Es noticia
Israel completa el "sitio total" de Gaza y prepara su ofensiva terrestre
  1. Mundo
Cuarto día de guerra

Israel completa el "sitio total" de Gaza y prepara su ofensiva terrestre

Benjamín Netanyahu prometió ayer que la reacción de Israel "cambiará el Medio Oriente", lo que implica que su intención podría ser acabar con el control de la organización islamista sobre Gaza

Foto: Soldados israelíes esperan junto a sus tanques frente a la Franja de Gaza. (Reuters/Amir Cohen)
Soldados israelíes esperan junto a sus tanques frente a la Franja de Gaza. (Reuters/Amir Cohen)
Más información
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

La banda sonora de la noche en Gaza fue la misma que la de la jornada. Y que la del día anterior. Y, con toda seguridad, que la de mañana. El silbar de los misiles y las bombas, seguido por el retumbar de las explosiones y el estruendo de un edificio que se derrumba. Alarmas, llantos, gritos y vuelta a empezar. Tras la letal incursión de Hamás del pasado 7 de octubre, el mayor ataque sobre suelo israelí de los últimos 50 años, el Ejército de Israel (IDF, por sus siglas en inglés) no ha parado de bombardear la Franja, alcanzando más de 1.000 objetivos, según fuentes oficiales.

El Gobierno israelí anunció este lunes que había recuperado el “control total” de las comunidades cercanas al enclave que fueron asaltadas por militantes de Hamás y decretó un “asedio completo” de la zona palestina, que alberga a 2,3 millones de personas, cortando el suministro de electricidad, agua, alimentos y combustible. Hasta la madrugada de este martes, se había confirmado la muerte de más de 900 israelíes y 687 palestinos, con miles de heridos en ambos casos, aunque se espera que las cifras crezcan a una velocidad cada vez mayor en el caso de la población de la Franja.

El primer ministro, Benjamín Netanyahu, prometió ayer que la reacción de Israel "cambiará el Medio Oriente" y que "lo que Hamás va a experimentar será difícil y terrible", unas declaraciones que han desatado las especulaciones sobre si el Gobierno realmente pretende lo que hasta hace poco parecía impensable: acabar de una vez por todas con el control de la organización islamista sobre Gaza. “En los últimos años, la posibilidad de derrocar a Hamás no estaba realmente en la agenda. Hoy, es la gran pregunta”, declaró Zvika Haimovich, excomandante de las Fuerzas de Defensa Aérea de Israel, al Financial Times.

La dimensión final de la respuesta israelí, más allá de los bombardeos masivos, es todavía un misterio. En lo que parecen coincidir todos los analistas políticos y militares es en que una invasión terrestre de Gaza resulta prácticamente inevitable. Cientos de tanques, vehículos acorazados y sistemas de artillería ya han sido transportados a las afueras de la franja. Paralelamente, unos 300.000 reservistas israelíes se han incorporado al servicio, el mayor llamado a filas en la historia del país.

El medio estadounidense Axios, citando en exclusiva a tres fuentes con conocimiento del tema, reportó que Netanyahu, durante una llamada telefónica con el presidente Joe Biden, afirmó que una operación de ese tipo era necesaria. “Tenemos que entrar. No podemos negociar ahora”, habría dicho el primer ministro.

Foto: Una de las zonas atacadas en la Franja de Gaza. (EFE)

"Sí veo que [una incursión terrestre] sea posible y creo que las autoridades lo ven como necesario. Cuáles son las metas tácticas de una acción terrestre no las sé. Básicamente, creo que Israel no puede contentarse con menos que la caída del gobierno de Hamás en Gaza y la desmovilización total de su liderazgo cueste lo que cueste", sostiene Alberto Spektorowski, politólogo y profesor de la universidad de Tel Aviv.

El objetivo principal de una ofensiva terrestre sería degradar la infraestructura militar de Hamás y su capacidad para llevar a cabo futuros ataques. La última vez que tropas israelíes entraron en Gaza fue, de forma intermitente, en 2014, a lo largo de la llamada operación Margen Protector, la mayor guerra hasta la fecha contra la organización, que duró casi 50 días y en la que murieron 66 soldados israelíes y más de 2.000 palestinos, en su mayoría, civiles. Desde entonces, la estrategia de Israel en la Franja había sido evitar una guerra a gran escala, lanzando ataques aéreos de forma esporádica e intermitente.

Una pesadilla urbana

La incursión terrestre no será inminente. A pesar del gran número de tropas israelíes, de su entrenamiento profesional, de su superioridad tecnológica y de su dominio del espacio aéreo, se trata de una de las operaciones más complicadas y menos deseadas por cualquier estratega militar. Entrar en la Franja implica atravesar una de las zonas urbanas más densamente pobladas del mundo, en la que el enemigo ha tenido años para prepararse, con posibles emboscadas en cada esquina y una extensa red de túneles subterráneos que facilitan la movilidad del bando rival. Por otra parte, el número potencial de civiles muertos en una campaña de este tipo, especialmente cuando el Gobierno israelí ha prometido una respuesta sin precedentes, es incalculable.

