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La UE da un paso 'gigante' para convertirse en un actor creíble en Defensa y Seguridad
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¿Utopía o realidad?

La UE da un paso 'gigante' para convertirse en un actor creíble en Defensa y Seguridad

El teniente general (reserva) Juan Montenegro, anterior representante de España en los comités militares de la OTAN y de la Unión Europea, analiza las nuevas políticas en Defensa de la UE

Foto: El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg. (EFE/Olivier Matthys)
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg. (EFE/Olivier Matthys)
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Parece que la agresión de Rusia a Ucrania ha despertado, tras un largo letargo de 20 años, la conciencia en defensa de los Estados miembro de la Unión Europea. Tras más de un año de guerra en Ucrania, el bloque demuestra intenciones de sacar la cabeza en el concierto internacional de defensa y seguridad, dejando de ser tan "herbívora" para pasar a ser un poco "carnívora" como lo es la OTAN.

El nivel de ambición de la política común de seguridad y defensa (PCSD/CFSP) se encuentra en el documento aprobado y refrendado por el Consejo Europeo en marzo de 2022, "Brújula Estratégica para la seguridad y la defensa: Por una Unión Europea que protege sus ciudadanos, valores e intereses y contribuye a la paz y seguridad internacionales", documento en cuyo desarrollo tenemos puestas todas nuestras expectativas.

Foto: Ignacio Fuente Cobo, coronel y analista en el Instituto Español de Estudios Estratégicos, durante su intervención.

El pasado 19 de abril de 2023, el Parlamento Europeo ha aprobado una resolución clave y valiente para desarrollar un contenido crucial de la "Brújula Estratégica: la Capacidad de Despliegue Rápido de la UE", incluyendo la aplicación del artículo 44 del Tratado de la Unión Europea. Con ello, se da un paso de gigante en aras de conseguir la autonomía estratégica que pretende la Unión Europea para ser un actor creíble en defensa y seguridad.

Este artículo 44, en resumen, especifica que el Consejo podrá encomendar la realización de una misión a un grupo de Estados miembro que lo deseen y que dispongan de las capacidades necesarias para tal misión, siempre que el desarrollo de esta misión se realice de acuerdo con el alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad. Lo fundamental de la aplicación de este artículo es que ya no sería necesaria la unanimidad entre los 27 Estados miembro, sino que simplemente un grupo de países podría acordar el lanzamiento de una misión militar desplegando la capacidad de despliegue rápido.

Foto: Camille Grand. (OTAN)
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Es una resolución "valiente" y "atrevida" que viene a tratar de poner término a los problemas que nos encontrábamos en la mesa del comité militar de la Unión Europea para la generación y entrenamiento de los denominados Grupos de Combate de la Unión Europea, así como en la mesa del comité político y de seguridad sobre el empleo de estas unidades que desde su creación en 2007, nunca han sido empleadas por no haber habido voluntad política para ello, oportunidades y escenarios desde luego no han faltado.

Teníamos problemas de todo tipo, de generación de estos grupos de combate, como capacidad de respuesta rápida de la Unión Europea, falta de participación de socios a excepción de los "cuatro grandes" España, Francia, Italia y Alemania, falta de financiación al aplicar el paradigma de que "los costes los soporta quien incurre en ellos", falta de ejercicios de entrenamiento y de certificación, falta de capacidades de todo tipo para su despliegue y en general, una falta total de credibilidad de este concepto. Todos los problemas apuntados hacían que la Unión Europea fuera prácticamente irrelevante como actor global en defensa y seguridad.

De ahí la "valentía" y el "atrevimiento" de esta resolución del Parlamento Europeo al abordar sin complejos todos estos problemas a través del establecimiento de un mecanismo válido y creíble para la generación de una capacidad de despliegue rápido de la Unión Europea, capaz de actuar con eficacia y responder con rapidez y decisión para evitar y gestionar las crisis, sirviendo y protegiendo los ciudadanos, los intereses, los principios y los valores de la Unión en todo el mundo.

