadas de practicar políticas de control de natalidad han chocado con políticas ineficaces y creencias religiosas. Una de las obsesiones de los extremistas hinduistas es garantizar superar en número a la población musulmana.

Foto: Detectamos la señal galáctica más lejana hasta la fecha: 8.800 millones de años (Gontran Isnard para Unsplash)

Por contra, costumbres en zonas remotas, como matar a las niñas nacidas por los propios padres por preferir tener niños varones más "rentables", se han perseguido y prohibido. "En algunas aldeas, pese a estar muy perseguido, esa costumbre se sigue realizando", nos reconocen en Jaipur cuando tocamos el tema. Se cree que millones de niñas han muerto bajo esta criminal costumbre.

Hoy, el progreso, educación y mayor acceso a la información reproductiva, al menos, está deteniendo el ritmo de crecimiento. Las familias hindús, un 80% de la población, tiene de media algo menos de dos hijos por pareja, y las musulmanas, un 14% de la población, elevan esa cifra a 2,3.

Residencias nacionales para vacas

"Una de las cosas que hizo el presidente Modi para enfatizar el ultranacionalismo hindú de su Gobierno fue empezar a construir establos para las vacas callejeras por todo el país. Esa medida es un símbolo de su ideología de que todo lo relacionado con lo hindú es prioritario y se debe promover", explica en el coche, a las afueras de Agra, Rajeev, profesor de historia, mientras unas 20 vacas han ocupado la calzada.

placeholder Una vaca en Samnapur. (J. Brandoli)
Una vaca en Samnapur. (J. Brandoli)

"Respetar a las vacas es una costumbre que viene de muy antaño, posiblemente dos milenios. Entonces comenzó a haber falta de alimentos y muchos niños morían pequeños. La gente empezó a conservar las vacas por su leche y abono para cultivos. La leche era una fuente de alimento muy importante para los menores. A una costumbre social se le acabó dando un matiz religioso y se convirtió al animal en intocable", dice Rajeev.

El escenario de las vacas en India es impactante. En medio de una autovía o caminando por la arteria de una ciudad se pueden encontrar rumiantes entre viandantes o vehículos. La mayoría de ellas tienen un dueño. Los bovinos vagan libres y comen restos de basura, matojos o alimento que les dan las personas. Otras, sin embargo, cuando son viejas o mueren sus dueños, acaban vagando por las calles sin control.

Es complicado dar un número exacto del número de vacas que hay en India, pero algunos estudios las cifran entre 200 y 300 millones. De ellas, al menos, hay más de 5 millones de vacas callejeras que no pertenecen a nadie.

Foto: La princesa Irene de Grecia, en una imagen de archivo. (EFE)

"Antes de que el primer ministro Modi llegará al poder, una parte de ellas acaba en mataderos clandestinos de población musulmana o eran vendidas a países limítrofes con la vista gorda de las autoridades", explica Rajeev. Hoy, el hinduismo de Modi ha convertido a la vaca en un símbolo y se persigue a cualquiera que les haga daño. Las viejas o poco productivas vacas tienen un coste y muchos dueños las abandonan para no matarlas. Acaban vagando por las calles.

El intocable animal es un símbolo del nuevo nacionalismo, especialmente anti musulmán. "Hay patrullas ciudadanas y ha habido linchamientos de personas que comerciaban su carne por parte de grupos ultra-religiosos hindús. Cada vez hay más arrestos. Igual que en los países musulmanes no se come cerdo, en India no se come ternera. Ahora, los nuevos establos que ha construido el Gobierno han hecho que su población vuelva a crecer y generen problemas en explotaciones agrícolas. Se reproducen sin control y veterinarios gubernamentales deben cuidarlas", nos explican.

Foto: Una vaca en una granja. (Reuters/Nacho Doce)

"Aquí no se come ternera. Hasta nuestros Mc Donalds son los únicos en el mundo vegetarianos", bromean en la norteña ciudad de Amritsar vecina a Pakistán junto a efectivamente un Mc Donalds vegetariano que hay en la ciudad.

El extremo cuidado de las tradiciones supone además un gasto público en un país aún hecho a parches. En Gujarat, la región de la que viene Modi, se han construido 1750 refugios para vacas y se han destinado partidas de hasta 500 millones de rupias para protegerlas (5,6 millones de euros). "La vaca es nuestra madre sagrada", dice el primer ministro.