Foto: Un soldado de artillería israelí organiza proyectiles cerca de Gaza, en el sur de Israel. (EFE/Atef Safadi)

Por si fuera poco, existe un factor añadido tan complejo como trágico: los más de un centenar de rehenes, muchos de ellos mujeres y niños, que se encuentran en manos de Hamás y otras milicias palestinas. "Definitivamente, creo que Israel considerará un ataque terrestre si lo ve necesario para lograr sus objetivos. Si entran, supongo que lo harán con un despliegue masivo de fuerza. El único interrogante sería la seguridad de los rehenes israelíes", dice Gerald M. Feierstein, exdiplomático en Jerusalén y Riad de EEUU. El portavoz del grupo islamista, Abu Obeida, afirmó que los bombardeos israelíes ya habían provocado la muerte de cuatro de los secuestrados que continúan retenidos por su organización. Entre los cautivos se incluyen ciudadanos estadounidenses, europeos y asiáticos, lo que añade un delicado cálculo internacional a cualquier tipo de intervención.

Añadiendo a esta dimensión internacional, una invasión aumentará el riesgo de que otros grupos armados, especialmente la milicia Hizbulá, en Líbano, se unan al conflicto. Las fuerzas de Israel y las del grupo armado chií volvieron a intercambiar ataques en la tarde del lunes junto a la frontera que une ambos países, incluyendo el vuelo de helicópteros de combate israelíes sobre suelo libanés como respuesta al fuego de mortero. Cinco milicianos fallecieron y seis soldados del IDF resultaron heridos, de acuerdo con reportes de medios locales.

* Si no ves correctamente este formulario, haz clic aquí.

Una operación terrestre en Gaza también está destinada a desencadenar disturbios antiisraelíes en gran parte de la región de Medio Oriente y el norte de África, que podrían desestabilizar los avances diplomáticos logrados por Tel Aviv en los últimos años. Incluso los países que han normalizado sus vínculos con Israel a través de los Acuerdos de Abraham (Baréin, Marruecos, Sudán y los Emiratos Árabes Unidos) se verían obligados por la presión popular a cortar, al menos de forma temporal, su cooperación pública con la nación judía.

Por otra parte, las imágenes de soldados israelíes peinando Gaza casa por casa tienen muchas papeletas para causar una tercera intifada: un levantamiento generalizado palestino que también tendría lugar en una Cisjordania donde hace tiempo que las tensiones viven su momento más álgido de la última década. Grupos como La Guarida del León, una organización militante palestina con especial popularidad entre la población más joven y con una enorme capacidad de influencia a través de las redes, ya han llamado a movilizaciones masivas en apoyo a la operación de Hamás. “Esta es la batalla de todos los palestinos, es la gran batalla de la liberación. Llevad vuestras armas y no temáis. La historia la escribirán quienes respondieron al llamado”, manifestó el grupo en su canal de Telegram.

Foto: Un palestino llora sobre el cuerpo de su sobrino muerto en un bombardeo israelí. (EFE/Mohammed Saber)

Por último, como señala un análisis de Stratfor, una operación israelí en la Franja podría causar una ola de refugiados hacia Egipto, la única vía de escape posible para los gazatíes. La agencia humanitaria de las Naciones Unidas ya anunció ayer que los bombardeos de los últimos tres días habían provocado el desplazamiento forzado de 123.000 personas y dejado sin instalaciones de agua, saneamiento e higiene a más de 400.000. Debido al bloqueo, la única central eléctrica que suministra electricidad a Gaza podría quedarse sin combustible en unos días. El inicio de una invasión sería la gota que colmara el vaso, desatando una previsible huida a través del paso de Rafah que el Gobierno egipcio se vería obligado a aceptar. La guerra ya está aquí, y ningún vecino tiene la esperanza de salir indemne de ella.

La banda sonora de la noche en Gaza fue la misma que la de la jornada. Y que la del día anterior. Y, con toda seguridad, que la de mañana. El silbar de los misiles y las bombas, seguido por el retumbar de las explosiones y el estruendo de un edificio que se derrumba. Alarmas, llantos, gritos y vuelta a empezar. Tras la letal incursión de Hamás del pasado 7 de octubre, el mayor ataque sobre suelo israelí de los últimos 50 años, el Ejército de Israel (IDF, por sus siglas en inglés) no ha parado de bombardear la Franja, alcanzando más de 1.000 objetivos, según fuentes oficiales.

Israel Conflicto árabe-israelí
El redactor recomienda