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Cristianos, las otras víctimas de los supremacistas indios
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Estado de excepción en Manipur

Cristianos, las otras víctimas de los supremacistas indios

Hay decenas de muertos y miles de desplazados en el estado de Manipur en medio de una ola de ataques constantes de los ultranacionalistas indios por todo el país

Foto: Una cristiana reza en la catedral de Chennai, India (EFE/Idrees Mohammed)
Una cristiana reza en la catedral de Chennai, India (EFE/Idrees Mohammed)

"Con cada vehículo que quemaban, la multitud aplaudía y gritaba entusiasmada. Nosotros —ella, su marido y sus dos hijas de tres y seis años—fuimos testigos de todo esto mientras temblamos detrás de los arbustos constantemente con miedo de ser descubiertos". El testimonio, que recoge la web Christianitytoday, es de Lun Tombing, una mujer cristiana india víctima de la oleada de ataques que esta comunidad ha sufrido de hinduistas en el pobre estado de Manipur.

Algunas webs como Open Doors hablan de 80 muertos cristianos, violación de mujeres, miles de desplazados y decenas de casas e iglesias quemadas. Otras fuentes elevan esas cifras y hablan de 100 muertos, al menos, y 250 iglesias quemadas. Arden ambulancias, se usan drones… El conflicto, a fecha 10 de junio, sigue fuera de control entre las acusaciones de ambos bandos.

Foto: Un hombre ordeña una vaca en una "gaushala" o refugio de vacas en el sur de Nueva Delhi. (EFE / Neeshu Shukla)

La mecha se encendió el pasado 3 de mayo, cuando la población mayoritaria, meiteis, de origen hindú, y la minoritaria, kuki, de origen cristiano, empezaron a enfrentarse violentamente. Los primeros son alrededor del 50% de la población y habitan la zona del Valle Imphal, la parte más rica, mientras que los segundos, junto a los naga, también mayoritariamente cristianos, son alrededor de un 40% de la población y habitan la zona de las colinas, menos desarrollada y más pobre aún.

La causa de los ataques es que los meiteis quieren que se les otorgue el estatus de "tribu catalogada", lo que les garantizaría un número fijo de puestos en la administración y universidades. Los kuki se oponen a esa demanda, ya que consideran que los meitei ya tienen más, poder, dinero y controlan de facto el estado. De los 60 parlamentarios estatales, 40 se reparten en el valle y 20 en las colinas, lo que ha hecho que históricamente los meiteis dominen la esfera pública.

Una sentencia de la Suprema Corte de Manipur confirmando el estatus especial de los meiteis hizo que los kukis empezaran a protestar y a partir de ahí la bomba que llevaba años a punto de estallar explotó del todo. No hay apenas testimonios directos. Las comunicaciones son muy complicadas en esta región del norte del país.

Caldo de cultivo nacionalista

El Gobierno indio del Bharatiya Janata Party (BJP), al que muchos acusan de estar creando con sus políticas nacionalistas hindús el caldo de cultivo de este ultranacionalismo xenófobo que se expande por todo el país, se ha visto obligado a intervenir enviando miles de policías y soldados para restaurar el orden.

Mallikarjun Kharge, presidente del principal partido de la oposición, el Congreso Nacional Indio, declaró que "Manipur está ardiendo. El BJP ha creado fisuras entre las comunidades y ha destruido la paz de un hermoso estado. La política de odio, división y codicia de poder del BJP es responsable de este lío. Hacemos un llamado a las personas de todos los lados para que ejerzan moderación y le den una oportunidad a la paz".

El presidente indio, Narendra Modi, se limitó a decir cuando empezaron los disturbios en su cuenta de Twitter, el pasado 5 de mayo, que "El BJP ha trabajado siempre para empoderar a las comunidades tribales", lo que algunos calificaron de "cínico" apoyo a los meiteis.

Las autoridades de Manipur, meiteis, calificaron las protestas de los kukis de ataques terroristas, algo que el propio Jefe del Estado Mayor, el general Anil Chauhan, ha negado tras desplazarse a la zona. "No tiene nada que ver con la contrainsurgencia o la insurgencia. Es principalmente un choque entre dos etnias", ha afirmado el militar.