El elefante limusina

Aparcado en doble fila, cerca del Palacio del Maharaja de Jaipur, junto a una de las puertas de entrada de la muralla, espera el "vehículo" de un adinerado novio. Esa noche, en el propio palacio se celebra su boda a la que están invitadas cientos de relevantes personas.

El conductor del extraño vehículo, mientras, espera la llegada del prometido junto a una hilera de coches y motos que pasan a su alrededor. "¿Quieren tocarle la trompa?", pregunta el "chófer" subido a un elefante. El paquidermo tiene pintada la cara y unas enormes telas de seda con un asiento encima. "En Japipur, los novios ricos acuden a la boda subida a un elefante. Es un signo de distinción de las castas altas", nos explica un guía local.

El enorme animal genera una cierta tristeza pintada como una mascota. No es algo único, son decenas los elefantes en Jaipur que se ven por las calles. "Antes se usaban mucho para subir al castillo o dar paseos por la ciudad, pero ahora el turismo empieza rechazar que se les dé ese trato y empieza a haber menos. El elefante en India siempre ha sido un signo de riqueza", nos explican.

placeholder Un elefante limusina. (J. Brandoli)
Un elefante limusina. (J. Brandoli)

El clasismo indio tiene algo de especial por estar reglado. El sistema de castas es una singularidad de este país que ha regido y rige la vida social. Pese a estar prohibido tras la Independencia su uso, el país se divide en cinco castas: brahmanes (religiosos y letrados), kshatriyas (gobernantes y guerreros), vaishyas (artesanos y comerciantes), sudras (obreros y sirvientes) y los dalit o intocables (los encargados de limpiar y estar en contacto con basura y excrementos).

Esta pirámide social ha regido el país durante siglos y aun en muchos lugares, especialmente rurales, tiene total importancia. "Yo soy brahmán y me casé con una persona de mi casta", nos explica Bhaskar. ¿Te hubieras casado con otra casta? "Mi matrimonio fue concertado por mis padres. Está bien así". ¿Elegirás tú el esposo de tu hija? "Yo quiero que ella sea feliz. Me parece bien casarse con gente de nuestra casta, pero yo quiero la felicidad de ella", responde con evasivas.

El sistema de castas tiene algo de apartheid social. Las castas altas vivían y viven segregadas de las castas bajas. Eso ha provocado en la historia el nacimiento de algunas religiones en India, como el budismo, jainismo o los sij, que estaban contra de un sistema que privilegiaba a unos pocos. "Muchos dalit y sudras se convirtieron al cristianismo con la llegada de los europeos para salir de la marginación a la que estaban condenados", afirma Bhaskar. Hoy se calcula que hay unos 30 millones de cristianos en India, un 2,8% de la población.

La pelea por los derechos es ahora pareja a pareja. Pese a lo que diga la ley y a que el país tuvo hasta julio de 2022 un presidente, Ram Nath Kovind, perteneciente a la casta de los intocables, al que ha sucedido por primera vez una presidenta de origen tribal, Droupadi Murmu, las castas siguen vigentes. Hay matrimonios que rechazan los padres por pretender ella o él casarse con una casta inferior. Eso acaba en denuncias y hasta asesinatos por parte de progenitores que se sienten traicionados por sus vástagos. A este tipo de asesinato se les llama asesinato de honor. Las cifras oficiales de estos crímenes son poco fiables, ya que hay un absoluto ostracismo. En 2020 se reportaron 25 casos, pero algunas ONG multiplican esa cifra por cuatro.

En todo caso, según un estudio del Gobierno de 2019, "solo el 5% de los matrimonios se producen entre castas diversas". Es decir, la India sigue creyendo en su base social que hay novios que deben ir a la boda en elefante, otros a caballo, otros en coche y otros andando.

India es el país más singular del globo. Posiblemente, sea la gran incógnita del siglo XXI. China se convirtió en solo 20 años en el gigante asiático, e India pretende seguir su senda. El resto del mundo mira allí, inquieto, para saber si emerge otra superpotencia. Alrededor de 1.400 millones de habitantes gestionan el caos de un continente encerrado en un país. Todo superlativo, todo inabarcable. No paran de nacer más y más personas. Los que tienen suerte nacen niños; los que no, decenas de millones, nacen ya ancianos. ¿Cómo intentar descifrar estos retos? Quizá India se puede comprender mirando a sus animales de la calle.

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