Caos en Ben Gurion: españoles atrapados en Israel esperan la repatriación tras el ataque de Hamás

La sala de llegadas de Ben Gurion en Tel Aviv está completamente desierta. Casi nadie aterriza en la ciudad israelí y en las cintas no hay ninguna maleta dando vueltas. La imagen de abandono se contrapone con la zona de salidas, donde cientos de personas esperan salir del país después del ataque sin precedentes de milicianos de Hamás en el sur del país. El aeropuerto se convirtió este domingo en un escenario de caos y pánico cuando sonaron las alarmas antiaéreas. La organización palestina se atribuyó horas después un ataque contra Ben Gurion y anunció que se ha convertido en un objetivo militar.

"Las Brigadas Al Qassam —ala militar de Hamás— han atacado el aeropuerto sionista Ben Gurion con una andanada de misiles en respuesta a los continuos crímenes y ataques contra hogares civiles", reza un comunicado del grupo en su cuenta de Telegram. Sin embargo, el sistema de defensa aérea conocido como Cúpula de Hierro ha interceptado casi todos los cohetes y misiles, lo que ha evitado que el aeródromo haya sufrido daños.

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Mientras tanto, cientos de personas esperan coger un vuelo, a pesar de que la mayoría de las aerolíneas ha suspendido sus operaciones en Tel Aviv. Delta Airlines y American Airlines suspendieron temporalmente los vuelos el sábado, una decisión que fue tomada posteriormente por empresas europeas como Air France y la italiana Ita Airways.

Por su parte, la española Air Europa decidió cancelar este domingo los desplazamientos de Madrid a Tel Aviv por el conflicto, mientras que fuentes del gestor aeroportuario Aena apuntaron que, de los 18 vuelos programados para este lunes de origen o destino Israel, tres han sido cancelados. Iberia Express ha reanudado sus operaciones y José Manuel Albares, ministro de Asuntos Exteriores, ha afirmado que los españoles que lo deseen podrán salir del país. "Espero que a lo largo de hoy (por este lunes) quede normalizada la presencia de españoles en Israel", ha dicho Albares.

Iberia Express anunció que ha repatriado a 170 pasajeros y a una tripulación desde el viernes, y que el último vuelo desde Tel Aviv ha aterrizado la noche de este domingo en el aeropuerto de Barajas. Vueling, por otro lado, ha enviado un avión sin pasajeros a la ciudad israelí para traer de vuelta a los españoles que quieran abandonar el país. El objetivo es que vuelvan a España aquellas personas que no han podido volar en los últimos días por la falta de asientos libres.

Los Hércules, al rescate

Mientras continúan las cancelaciones por parte de varias aerolíneas, Vueling sostiene que reevaluará día a día si continúa la ruta aérea con Israel. La embajada de España en el país recordó a través de redes sociales que los españoles que quieran volver deben contactar con las compañías aéreas o agentes de viajes antes de desplazarse al aeropuerto. Además, sostuvo que su equipo está movilizado en el aeropuerto de Ben Gurion para atender a los ciudadanos

Las informaciones de las empresas, así como de la embajada, señalan que la repatriación de todos los españoles que se encuentran en Israel se alargará durante toda la semana. En un grupo de españoles en Israel, uno de los miembros explicó que llegaron al aeropuerto el sábado por la mañana para intentar salir del país lo antes posible. Compraron tres vuelos, los tres fueron cancelados y la respuesta de la aerolínea fue ofrecerle un vuelo para el día 13, la primera fecha disponible. Además, otros usuarios han criticado cómo ha fluctuado el precio de los vuelos desde el aeropuerto de Ben Gurion, que en algunos momentos ha llegado a duplicar la cifra habitual.

Mientras tanto, países como Polonia, Brasil y Grecia han anunciado que llevarán a cabo misiones de evacuación para sus ciudadanos después del ataque sin precedentes de Hamás sobre territorio israelí. “Vamos a enviar aviones de transporte de las fuerzas aéreas para llevar a cabo la evacuación de los polacos que se encuentran actualmente en Israel. Soldados de nuestras fuerzas especiales garantizarán la protección y seguridad de la carga a bordo”, escribió el presidente polaco, Andrzej Duda, en X, antes Twitter. Por su parte, el ministro de Defensa, Mariusz Blaszczak, dijo que el país enviará dos aviones Hércules C-130 para evacuar a unos 200 polacos del aeropuerto Ben Gurion.

Asimismo, Brasil anunció una misión para repatriar a sus ciudadanos residentes en Israel, Palestina y otros países de Oriente Próximo. "Somos el primer país en hacer este tipo de operación en la región", declaró el comandante de la Aeronáutica, el brigadier Marcelo Damasceno. Brasil ha preparado dos aviones KC-30, con capacidad para 230 pasajeros cada uno; dos KC-390, en el que pueden viajar hasta 80 personas, y dos más cedidos por la Presidencia, que pueden transportar hasta 40.

'No queremos irnos'

Antea Moreno, una española residente en Tel Aviv, también forma parte del grupo de WhatsApp en el que los nacionales comparten sus experiencias y confirman que se encuentran sanos y salvos. "Por lo que estamos viendo, la respuesta es pobre. No están organizando un avión para repatriar a los españoles cuando otros países sí lo están haciendo. Un hombre ha tenido que pasar por el desierto de Néguev para llegar hasta la frontera con Egipto y de ahí viajar a España", explica Moreno a El Confidencial.

La mallorquina lleva más de dos años viviendo en Tel Aviv, pero se ha mudado temporalmente a la casa de sus suegros en Jerusalén por los duros ataques sobre la ciudad costera. Cuando empezó la ofensiva de Hamás el sábado, Moreno estaba en un camping con su marido y unos amigos. "A las 6.30 de la mañana empezamos a escuchar bum bum bum y no sabíamos qué era. Buscamos información, pero todavía no había nada, nos dimos cuenta más tarde de que estábamos siendo atacados", recuerda.

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A pesar de la confusión y del shock del momento que explica la española, no planea abandonar el país. "Nos hemos venido a Jerusalén porque nos sentimos más seguros, pero no queremos irnos. Solo cambiaríamos de opinión si la situación se pusiera muy fea también aquí", afirma.

En un futuro, no sabe si el conflicto puede provocar su estabilidad en Israel y si la vida tal y como la había vivido hasta ahora puede cambiar radicalmente. "Tendremos que ir viendo si la seguridad se convertirá en una preocupación permanente y tendremos que estar más pendientes de nuestros actos del día a día", subraya. Por ahora, sostiene que la sociedad de Israel ha sido tocada de una forma muy dura después del ataque y que su vida ha dado un giro de 180 grados en pocos días. "A mi marido (de nacionalidad israelí) lo han llamado a la reserva, estamos viviendo una realidad muy surrealista y de guerra. Nunca en mi vida me planteé que mi marido tendría que unirse a filas para irse a una guerra".