El problema es que esto empieza a ser muy común en todo el país. La persecución a cristianos y especialmente musulmanes se produce ya desde hace años, pero internet esta hoy lleno de ataques diarios de turbas hinduistas a compatriotas que profesan otras religiones.

Foto: Nacionalistas hindús apaleando a Mohammad Zubair, un musulmán que había salido a comprar dulces para sus hijos. (Reuters)

¿Hay un problema de xenofobia en la India entre supremacistas hindús y el resto de religiones? "India ha sido testigo del surgimiento de la política de derecha hindú durante tres décadas. Sin embargo, la extrema derecha supremacista hindú, después de asumir un poder indiscutible bajo Narendra Modi en 2014, ha recibido patrocinio político para practicar y promover abiertamente la xenofobia contra las minorías", explica el profesor indio Ashok Swain, investigador del Departamento sobre la Paz y Conflictos de la Universidad de Uppsala, a El Confidencial.

¿Qué objetivos tienen? "El principal es la comunidad musulmana, que representa alrededor del 15% de la población de la India. Los cristianos son el 2% de la población india, y en su mayoría son la población indígena. Si bien los ataques contra musulmanes están generalizados, los ataques contra cristianos se limitan a áreas donde tienen una población considerable. Hay ataques regulares contra estas dos minorías, ataques contra sus lugares de culto e instituciones académicas. Como los cristianos viven en su mayoría en áreas forestales, los ataques contra ellos son relativamente menos publicitados en los medios debido al difícil acceso", explica Swain.

Foto: Plano de la ciudad de Chandigarh. (J. Brandoli)

La comunidad cristiana india tiene la peculiaridad de estar formada en buena parte por el más bajo extracto social del país. "Muchos dalit y sudras (castas de los desfavorecidos) se convirtieron al cristianismo con la llegada de los europeos para salir de la marginación a la que estaban condenados", nos explicaban en Delhi el pasado diciembre en un reportaje sobre las castas sociales.

El hermético sistema indio de orden social, hoy prohibido pero aún de facto vigente, impedía a los hindús nacidos en una casta abandonar ese grupo social. Eso provocó que con la llegada de portugueses, holandeses y británicos, parte de los más desfavorecidos, los llamados intocables condenados a limpiar letrinas y cargar cadáveres, decidieran convertirse a una religión que les permitía abandonar su "condena" en vida.

"Los ataques contra cristianos son relativamente menos publicitados en los medios debido al difícil acceso"

"No sólo atacan musulmanes. Los supremacistas hindús persiguen a todos. Hay agresiones casi diarias también a cristianos", nos explicaba en diciembre Eric, un cristiano de origen portugués que vive en el céntrico estado de Madhya Pradesh. ¿Cómo están ahora las cosas? ¿Ha empeorado la situación tras los sucesos de Manipur? "En el centro de India ahora están calmadas, pero justo ayer hubo un ataque a una congregación católica en Gurgaon, cerca de Delhi", responde Eric a inicios de junio.

Gota malaya de ataques

El goteo de ataques es permanente por este inmenso país. "El choque entre hindúes y cristianos no se limita solo a Manipur. Estos enfrentamientos no solo son comunes en casi todos los estados del noreste, sino que India también es testigo de un número creciente de crímenes de odio y violencia contra los cristianos en estados como Uttar Pradesh, Chhattisgarh y Odisha", explica Swain.

¿Cuál es la raíz del problema entre hindúes y cristianos? "La movilización política de las fuerzas derechistas hindúes es la raíz del problema entre hindúes y cristianos en la India. Las reservas de trabajo, el intercambio de recursos naturales y las diferencias culturales a menudo se citan como razones, pero el problema real se origina en los empresarios políticos de derecha hindú que movilizan a los hindúes contra los cristianos" explica el profesor universitario.