El primer problema resuelto es por supuesto la financiación de las fuerzas incluidas en la capacidad de despliegue rápido a través de instrumentos como el Fondo Europeo de Defensa y el Fondo Europeo de Apoyo a la Paz. Esta resolución establece los mecanismos necesarios y solicita a los estados la aportación de los presupuestos a incluir en estos fondos gestionados por la Comisión Europea. Se financian todos los gastos, desde los logísticos, despliegues, munición, arrendamiento de equipamiento militar; hasta los gastos operativos, incluidos los de los ejercicios conjuntos para la certificación de su plena capacidad operativa, llegando incluso a cubrir los costes de sustitución del equipamiento perdido o utilizado en acción. Esta financiación será sin duda un estímulo positivo para la participación de los 27 en la generación de esta fuerza.

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Como en toda organización militar, existe la necesidad de una capacidad de mando y control para la generación, despliegue y empleo de esta fuerza de despliegue rápido. Para ello, esta misma resolución contempla que la denominada "Capacidad Militar de Planificación y Ejecución", ubicada en Bruselas, algo así como el "mando de operaciones" de la Unión Europea, con unas 350 personas, es la estructura de mando y control preferida a nivel estratégico militar. Este mando de operaciones debe alcanzar su plena capacidad operativa lo antes posible, dado que ya desde 2018, veníamos diciendo que debía estar operativa en 2020, no fue posible a pesar de los esfuerzos de España para conseguir su certificación operativa, que no logramos por la falta de colaboración de otros estados miembro, lo habitual en la UE… hasta ahora, cuando el Parlamento ha tomado cartas en este asunto y parece que con un impulso definitivo.

Esta Capacidad de Despliegue Rápido de la UE debe contar con un mínimo de 5000 soldados, excluidos los elementos estratégicos, como el personal de transporte aéreo y marítimo, los recursos de inteligencia, el transporte estratégico, reabastecimiento en vuelo, las comunicaciones por satélite, los equipos de reconocimiento estratégico, las fuerzas de operaciones especiales y las unidades de evacuación y asistencia sanitaria; es decir, una fuerza muy ambiciosa contando con todas esas capacidades en los estados europeos, que hasta ahora y en la OTAN, hemos dependido de que Estados Unidos proporcione esas capacidades estratégicas, un interesante y exigente camino por delante para los Estados miembro de la Unión.

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Siendo una fuerza de despliegue rápido, existirán determinadas unidades en plazos de alerta muy reducidos, de cinco a 10 días, mientras que otras unidades estarán en plazos menos exigentes. Lo que es evidente, es que todas estas unidades y capacidades deberán estar asignadas a la capacidad de despliegue rápido de la UE de forma permanente durante un tiempo de doce meses y por supuesto, "con una única gorra", es decir, que no pueden estar asignadas a otras estructuras como la OTAN al mismo tiempo, lo que incrementa notablemente las exigencias para los Estados miembro.

La Capacidad de Despliegue Rápido de la UE debe realizar periódicamente ejercicios conjuntos a todos los niveles, estratégico, de fuerzas conjuntas y táctico, conforme a las normas de la OTAN, para ser certificadas y aprobadas como capaces de cumplir las misiones que se les asignen y todo ello a partir de 2023, algo que la presidencia española del Consejo de la Unión Europea en el 2.º semestre ya ha anotado y la ministra de Defensa anunció el primer ejercicio de esta capacidad de despliegue rápido durante el semestre de la Presidencia española

Foto: Emmanuel Macron y Vladímir Putin, en diciembre de 2019. (Reuters/Pool/Ludovic Marin)

Estamos ante una oportunidad histórica de incrementar notablemente nuestra seguridad y nuestra defensa, por voluntad política, por la concienciación de los europeos, por el incremento de las inversiones en presupuestos de defensa y por la unidad entre los Estados miembro de la Unión Europea. Esta resolución del Parlamento Europeo sobre la capacidad de despliegue rápido de la Unión Europea así lo demuestra. El tiempo nos dirá si se trata de una utopía o una realidad, y desde luego a nuestro país, a España, le corresponde dar un impulso definitivo a esta capacidad durante la Presidencia del Consejo europeo del 2.º semestre de 2023, un compromiso que debería estar sin duda alguna entre las prioridades de nuestra presidencia.

*Juan Montenegro es teniente general en situación de reserva

Parece que la agresión de Rusia a Ucrania ha despertado, tras un largo letargo de 20 años, la conciencia en defensa de los Estados miembro de la Unión Europea. Tras más de un año de guerra en Ucrania, el bloque demuestra intenciones de sacar la cabeza en el concierto internacional de defensa y seguridad, dejando de ser tan "herbívora" para pasar a ser un poco "carnívora" como lo es la OTAN.

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