Foto: Un niño camina frente a un tren de transporte petrolero en las afueras de Nueva Delhi, India. (Reuters/Anushree Fadnavis)

Este escenario de constante conflicto es algo que las comunidades cristianas ya preveían para 2023. En el horizonte están las elecciones de 2024, en las que agitar el nacionalismo e hinduismo serán importantes bazas electorales del BJP. "Para el 2023 lo que se vislumbra es una campaña más agresiva contra los cristianos y más calumnias de conversiones", explicaba a EFE en diciembre de 2022 A.C Michael, coordinador del Foro de Unidad Cristiana de la India. Uno de los argumentos de los extremistas hinduistas es que los cristianos realizan "conversiones forzosas".

La respuesta ante estos ataques del populista Modi, que sigue teniendo altos niveles de apoyo social del entorno del 65%, es tibia. En un reciente encuentro con obispos en el estado de Kerala, donde la comunidad musulmana y cristiana suman casi el 50% de la población, los prelados dijeron tras la reunión que el mandatario les había transmitido su apoyo para que se acabaran los ataques que allí también sufren los cristianos.

placeholder Cristianos rezan en una catedral en Chennai (India) (EFE/Idrees Mohamed)
Cristianos rezan en una catedral en Chennai (India) (EFE/Idrees Mohamed)

De nuevo Modi se manifiesta en este tema en privado y con esa ambigüedad en la que se pide el cese de la violencia religiosa en general, igualando a unos y otros. Hay un 90% de indios, según un estudio de Pew Research, que apoya la libertad religiosa. El pasado 12 de abril, en plena Semana Santa, el presidente acudió a la catedral del Sagrado Corazón en Delhi y prendió una vela. Un gesto de acercamiento para apaciguar ánimos que algunos valoraron positivamente. "Estamos encantados de que el primer ministro Narendra Modi visite nuestra iglesia hoy. Creo que esta es la primera vez que un primer ministro visita una iglesia", dijo el prior Francis Swaminathan.

Unos días antes Modi había deseado en su cuenta de Twitter: "¡Felices Pascuas! Que esta ocasión especial profundice el espíritu de armonía en nuestra sociedad. Que inspire a las personas a servir a la sociedad y ayude a empoderar a los oprimidos. Recordamos los pensamientos piadosos del Señor Jesucristo en este día".

placeholder Devotos cristianos llegan para ofrecer oraciones en la víspera del festival de Navidad, en el Santuario Annai Velankanni en Chennai, India. (EFE/Epa Idrees Mohamed)
Devotos cristianos llegan para ofrecer oraciones en la víspera del festival de Navidad, en el Santuario Annai Velankanni en Chennai, India. (EFE/Epa Idrees Mohamed)

Otros, sin embargo, ven en estos gestos un simple maquillaje vacío de contenido ante un escenario electoral cercano. Los votos de la comunidad cristiana, especialmente en algunos estados, pueden ser decisivos. Poder y dinero forman parte del peligroso cóctel molotov que se está agitando en el país contra las minorías. La cruzada con los musulmanes se mantiene, el independentismo Sij empeora y la pelea entre hindús y cristianos ha puesto ya Manipur en llamas.

¿El Gobierno indio protege a la comunidad cristiana o, en su opinión, está fomentando estos enfrentamientos con sus políticas? "El Gobierno brinda patrocinio político a los grupos supremacistas hindúes que regularmente cometen actos violentos contra la comunidad cristiana en India. Han hecho leyes que hacen que sea casi imposible para las personas la conversión al cristianismo. El partido en el poder en la India participa activa y abiertamente no solo en detener legalmente la conversión al cristianismo, sino también en hacer todo lo posible para reconvertir a los cristianos al hinduismo", señala Swain.

"Con cada vehículo que quemaban, la multitud aplaudía y gritaba entusiasmada. Nosotros —ella, su marido y sus dos hijas de tres y seis años—fuimos testigos de todo esto mientras temblamos detrás de los arbustos constantemente con miedo de ser descubiertos". El testimonio, que recoge la web Christianitytoday, es de Lun Tombing, una mujer cristiana india víctima de la oleada de ataques que esta comunidad ha sufrido de hinduistas en el pobre estado de Manipur.

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